DOS CHICOS AMÁNDOSE.
Cuando dos personas se aman, se forman poesías.
Cuando dos músicos, amigos, casi hermanos, se aman, se forman melodías.
Cuando esas dos personas comparten recuerdos, felicidades, tristezas: todo, incluso la vida, se forman ca...
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Facundo.
Me he sentado a contar las estrellas esta noche y a pensar en ti, mientras bebo un poco de whisky. No me creerías como cambia mi mundo con un poco de alcohol en el organismo.
Cada vez que acabo una copa, le cuento a una estrella uno de nuestros secretos y le doy un nombre. Tu eres Margarita, le digo a la última, contándole que cuando tu abuela murió no lloramos, tan solo sembramos margaritas en su jardín y le rezamos a ese Dios en el que ella tanto creía, porque estuviera bien, fuera feliz y no sufriera por nosotros.
Estoy sentado sobre el césped de esta casa que antes aguardaba tanto amor y en la que ahora tan solo se escucha el rumor del tiempo al pasar dejándome a un lado, en mi solitario puesto donde te espero con la firme esperanza de que volverás. Acongojado me encojo por el frio que se cuela por mi suéter, ya casi llega el invierno, sin embargo, no entro a casa, no quiero hacerlo, no quiero parar de contar estrellas, tomar whisky y pensar en ti.
Aunque la casa ya no suene a canciones ni a risas juguetonas, este es el único recuerdo al que aun puedo aferrarme después de tu partida. Ha pasado tanto tiempo, tantos segundos, minutos, horas, días y meses de tu huida que empiezo a creer que todas las caricias, los besos y el amor son producto de mi imaginación y que acabo de levantarme de un letargo sueño tras una resaca colosal.
Acabo otra copa y esta vez nombro a esta estrella con tu nombre, Joaquín. Aunque lo dudes, tu siempre estás en mi memoria, durante meses no he dejado de pensar en ti.
Joaco, pienso mientras cuento estrellas, pesares, recuerdos, dolores y felicidad. No creo acabar jamás de contar.
Consumo el polvo de tus sueños y estornudo dolores por doquier.
¡Ay, cuanto te extraño, mi mariposa perdida!
Veo tu sombra en el cielo, intento alcanzarte, pero te pierdes entre estrellas, te vas y me dejas un sinsabor en la lengua, los labios fríos en busca de los tuyos, mientras la piel me quema en ausencia de tus caricias. Tu recuerdo es intenso, se siente al recordarte, como erizas cada vello de mi ser, pero a la vez, es tan violento recordarte, porque ya no recuerdo con exactitud lo que es besarte o el tono exacto de tu voz al despertar, te me esfumas de la memoria por retazos tan pequeños que se me es tan imperceptible que te olvido, hasta que pienso en ti y algo cambia en mi al hacerlo.
¡Ey, ya no recuerdo el sonido de tus gemidos!
Esta espera en tu nombre es infinita, siento que nunca termina.
Le cuento a una estrella nuestro último secreto, antes de resguardarme adentro, tu eres las nubes y yo soy el sol.
Quiero volver a casa, pero no encuentro fuerzas, el mundo se me tambalea, así que empiezo a contar una vez más.
1,2,3... ya tu no estas.
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Nueva edición: Mayo de 2024.
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