Enamorada De Un Idiota (NaLu) #2

Capitulo 36

Sigue Narrando Natsu 🔥

Por primera vez en mucho tiempo me salió una carcajada sincera con Zeref y para mi mayor sorpresa Zeref también comenzó a reírse. Entonces paré en seco.

-Diablos tú también te ríes. -Me sonrió.

-Hacía siglos que no presenciaba esta imagen.

Ambos dirigimos la vista hacia la puerta del despacho y era nuestra nana. Ella nos cuidaba cuando mi madre tenía que estar con mi padre que era casi siempre. Era el único momento en que todos éramos tratados de la misma manera. Era una mujer ya bastante anciana creo que tenía unos 82 años.

-Me gusta verlos así de nuevo. Y ahora solo les queda limar asperezas. -Y se fue

Ambos nos quedamos con cara de tontos mirando a la puerta, esta mujer era de lo que no había.

-¿A qué venias? -Dijo Zeref después de carraspear incomodo.

-Quiero decirte que la boda es oficial porque Lucy pues... eso está embarazada.

-¿Qué está qué? Ves, si es que me preparas cada una Natsu...

-Lo sé. Esta vez te pido perdón porque ha sido culpa mía y solo mía me olvide del condón y bueno... ya sabes.

-Haremos una reunión invitando a nuestra familia, a la de madre, a la de padre y miembros representativos de las otras familias.

-Soy un segundo Zeref, no hace falta tanta parafernalia para anunciar mi matrimonio, cuando la boda de Jellal no hicimos nada.

-Tu matrimonio será la razón principal del evento, pero hay algo que debo hacer Natsu.

-¿Qué pasa? -Y volví a sorprenderme preocupándome por mi hermano.

-Natsu he estado hablando con Lucy en terapias y hemos llegado a una conclusión. El negocio me está absorbiendo demasiado y la causa de la mayoría de los problemas que hemos tenido entre nosotros ha sido que tú y Jellal han estado distanciados de este tema salvo en los clubes.

-No entiendo a donde quieres llegar.

-Les voy a ceder a cada uno de vosotros el 25% del negocio, lo manejaranlibremente sin que yo interceda, solo cuando sea necesario. Me daran cuentas cada trimestre sobre cómo va cada asunto que les toque.

No me lo podía creer Jellal y yo íbamos a tener participación en el negocio, aunque no quería reconocerlo tenía ganas de ser un Dragneell de pies a cabeza, quería tener mi parte en el negocio, quería sentirme importante por una vez en la vida. Esto era más de lo que podía esperar de mi hermano.

A mi mente vinieron recuerdos, recuerdos buenos, cuando éramos pequeños y padre no se enteraba nos pasábamos horas jugando, persiguiendo al perro de padre. Cuando fuimos un poco más mayores nos dedicábamos a mirar debajo de las faldas de las sirvientas hasta que mamá o la nana se daban cuenta y nos echaban la bronca.

Y si fue todo a la mierda por culpa de padre y esa estúpida mujer que logró distanciarnos. Entonces me di cuenta de que había estado actuando como un crío de dos años al comportarme así, porque Zeref hacía mucho que había perdonado todo, era yo el que le había guardado rencor desde hacía tantos años sin razón alguna.