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Pilar.

─ Me hablaste de el hace ¿Cuánto? ¿Tres días?─ Me pregunta Tadeo una vez que llegamos al restaurante, deje mis cosas abajo de la barra.

─ Hace cinco días que te conté y lo conocí, hace tres dias que me parece lindo o algo así.

─ Nunca te flechaste tan rápido por alguien, no que me acuerde ─ Me sonrió pícaro.

Lo miré con cara de orto y me puse mi delantal.

─ No me flechó, anoche te dije que te iba a contar asique callate y escucha.

Volví a repetir todo cual loro como hice con Cali, cuando me callé, miré al castaño.

─ No sé que decir solamente ─ abrió la boca intenta formular alguna oración ─ Tenes demasiada suerte, yo estoy más sólo que la puta madre, lo más interesante que me pasó en la semana fue que se me metió una astillita en el dedo, mira.

Pone su dedo en mi cara, le agarro la mano ─ No se ve nada Tadeo.

─ ¡Que no la veas no significa que no me duela! ─ Replicó como nene de seis años y se fue a sentar a una mesa al lado de la ventana.

Rodé los ojos, dramático.

Me puse a limpiar mesas, bajar sillas y a medida que iban llegando algunos compañeros nos íbamos saludando y ayudando.

Llegó Agus, que cuando Tade la vió saltó de su silla.

Como si tuviera un resorte en el culo.

─ ¡Buen día mundo! ─ Grito mi prima, ¿Por qué tanto entusiasmo? Dios mío.

Saludó a Tade y cuando me vió abrió los ojos lo más que pudo.

─ ¡Ay Pili! ¡Te queda hermoso! ¿A quién le tengo que agradecer este milagro?

Me reí y Tadeo se acercó a nosotras ─ Lamentablemente a alguien que conoce hace una semana.

Agus me miró confundida ─ Mateo me ayudó, no me convenció ─ Expliqué.

─ No sé, nunca quisiste volver al rubio porque decías que te quedaba feo, ¿Por qué cambiaste de opinión? ─ Los dos se cruzaron de brazos.

Miedo.

Suspiré ─ Sacamos el tema hace unos días y me quedé maquinando, compré las cosas un día de callada y me animé hoy tipo seis de la mañana, que me ayudó Mateo.

─ ¿Qué hacía Mateo en tu casa a las seis de la mañana? ─ Me preguntó Agustina, en modo madre.

─ ¡Buenos días! ─ Mi abuelo entró al local, salvada.

─ ¿Quien soy? ─ Le digo a mi abuelo mientras me acerco a saludarlo riendo, me sonríe y me abraza.

─ Banca exagerada, te teñiste el pelo, no te reconstruiste la cara ─ Me pelea Tadeo.

─ Vos porque tenes envidia.

─ Te queda re lindo nena, siempre te quedó lindo ─ halaga el mayor y yo le saco la lengua a mi mejor amigo.

Cada quien fue a trabajar, mi abuelo a la cocina, Agus y yo al puesto, y Tadeo,

Bueno, Tadeo se rasca las pelotas cada vez que viene.

Estaba hablando con mi prima cuando sonó mi celular, mensajes de Mateo.

¿A este pibe en la casa no le enseñaron que no se deja a la gente con la intriga?

Lie To Me ; Trueno [Terminada✔]Where stories live. Discover now