Lie To Me ; Trueno [Terminada✔]

27

Pilar.

Sólo podía sentirlo a el, a sus labios, sus caricias, su olor, su respiración.

Sus manos en mi cintura, aferrándose y dejándome en la mesada de la cocina.

Parecíamos desesperados aunque Mateo parecía estar algo nervioso, no sabía bien si el quería esto, pero era toda la tensión que venimos conteniendo hace tanto tiempo lo que nos controlaba ahora.

― Para, amor ― Hablé separándome y me miró intentando regular su respiración ― La cafetera.

Se mordió el labio ― ¿Sabes lo que me chupa ahora la cafetera? ― Apagó el electrodoméstico ― Listo, ahora dame bola.

Sonrió y con mis manos en su cuello lo empujo en mi dirección juntando otra vez nuestros labios.

Su lengua se abrió paso en mi boca, amaba ser la que tome la iniciativa, pero hoy le tocaba a él creo.

Sus labios bajaron a mi cuello junto con sus manos hacia mis pechos, mis piernas se aferraron a su cintura, rozándome contra él.

Sacó su top y dejó a la vista el corpiño de encaje negro que tenía abajo, y me pusé algo colorada al sentir como me cogía con la mirada casi.

Su mirada se oscureció y me agarró del culo caminado a mi cuarto, dejándome en la cama con él, mirándome.

― Dios, sos hermosa flaca, me vas a matar ― Murmuró y reí.

La ropa fue sobrando y quedamos los dos en ropa interior, mayormente era él el que quería las cosas, por mi parte no sabía muy bien que hacer con todos los sentimientos que me estaba provocando, solo me estaba dejando llevar.

Me había subido a ahorcajadas suyo mientras me besaba con una intensidad que jamás había visto en él, me estaba haciendo sentir de una forma que ni puedo describir.

Tan decidida y segura de lo que estaba haciendo.

Sus manos estaban firmes en mis caderas mientras me movía sobre él, al dirigir su mirada a ahí, rió apenas.

El tatuaje.

Lo acarició mientras ― Why not? ― Me miró ― ¿Qué significa?

Suspiré fuertemente pasando una mano por su pecho, empujándolo en el colchón ― Dice ― Juego con el elástico de su boxer ― ¿Por qué no? ― Tiró mi cabeza para atrás, mordiendo su labio, mi amorr.

Me miraba desde ese ángulo ya sin poder contenerse ― La puta madre.

Sin ninguna vuelta tiró de mi para que este ahora debajo de él, besando todo lo que podía y rozando sus partes con las mías.

― Mateo ― Jadeé, y el gimió bajito en respuesta, me embarazó con esa simple acción ― En el cajón hay forros ―Le señalo y saca uno rápidamente. 

Para mi la imagen era perfecta, los suspiros, jadeos y gemidos de ambos mientras su mano y la mía estaban entrelazadas, al compás de nuestros movimientos sin soltarse.

Volví a estar sobre él y gruñó acomodándome lo cual me hizo gemir, ― Dios dale, sos perfecta ― Estaba hipnotizada por este hombre y recién ahora lo estoy demostrando. 

La pasión, la conexión que había era innegable, yo no podía pensar en nada más. Sólo en nuestros movimientos mientras me besaba el cuello.

Sus manos me aprietan y acarician el culo a medida que me muevo más.

Definitivamente encontré una faceta mía nueva que no conocía.

De la emoción dormí sólo dos horas.