Cap 8. Juego de ricos

3K 331 512
                                    


El tiempo corrió bastante rápido para el disgusto de la humana que se encontraba en su hogar encerrada sin pensar en una solución práctica que la sacara del compromiso sin verse grosera. Flowey no hacía ningún esfuerzo de ocultar su risa burlona de ver cómo se torturaba mentalmente con ello. Para él, su asunto era un simple cotilleo absurdo del que se no tendría problema con asistir. Después de todo, una fiesta cuyo único propósito era presumir quién tenía más lo que sea, no se consideraba un peligro salvo tener que usar tacones o pasar una incomodidad por un par de horas.

Frisk se quedó gran parte contemplando en su ventanal el pasar de las horas sin querer moverse realmente. Por una parte se extrañaba de no ver al esqueleto en el mismo lugar, pero supuso que en verdad había cumplido su promesa y que ya no tendría que lidiar con eso, pero por otro lado, y para disgusto de ella, le habría parecido conveniente verlo con el fin de que fuera la excusa perfecta de poder librarse del compromiso.

Siendo las 7 en punto, una limusina distinta a la de la mañana hizo acto de presencia en frente de su hogar, cosa que a la humana le sorprendió por tal precisión en la puntualidad. Un monstruo trajeado salió de ella y la humana se apuró a bajar para acabar con todo de una buena vez siendo acompañada de Flowey cargando su maceta con cuidado.

-Buenas noches, señorita ehh... -El gato anaranjado trajeado se preocupó de desconocer su apellido.

-Sólo Frisk, por favor –Dijo en el acto la humana para que no se preocupase. Flowey estaba tranquilo de saber que si tenía la prevención adecuada. -¿Nos vamos ya?

-Por supuesto –Se hizo a un lado para dejarla pasar por la puerta, pero en cuanto se dio cuenta de que tenía a la flor, la detuvo sujetándola del hombro con cuidado –Disculpe, pero sólo usted debe venir.

-¿Y que si voy, imbécil? –Atajó la flor despectivamente.

-La invitación es únicamente para la joven –Por más que quería mostrarse serio, el gato amorfo estaba nervioso ante los gestos nada discretos de la planta –Esa fue la orden de...

-¿Por qué están tardando tanto? –Se asomó Mettaton levemente de su vehículo –El tiempo apremia.

-Es que... –Comenzó a decir el gato.

-Verá señor Mettaton, es sobre mi amigo –Se adelantó Frisk para evitar problemas –No puedo dejar solo a Flowey y...

-Oh ¿Ese es el problema? –Le sonrió tranquilamente el robot –Descuida, no estará solo. BurgerPants, hazte cargo.

-Mi nombre no es... -El gato ni tuvo tiempo en cuanto notó que el robot le había lanzado la maceta sin cuidado alguno y jalado de algún modo autoritario a la joven para que entrara en el acto al lujoso vehículo.

Frisk ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar adecuadamente a todo lo que estaba ocurriendo. Le habían separado demasiado rápido de su amigo para dejarlo en su negocio junto con uno de los sirvientes del magnate, a su vez de que ella ya estaba siendo transportada en la limusina a un destino desconocido. Ni siquiera tuvo tiempo para despedirse u opinar algo al respecto, por lo que se quedó sentada incómodamente frente al robot que vestía un traje escarlata muy elegante y tenía en su mano lo que le parecía a la humana un tipo de bebida embriagante.

-¿Y... a dónde vamos? –Intentó comenzar conversación la humana con el fin de acabar con esa incomodidad.

-Primero vamos a arreglarte. Intuía que no estarías vestida para la ocasión, pero no creí acertar tanto –Comentó indiferente el robot en lo que revolvía su bebida y contemplaba de pies a cabeza a la joven frente a él –Después de ello iremos a mi evento de recaudación de fondos.

Flapper Florist (Mafiatale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora