Cap 65. Pasos pequeños, grandes cambios

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Anteriormente era difícil poder saber qué pasaba por la mente de su hermano, manteniéndose preocupado siempre de cualquier tontería autodestructiva en la que pudiera estarse metiendo y en las que tendría que sacarlo de ahí antes de que fuera tarde. Pero ahora... Sans era un maldito libro abierto.

Su sonrisa boba que dejaba en claro lo feliz que en verdad estaba, sin molestarse de los regaños que el jefe o él le daban ante su constante torpeza durante la preparación de la mesa, sin tener ganas de contestar a las provocaciones de Muffet o DT-00X que eran casi una rutina mañanera reciente. Incluso ahora estaba tarareando sin darse cuenta, rompiendo con el silencio que habitualmente les acompañaba como si un miembro más de la familia se tratase.

Papyrus le observaba detenidamente sin poder encaminar del todo su tenedor con un nuevo bocado, preocupado por su salud mental ante un delirio que iba en incremento conforme pasaban los segundos. Pero por la mirada que también le lanzaban el resto, ignorando cada quien su propio desayuno ante el tenue canturreo de Sans, era evidente que había un pensamiento colectivo imposible de ignorar. Incluso la mirada asesina de la flor que ahora terminaba acompañándoles por insistencia de Muffet (esparciendo sus telarañas sobre su maceta por cualquier cosa), era un claro indicio de que toda sospecha era casi un hecho evidente.

Sin duda alguna, anoche había dado un paso grande con la humana y las cosas le habían resultado bien. De lo contrario no estaría siendo más idiota de lo que por sí ya era. Poco le faltaba para que se pusiera a dar de saltos como todo un loco.

DT-00X parecía querer romper su maceta nueva de un solo mordisco como si se estuviera imaginando la cara de su hermano en el proceso, pero no parecía querer comentar algo más ante tanta presencia que fácilmente podrían inmovilizarlo de inmediato en caso de la magia de la arácnida, o incluso matarlo de múltiples maneras accesibles. Incluso el jefe parecía mostrar una expresión indecisa de si debía de estar molesto o preocupado por cómo estaba su primer hijo. Y en cuanto Muffet, sólo estaba divertida con la situación, riéndose con su tono característico por lo bajo, mientras degustaba de vez en cuando el desayuno que ella misma había preparado para todos. Ninguno parecía querer perder detalle de Sans, como si en cualquier momento tuvieran que hacer algo para frenar su pérdida de cordura, o ahorcarlo por haber ido más allá en algo que claramente se le advirtió que no lo hiciera.

Fuera lo que fuera lo ocurrido realmente, Sans estaba un paso adelante de todos ahora. Era evidente su razón para estar contento si irradiaba un aire de idiotizado en todo su esplendor. Y aunque Papyrus estuviera molesto por una razón similar al resto, lo cierto era que le agradaba ver en verdad feliz a su hermano. Hacía mucho que no lo veía así, esbozando una verdadera sonrisa sincera y retomando la música entre tarareos sin darse cuenta él mismo. Incluso golpeteaba de vez en cuanto la mesa con sus dedos de tal forma que le produjo mucha nostalgia tal gesto. Lo cual le aclaraba que lo que fuera que estuviera sonando en su cabeza, parecía tener sentido para un instrumento particular.

Jamás podría decirlo en voz alta por muchas cuestiones, pero era inevitable que verlo así le recordaba a su mamá, canturreando algo que sólo tenía sentido para ella mientras les preparaba la comida, les acobijaba o limpiaba. Golpeteando una que otra cosa que estuviera a su alcance como si el entorno fuera siempre favorecedor para ella. Teniendo siempre la música dentro de ella sin darse cuenta hasta tener el piano en sus manos. Instrumento que ahora solo era un acumulador de polvo que nadie se atrevía a desechar o tocar nuevamente ante la ausencia de su dueña.

Grillby tenía razón, la humana era un tótem especial para él que, si bien alegraba sus días, también lo atontaba mucho más de lo que ya estaba. Ahora Sans tenía en verdad una debilidad que cualquiera podría notar y eso solo lo convertía en un blanco fácil junto con la humana que no sabía mantenerse con la boca cerrada. Su padre bien lo había dicho una vez. Su papel como francotirador era no perder de vista ningún detalle por más que se le alejara, pero lo que tenía ante él era complicado en muchos aspectos. Ya había decidido hacer el esfuerzo de comprenderlos, aun cuando no estuviera del todo de acuerdo, pero no quitaba el hecho de preocuparse aún más con el panorama que contemplaba.

Flapper Florist (Mafiatale)Where stories live. Discover now