Lie To Me ; Trueno [Terminada✔]

12

Pilar

Me desperté muy temprano, estaba amaneciendo.

Mateo me abrazaba por la cintura, su cabeza descansaba en mi pecho y podía escuchar su tranquila respiración.

Me quise levantar porque tenía sed y seguro ya me quede levantada para hacer el desayuno para los dos, pero cuando lo intenté Mateo me apretó más hacia su cuerpo mientras balbuceaba.

- Mateo, lindo, me quiero levantar.

- Da Pili, vení -Escondió su cara en mi cuello y dejo un beso húmedo ahí, la tanga gil.

- Dale morocho, ya vengo - Le susurré.

- Déjate de joder, amor, quedate conmigo dale - Me daba mucha ternura porque me estaba hablando prácticamente dormido pero me estaba meando.

- Un ratito y vuelvo, dale, que también quiero ir al baño - Frunció el ceño.

- Ufa - Me soltó y sonreí, se dió vuelta dándome la espalda y abrazando la almohada - Tardas y te voy a buscar.

Fui al baño, me lave la cara, me miré al espejo y me acordé de algo.

Abrí un cajón y encontré lo que necesitaba.

Fui a la cocina, tomé un vaso de agua y me quedé mirando como el sol se asomaba en el mar.

Sentí unos brazos que me rodeaban y un beso en el hombro que me hizo sonreír - Buen dia, te dije que te iba a buscar.

- Buen dia morocho, ¿Cómo dormiste? - Lo miré, tenía una carita de cansado que me daban ganas de comermelo a besos, se refregó los ojos para despabilarse mejor.

- ¿Cómo no voy a dormir bien si dormí con vos? Bue re chamuyero.

Me puse colorada y el se rió, me dió un beso en la mejilla.

- Compramos algo para desayunar, ¿Querés? - Me dice mientras mira por la ventana, admirando el mismo paisaje que yo - Que linda vista.

- ¿Viste? Igual llegamos tarde, esta más cheto cuando recién sale y se ve todo naranja, tengo café y hay galletitas por ahí creo.

- No, morocha, pedimos algo por delivery, nos dormimos cinco minutos más y que llamen de abajo cuando llegue la comida.

Me mordí el labio - A partir de ahora te vas a tener que meter el morocha en el orto.

Me mira confundido y miro en dirección al baño, voy hasta ahí y agarro las cajas, se las doy.

- Estas re loca si pensas que te voy a ayudar a hacer lo que creo que vas a hacer.

Hice una sonrisa inocente - Dale, haceme la segunda, quiero cerrar a un ciclo y que mejor que tiñendome de rubia, otra vez.

Me miró y se rió - Ay Dios, lo que me haces hacer, prepara todo que yo pido el desayuno.

Lo abracé y fui a mi cuarto para cambiarme la remera y empezar a preparar todo, tenía que decolorarme y teñirme después, van a ser unas lindas horas.

Tenía todo listo en el baño en cinco minutos, ya estaba hasta cambiada - ¿En qué te ayudo? - Lo miré y estaba apoyado en el marco de la puerta con una sonrisa.

- ¿Me queres ayudar? - Asintió entusiasmado - Bueno, vení.

El puso música, entre risas y pasitos prohibidos, me ayudo a cubrir todo mi pelo con el decolorante, teníamos que esperar no se cuanto tiempo y en eso esperamos el desayuno.