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Pilar.

─ ¿Y si hacemos un muñeco? ─ Cantó Agus a mi lado.

─ ¿Y si me dejas en paz? ─ Le digo algo sería mientras sigo limpiando la barra.

─ Hoy no se te puede decir nada, tenes un humor ─ Se va y yo sólo sigo limpiando.

No me había levantado con el más lindo de los humores como siempre, y la pobre Agustina es la que se está fumando mi mal día.

Cuando volvió, hablé ─ Perdón, no es el mejor día.

Chistó ─ Tranquila, hay días en los que yo también estoy mal y me la agarro con vos primita, ¿Qué te pasa que estás así?

─ Mateo ─ La miro triste ─ No lo veo de ayer a la tarde, me mandó mensajes pero no le contesté y se va mañana a la mañana.

─ ¿Hace veinticuatro horas que no hablan? Un récord ─ La miré mal ─ ¿Por qué no le decís que venga? No sabes si es la última vez que lo vas a ver.

Suspiré ─ Ahí está el problema, no quiero que se vaya ─ Miré al piso.

Ella me abrazó y yo sólo me contuve para no llorar, me separé suavemente ─ Bueno ya está ─ Me pasé las manos por el pelo ─ Sigamos trabajando.

─ ¿Segura? ─ Asentí y ella no volvió a hablar del tema.

Más tarde, después de atender a bastante gente, bajé a buscar fruta y cuando volví a atrás de la barra, me quedé sorprendida al verlo.

Mateo estaba ahí, de brazos cruzados, mirándome serio.

Sacudí la cabeza, dejé el cajón de fruta y lavé una licuadora, ignorándolo.

─ ¿Me vas a seguir ignorando? ─ Silencio ─ Pilar, estas siendo re injusta conmigo ─ Lo miré pero no hablé ─ ¿Podemos hablar? Te quiero dar algo además.

Suspiré y asentí, miré a Agus y ella me sonrió, me fijé la hora en mi celular y justo me tocaba mi descanso asique no me tendría que preocupar por ella.

─ Seguime.

Empecé a caminar lejos del puesto, hasta la orilla del mar, y me senté ahí sacándome las zapatillas, con las olas mojandome los pies, sentí como imitó mi acción.

Me abrazó y tiró de mi suavemente hasta quedar recostada en su pecho, podía escuchar su corazón latir.

─ ¿Qué te pasa Pili? ¿Hice algo? ¿Pasó algo? ─ Dejó un beso en mi cabeza.

Cerré los ojos y me enderecé para girar mi cuerpo y mirarlo ─ Por una vez quiero ser egoísta y decirte que te quedes, pero no puedo.

Me miró sorprendido ─ Yo tampoco puedo hacer nada Pili, en mi casa dejé muchas cosas a medias y complicó todo si me quedo.

Miré mis manos ─ Ya sé, y me pone mal, por eso no quise hablar con vos ni verte, no quería que te sientas mal cuando la equivocada soy yo.

─ No te equivocas en nada, eu ─ Me hizo mirarlo con su mano en mi mejilla ─ Te voy a llamar todos los días, vamos a hablar por videollamada, también déjame organizarme y podes ir vos para allá unos días, total ya estamos acostumbrados a dormir juntos.

Reímos ─ Hoy a la noche canto acá, ¿Querés venir?

Sonrió ─ Aunque estés enojada iba a venir igual.

─ Perdón por enojarme.

Sus ojos me miraban fijamente y sentí un escalofrío en mi espalda ─ No tengo nada que perdonarte, yo estoy igual.

Lie To Me ; Trueno [Terminada✔]Where stories live. Discover now