She's My Girl || Malcolm In The Middle

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Dos horas en esta maldita fila de los primeros auxilios, me sentía pésimo, si sigo aquí está herida se me va a infectar.

-Vamos a pasar los dos días del hombre en Llamas en esta fila!- se quejó Malcolm a mí lado.

- El problema es que si no desinfectamos la herida se va a poner peor.- afirme cruzando me de brazos.

Había demasiada gente que se seguía formando. Al parecer no somos los únicos que se lastimaron en el hombre en Llamas.

¿Cómo la estarán pasando los demás?

-Amigos.

Malcolm y yo nos dimos la vuelta para encontrarnos con un hombre el cual tenía una máscara de cabra puesta.

- La línea es más corta con los Chamanes.- nos informó.

-¿Los que?- le pregunté confundída.

-Les va a encantar.- afirmó el tipo.- me curo los ojos de pescado.- explicó.

-Gracias pero..- Malcolm habló pero fue interrumpido.

- Por favor! ¿Creen que los quiero engañar?- pregunto.

Sin más nos tomo de los hombros y nos ayudó a caminar.

Mire a Malcolm y supe que ambos nos preocupaba un poco hacia donde nos llevaba este tipo.

Con algo de trabajo y cojeando llegamos a un lugar con distintas carpas, olía a incienso y distintos aromas frutales.

-Suerte viajeros.- nos deseo el tipo para marcharse.

-Que sujeto.- comenté observando las carpas.

Una mujer como de 25 años se acercó a nosotros.

- Por aquí.- nos señaló el interior de la carpa.- Pasen.-  nos pidió y nos ayudó a caminar, el dolor estaba siendo más insoportable.

-Gracias.- le agradecimos ambos por su ayuda.

La chica sólo nos sonrió.

Por dentro había muchas velas, cojines, colchonetas, cortinas y sábanas demasiado tradicionales.

-Listo! Y cuando comas vidrio recuerda masticar varias veces.- le dijo una mujer a un hombre quien se marchaba.

-Toma el té dos veces al día y estarás mejor.- Dijo un hombre a una mujer quien igual salió con quien parecía ser su amigo.

Ambos adultos nos miraron, parecían tener unos cuarenta años, los dos tenía el cabello rubio y largo, la mujer usaba una falda y blusa demasiado coloridas, en cambio el hombre una playera y short negros.

-Uy!- exclamó la mujer mirándonos.

-¿Qué les paso?- pregunto el hombre está vez.

-Pisamos un cactus.- Les respondi.

- Nos atreveso los zapatos.- agregó Malcolm.

Nos ayudaron a sentarnos, ambos quedamos juntos.

-Muy bien.

-Vamos a verlo.

Dijeron ambos colocándose a la altura de nuestros pies.

El hombre retiró mi tenis conjunto a mis calcetines, la mujer hizo lo mismo con Malcolm.