She's My Girl || Malcolm In The Middle

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Después de que Lois cenara, la lleve a su habitación para que siguiera cuidando de sus cerditos.

Regrese a la cocina para poner la mesa, ya era hora de que cenaramos los demás. Piama decidió tomar una ducha antes de cenar, y ya se había hecho cargo de Jamie casi toda la tarde.

-¿Puedo comer más patatas?- pregunto Malcolm a Hal.

Continúe dándole su leche a Jamie, ya era poco lo que le faltaba así que pronto podría cenar.

-Puedes comer todo lo que quieras hijo, si estás dispuesto a trabajar por ello.- respondío Hal.- Sólo vive tus sueños y nunca los sueltes!- exclamó con los ojos llorosos.- Debí decirles eso hace mucho tiempo.- murmuró

Jamie terminó su leche y limpie su boquita para después dejar la mamila vacía en la mesa.

-Y cuando escriban una carta de enojó, guardenla un día, tal vez no piensen lo mismo al día siguiente.- nos recomendó

Comencé a servirme la cena, al menos ya había terminado con las actividades por aquí.

Me senté junto a Francis con Jamie a mi lado izquierdo aún en su silla para bebé.

-Y nunca inviertan en el restaurante de un amigo.- añadió

-Saben que, no tengo hambre.- confesó Hal.- Vamos Dewey te enseñaré a afeitar te.- le dijo

Dewey quien apenas estaba llegando a la cocina nos miró asustado. Era obvio que Dewey aún no necesitaba saber como afeitarse.

Francis, Malcolm y yo le hicimos unas señas para que fuera "emocionado".

-Genial!- exclamó Dewey fingiendo.

Hal y Dewey se dirigieron posiblemente al baño.

La situación estaba llegando al final que todos temíamos. Mañana era el último juicio de Hal y sabemos que perderá. Lamentablemente no pudimos encontrar nada para desmentir a ningún testigo y simplemente nos terminaron de hundir.

Hal recibirá una condena de más de 25 años. Dejará a sus hijos con Lois, quien ahora está prácticamente desorientada.

Estos momentos son donde valoras todos esos pequeños detalles. Tenía que hacer mi odio a un lado y aunque sea hacer menos difícil estas últimas horas de Hal en su casa.

(...)

-Se que me odias, pero sólo quería agradecerte que aún así trabajaste conmigo para intentar ayudar a papá.- dijo Malcolm a mis espaldas.

- No hay nada que agradecer.- le respondi para apagarle a la cafetera.

-Al menos papá tendrá un último recuerdo de nosotros trabajando.- opinó mirando por la ventana a su papá que se mecia en uno de los columpios del patio.

- veinticinco años serán largos.- murmure con tristeza- Le prepare café.- dije.- Tal vez sea bueno llevarse lo.

Malcolm asintió.

Tome la taza de café que decía "Papá #1", y serví la bebida.

- Bueno, demos le un último aliento juntos.- murmure pensando en que para Hal, sería bueno vernos dejar a un lado nuestros problemas por el.

-Gracias por hacer esto Tn.

Dicho esto ambos caminamos aún algo alejados del otro hacia la puerta trasera de la casa.

Los lamentos de Hal al llorar de escuchaban mientras se movía levemente en el columpio.

-Papá.- lo llamo Malcolm