She's My Girl || Malcolm In The Middle

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- La tienda de suplementos cada vez tiene menos calidad.- opinó Reese mientras caminábamos por el centro comercial.

Después de clases habíamos decidido venir a dar una vuelta por las tiendas.

Los tres teníamos nuestras mochilas mientras fisgoneabamos por el lugar.

Algunas personas nos veían raro, y la verdad es que posiblemente era mi culpa. Mi mano izquierda estaba entrelazada con la de Malcolm y la derecha con la de Reese. No quería que Reese se sintiera desplazado por el hecho de ir con nosotros.

-Uh! Ahí están!- exclame señalando la tienda de libros.

- Los esperaré por aquí.- afirmó Reese.

-¿Por qué no vienes con nosotros?- pregunté confundída

-Por que si entró a una librería mis maestros habrían ganado.- respondió

Vire los ojos y separe mi mano de la suya, así Malcolm y yo entramos la gran librería.

Después de comprar nuestros libros volvimos a casa, estábamos caminando directamente a el porche de su casa.

- Nos vemos más tarde.- me despedí.- Te amo.- le dije a Malcolm para después dar nos un beso en los labios.

Cuando me separe de Malcolm el susurro un "También te amo", lo cual me hizo sonreír. Mire a Reese junto a nosotros y la culpa, que por alguna razón me ataca últimamente, me invadió. Sin pensarmelo mucho me acerqué a él, tuve que colocarme de puntitas ya que es mucho más alto que yo, le Di un beso en la mejilla.

-También te amo a ti.- admiti en su oído.

Reese sonrió y después de eso me dirigí a mí casa.

(...)

Había leído que los deseos por saciarte te hacen hacer cosas que no creías posibles.

También recuerdo haber leído que hay un punto sin retorno en cuanto a una relación avanzada. La mente de nubla y ahora muchas de las cosas que piensas vienen involucrando a tu pareja.

Malcolm era mi punto sin retorno.

Besandonos en el baño de su casa, ¿Ilógico?, Claro que si. Eran de los últimos lugares en el que crei besarme con Malcolm. Hace un tiempo que nos habíamos besado en este mismo lugar y sus hermanos nos molestaron. Esta ocasión optamos por colocar el seguro a las tres puertas que tenía el baño.

- Me encanta como huele tu perfume.- admitió pasando su nariz por mi cuello.

-Tu me lo regalaste.- le recordé y después volvió a unir nuestros labios.

-Lo se.- susurro sobre nuestras bocas que seguían uniéndose.

Una de sus manos acaricio mi pierna hasta llegar más arriba. Sus dedos tocaron sobre mi ropa interior.

Estaba bastante húmeda, la excitación había hecho efecto.

Su dedo primero acaricio mis pliegues dándome leves espasmos de placer, afirme el agarre de mis manos en su cabello dándole a entender que me estaban gustando sus movimientos.

Gemi sobre sus labios cuando comenzó hacer los movimientos más rápidos.

-Son unos monstruos!- se escuchó el grito molesto de Hal. 

Mis gemidos se detuvieron y mi excitación bajo de inmediato.

-¿Dónde está su hermano?- pregunto de nuevo Hal.

Mis ojos hicieron contacto con los de Malcolm y ambos comenzamos a alistarnos para poder salir.

-Esta con Tn en el baño.- respondió Dewey.