Cap 117. Matar o morir (parte 2)

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Undyne no recordaba si en algún momento de su vida se había sentido tan temerosa como en ese preciso momento. Pero no paraba de buscar en cualquier rincón de New Home en el que pudiera esconderse una coneja de edad adulta, incluso revisando más de tres veces el mismo lugar para estar segura. Pero solo se topaba con uno que otro borracho o drogadicto en muy mal estado que no era asunto suyo indagar más. No sabía si la magia de la maldita esqueleto pudiera incluso transportarla más lejos del lugar en el que estaban, porque simplemente no entendía esa clase de magia por más que la hubiese presenciado en más de una ocasión. ¡Maldita sea!

Asgore había estado muy decepcionado de su fallo, por no decir que había terminado molesto con su desempeño. Le había dado la indicación de que nada entrara o saliera y no cabía duda de que el resultado de su deshonra era peor de lo que pudiera imaginarse para que el jefe reaccionara de esa manera. ¡Pero esa maldita Gaster le había arruinado todo! Juraba que en cuanto tuviera la oportunidad, se vengaría de ella también, de todos los esqueletos del planeta si era necesario.

Por lo pronto, tenía que cumplir con recuperar a esa coneja. Solo así podría tener el perdón y confianza de su jefe si tenía mucha suerte. Comenzaba a suponer que no sería tan sencillo considerando la facilidad en la que catalogaba a algunos como enemigos de su causa noble. No quería ser una más, no quería fallarle nunca más.

-¿Necesitas ayuda? –Undyne apenas y se giró para ver quién le llamaba, aun cuando su voz ya le había delatado lo suficiente para no estar perdiendo tiempo. –Parece que se te perdió algo.

-No, largo Lesser. –Siguió dando pasos hacia adelante. –Tengo prisa. Y cada quien tiene sus misiones.

-Creí que la tuya era cuidar algo importante de Don Dreemurr. –Undyne apretó los dientes al escuchar eso. No cabía duda de que el perro había sido un chismoso cuando se suponía que se había retirado con todos los demás en ese momento. –Por la desesperación que presentas, he de suponer que se te escapó alguien.

-¡Nyaaghh! ¡¿Por qué me estás siguiendo?! –Finalmente se detuvo para girarse por completo. Estando a nada de invocar una lanza y metérselo por atrás si seguía de insistente en un momento tan crítico para ella. –Si solo vienes a fastidiarme...

-Quiero ayudarte. Ya te lo dije. –Pese a todo, el perro se mostró calmado ante ella. Incluso el maldito se atrevía a sonreírle de algún modo. –Me conviene que me debas una, ya sabes.

-Eres un maldito pervertido.

-No puedes culparme si eres tú la que usa sus pechos para...

-¡Nyaaagghhh! ¡No tengo tiempo para ti ni para nadie! ¡Se me fue la maldita coneja y no tengo ni idea de en dónde pudiera estar ahora! Y no puedo regresar sin ella, o si no Asgore... ¡AAAAGGGHHH!

No pudiendo más con su enojo y frustración, terminó invocando varias lanzas y arrojó a todas partes sin importarle en qué aterrizarían realmente. Escuchando un gran destrozo en su entorno, mas no un grito o algo que pudiera indicarle que había dañado a alguien en el proceso. Y ciertamente, le daba igual ahora si lo había hecho o no. Tan solo Lesser se estiró con su extraña magia para evitar algunos impactos y se recompuso al ritmo en que se acercaba más a ella.

-Supongo que estás muy alterada para pensar con precisión. Que bueno que vine entonces.

-Solo suéltalo, Lesser. –Tuvo que resignarse tras su arrebato y aun así no tener nada. –¿Qué tienes en mente?

-La coneja querrá regresar con su familia, ¿no es así? Así que lo único que tendrás que hacer es esperarla en su casa. Puedo decirte cómo es el lugar exactamente porque estuve ahí.

Flapper Florist (Mafiatale)Where stories live. Discover now