Aries Potter, quién diría que aquella loca y rarita chica era la hija mayor de los Potter. Cuándo tienes una pérdida importante y no tienes a nadie para apoyarte entras en la locura, por culpa de esa escacez de amor, de cariño, de una familia. Aries...
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Iban pasando los días, junto a ellos el silencio de ambos, ahora mismo estaban desayunando porque sin quererlo, Aries había coincidido con él, en realidad deseaba verlo pero cada vez que lo hacía su corazón se encogía y le entraban ganas de llorar, desde ese día su pelo se había vuelto completamente negro y sus ojos ya no tenían ese brillo que le caracterizaba. Por otro lado, Sirius estaba que se subía por las paredes, necesitaba oír la voz de la chica, ver su sonrisa o que le mirara con amor, era una tortura pero lo comprendía. Su mal humor cada día aumentaba aún más al igual que su impaciencia, se sentía completamente vacío.
Aries movía la cucharilla de su café haciendo un ruido en bucle en el cuál se sumergió, Sirius no paraba de mirarla, no podía parar, era como una droga, su marca de heroína favorita. Cerró sus puños y apretó su mandíbula como si de un perro se tratase y miró con tanta intensidad a la chica que esta despertó de su trance y lo miró con una ceja alzada, tomó la taza y la llevó a sus labios dándole un sorbo y Sirius ya no aguantó más.
-¡YA BASTA!_dijo dándole un golpe a la mesa. Aries soltó la taza y lo volvió a mirar, pero esta vez directamente a los ojos.
-¿Ya basta el qué?
-¡NO TE HAGAS LA TONTA!_se levantó.
-Yo no estoy haciendo nada, me dijiste que no querías estar conmigo, pues eso hago, no tener nada que ver contigo.
-SABES PERFECTAMENTE QUE NO ME REFERÍA A ESO.
-¿¡Entonces qué quieres que haga!?_dijo intentando no subir el tono.
-NO DEJES DE HABLARME
-¡Claro, a sus órdenes señor! encima de que me dejas, después de saber todo lo que he pasado en mis relaciones y ¡¿QUIERES POR SI FUESE POCO QUE TE TRATE COMO SI NADA?! ¡VETE A LA MIERDA!_Dijo ya perdiendo los papeles y se levantó.
-¡NO ERES LA ÚNICA QUE LO ESTÁ PASANDO MAL!
-¡¿AH NO?! PUES PARECE QUE SÍ, PORQUE DE SER ASÍ NO HABRÍAS ROTO CONMIGO.
-¡LO HE HECHO POR TI, AL IGUAL QUE TODO!
-CLARO... AHORA ERES MI HÉROE ¿NO? PUES TE LO PODRÍAS HABER AHORRADO.
-NO ES MI CULPA QUERER RESPETAR A MI AMIGOS Y FAMILIA.
-¡OH, CLARO QUE NO! PORQUE MIS PADRES, AÚN DIFUNTOS LLEVAN LAS RIENDAS DE MI VIDA.
-NO TE ATREVAS A DECIR NADA DE ELLOS.
-¡NO LO HARÉ, SON MIS PADRES!
-LO COMPLICAS TODO
-¡¿YO?! ¡TE HAS VUELTO AÚN MÁS CASCARRABIAS QUE ANTES, CREO QUE HACER YOGA TE VENDRÍA BIEN!
-¡Y TU CADA DÍA ESTÁS MÁS BORDE, PARECE QUE NUNCA TE HAN EDUCADO!
-OH CLARO, LO HICIERON LOS DEL ORFANATO ¿NO?
-SIEMPRE PONIENDO LA MISMA EXCUSA, TODO LO QUE HAS TENIDO QUE PASAR, TUS FRACASOS AMOROSOS Y TUS PALIZAS ¿NO TIENES MÁS?_eso hizo que Aries se detuviera, eso fue la gota que colmó el vaso, no sabía que era mayor en su interior, si su ira o su tristeza. Sirius se dio cuenta, la había vuelto a liar_ lo siento yo..._Aries lo miró a los ojos y el pudo ver cómo se ponían negros. La Potter giró sobre sus talones y se dirigió a su habitación aún sin musitar una sola palabra, Sirius fue tras ella_ Aries lo siento, sabes cómo soy, digo muchas tonterías y más cuando me enfado_ tarde, cuando llegó a la puerta está se la cerró en su cara, aún sin decir nada, se sentó apoyada en la puerta mientras de sus ojos comenzaban a salir lágrimas silenciosas. Los golpes en la puerta no tardaron en aparecer
"¿Qué era lo que tenía que hacer?" se preguntaba, "¿Perdonarle? O ¿Seguir con su vida?"
Luego en la cabeza de Sirius rondaban otras cosas, "Le amo, pero ¿Y si esto es lo mejor para ella?" "Ahora podrá seguir con su maravillosa vida junto a ese Diggory" "Quizás, es cierto, yo no soy para ella"
Poco después se abrió la puerta y Sirius supo que en realidad la amaba, la amaba como nunca había amado a nadie pero cuando vio el motivo del porqué abrió la puerta prefirió que se hubiera quedado encerrada.
-¿A dónde vas?_ dijo mirándola a los ojos y esta apartó su vista.
-A cualquier sitio donde no pueda verte_ le dijo tan débil que era casi inaudible y Sirius sintió que ese momento ya lo había vivido.
-No puedes hacer eso_ Le dijo metiéndola en la habitación y cerrando la puerta con un hechizo.
-¡¿Qué coño haces?!_dijo y Sirius pudo notar su voz rota.
-Intentar arreglar esto, lo nuestro, lo que un día llamamos "un nosotros"_dijo agarrando sus dos manos mientras la miraba.
-No hay nada que arreglar, porque ya no hay un nosotros_dijo con los ojos cristalizados al igual que los del pelinegro.
-No digas eso porfavor, nadie dijo que esto iba a ser fácil y ya sé lo que dije y lo que he dicho hoy, sé que me comportado como un auténtico capullo y te pido perdón, soy muy orgulloso y me cuesta decir esto...
-¿Por qué lo dices entonces?
-¡Porque te amo!_ eso fue lo único que le faltó para lanzarse a sus brazos y abrazarlo con todas sus fuerzas mientras escondía su rostro en el cuello de este.
-Yo también te amo_susurró. Sirius se aferró al cuerpo de la Potter mientras besaba su cabeza y acariciaba su cabello.
Como ven todas las parejas por mucho amor que se tengan pueden tener problemas, pueden romperse, arreglarse, volverse a romper y aún así volver a arreglarse de nuevo, pero solo personas que se aman de verdad pueden aguantar eso, aguantar el ser rotos una y otra vez pero sabiendo que la otra persona te quiere y sigues ahí, esperando a que todo se arregle, esperando a no perderte en un abismo de desesperación, esperando o quizás actuando para que ese vínculo no se rompa, yo sinceramente soy más de actuar, porque quizá cuando pase el tiempo ninguno habrá tomado las riendas del asunto, ninguno le habrá plantado cara al problema y será entonces cuando dos personas que se aman de verdad terminan estando separadas aun sin saber que está dejando atrás a la persona adecuada.
