Lie To Me ; Trueno [Terminada✔]

Epílogo (Segunda parte)

Omnisciente.

Ese sábado, dos corazones rotos se lamentaban por sus acciones. Por lo que hicieron o no hicieron. Por creer y no creer, por ser dos ignorantes.

Ella caminaba hasta su trabajo con los auriculares y capucha puestos, el día nublado combinaba con ella.

Llegó a el restaurante familiar y se sentó en una mesa, al no tener nada que hacer se puso a borrar fotos de su galería, las de él más específicamente.

Le dolía verlo, recordarlo pero por sobretodo, extrañarlo, quererlo ni se diga.

Se prometió a si misma no pensar en cuanto cariño le tenía.

Una de las chicas que trabajaba con ella, con la cual no tenía mucho trato, se acercó lo cual le pareció raro.

Esta sólo la saludó y le dio una caja mediana, mucho más chica que una de zapatillas pero bastante grande para ser de algún anillo o algo así.

La miró extrañada ― Lo dejaron apenas abrieron, es tuyo, no se puedo devolver dijeron.

La rubia aceptó la caja y le agradeció, la desconocida se fue.

Al abrirla quiso llorar, era un pase VIP para el famoso Festival al que iban a ir todos, al que ella quería evitar a toda costa.

¿En serio cree que lo voy a perdonar con esto?, Pensó con desagrado, saco el pase y vió una nota.

"Perdóname por favor, te quiero ver" La dejó helada, con una gran duda.

¿Qué tenía que hacer?

El morocho estaba tan destruido como ella, se odiaba a si mismo, verla llorar y desmoronarse frente a el fue la peor parte.

Que otro chico la haya ayudado y que él sea ahora de quien la protegían le dolía, pero se lo merecía.

Haberla invitado a que lo viera por última vez, era para que vea quien más era. 

No sólo era Mateo también era Trueno, y era lo que el le quería demostrar, que había un poco de ambas personalidades en cada quien. Un poco de Trueno en Mateo y un poco de Mateo en Trueno.

Quería que ella conociera todas sus facetas. Después de eso sí ella no lo buscaba, el iba a tomar eso como el final de todo.

Ya no quería insistir si sabía que sólo la seguía lastimado.

Veía sus fotos, los vídeos que había grabado esa vez en la playa y recordó cada segundo al lado de ella.

Varias veces había caminado por las oscuras y frías noches sólo para despejarse, pensar en que hacer con su vida.

Sin darse cuenta, sin ella las cosas perdieron el sentido.

Se preparó para su presentación, ensayó y se convenció de que la iba a romper, pero algo le faltaba.

Ella.

A veces sentía que cantaba cualquier cosa o se concentraba mucho en sólo mirar al piso, buscaba una cabellera rubia entre el público o tras el escenario pero ella no estaba ahí. Y era su culpa.