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La noche había caído, las luces de la ciudad acompañadas de los autos a nuestro alrededor era lo único que veíamos.

Llevábamos casi media hora en el auto y después de lo que me parecieron vueltas, terminamos en carretera.

Me acerqué más a Malcolm logrando que me abrazara. Hacia algo de frío, lo bueno es que había tomado mi suéter antes de subir a la camioneta.

-¿Ya llegamos?- pregunto Reese emocionado.

-¿A dónde vamos?- pregunto Malcolm seguid de su hermano.

- Ya se!- respondió Dewey.- iremos a Disneylandia!- supuso el niño.

- Es mil veces mejor que Disneylandia!- afirmo Hal sonriendo.

-Genial!- admitió Dewey

Después Reese y el hicieron una secuencia de apretones de mano, logrando que Malcolm los mirara confundido.

-¿Qué fue eso?- les pregunto Malcolm

-Un saludo secreto.- respondió Reese

Malcolm se giró a mirarme, lo podía ver en sus ojos, se sentía excluido.

-Ahora inventaron un saludo secreto de niños bobos.- murmuró Malcolm a mi.

-¿Dejaras que eso te afecte?- le pregunté alzando una ceja.

-Claro que no.- murmuró. - Ya casi lo tengo.- afirmó refiriéndose al saludo.

-Papá  es un genio! Papá es un genio!- corearon Reese y Dewey.

Si esos dos seguían así, a Malcolm le daría un ataque de celos.

(...)

Narrador

-Un Parador! Todos fuera de la camioneta, no miren a extraños a los ojos.- le dijo Hal a los jóvenes.

No hicieron más que detenerse en la gasolinera y todos bajaron de la camioneta en busca de estirar un poco las piernas.

Una vez que todos estuvieron fuera de la camioneta Hal miró a sus hijos nerviosamente. Realmente no había ningún regalo d Navidad especial, era algo que se había inventado para no quedar mal con sus hijos por los regalos que el había fabricado.

Lois quien ya sabía que su esposo fingian lo veía atentamente esperando una confesión.

-mira los deambular.- murmuró Hal "Feliz y Relajado".

Lois no respondió nada, sólo siguió mirando atentamente a su esposo.

-¿No quieres salir a..

- No!- respondió Lois interrumoendolo.

Después de más segundos de silencio y de incomodidad, Lois por fin habló.

-Hubieras dicho dos veces mejor que Disneylandia.- comentó la mujer.

-¿Viste sus obsequios Lois?- pregunto Hal.- ¿Qué se supone que haría?! Mis obsequios eran basura.- admitió Hal.- ¿Qué les ibas a dar?- le preguntó

-Bufandas.- respondió Lois

-Es mejor de lo que hice!- confesó Hal.- Subestime a los muchachos Lois, y se merecen pasar una genial Navidad.- afirmó.- ¿Cuánto dinero tenemos?- le preguntó esperanzado.

-Cero.- respondió Lois.

-Me refiero a todo, tarjetas de crédito, efectivo, cuentas, todo.- aclaro Hal.

-Menos quinientos doce dólares.- le afirmó Lois.

- Ay por amor de Dios!- se quejó Hal.- ¿Se te ocurre una buena razón navideña para ir a  vender sangre?- le preguntó pensando en una nueva idea.

She's My Girl || Malcolm In The Middle Where stories live. Discover now