𝑰 𝑳𝒐𝒔𝒕 𝒀𝒐𝒖 𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐

𝑻𝒉𝒊𝒓𝒕𝒚-𝒕𝒘𝒐

Advertencia:

Éste capítulo contiene explícitas descripciones de lesiones, muertes, violencia y torturas en el campo de batalla, si es sensible sobre alguno de éstos temas o no son de su agrado, se aconseja no leerlo.
Se ruega discreción por parte del lector.

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Las manos no dejaban de temblarle. Elizabeth podía sentir como el miedo comenzaba a apoderarse de su cuerpo a medida que su respiración se agitaba, sabía que otro ataque se acercaba, necesitaba calmarse, debía respirar tal como le enseñó Draco.
Draco...él era la razón de su temor, la causa de sus nervios. Cerró sus ojos con fuerza intentando pensar en algo más, para detener sus temblores y calmar su respiración. Hasta que sintió como una dulce mano tomaba la suya, haciéndola abrir sus ojos.

La pelinegra le ofrecía una preocupada mirada, acompañada de una suave sonrisa __ está bien Beth...respira conmigo ¿sí?__ dando un leve asentamiento ambas comenzaron a contar hasta que el ataque se esfumó y sus latidos se tranquilizaron.

__Gracias...__ susurró Elizabeth aún sin soltar la mano de la pelinegra

__¿Son frecuentes?...

Lizzie fijó su vista en el sol, que se apreciaba desde la ventana del cuarto de Luna. No faltaba mucho para que atardeciera __ cada vez más...__susurro. Un suspiro escapó de sus labios__ estoy tan cansada...

La rubia se sentó en la cama junto a las dos chicas __ ¿intentaste con oclumancia?

__No a todos les funciona Luna...__ Pansy aclaró.

__ Lo sé pero...no es mala idea intentarlo, tal vez le sirva...

__ Supongo que podría probar...__ acepto la morocha

__ En ese caso...debes hablar con Draco o con el profesor Snape... __ reveló la pelinegra__ ellos son los mejores oclumantes...__Un ensordecedor estruendo interrumpió su conversación, seguido por un desgarrador grito de agonía. Las tres chicas se pusieron de pie al instante sacando sus varitas. Explosión tras explosión, el suelo temblando bajo sus pies__ están aquí...__ las palabras de la pelinegra salieron en un susurro ahogado bajo el zumbido de hechizos al otro lado de la puerta.

Un escalofrío recorrió sus columnas cuando una aterradora risa burlona comenzaba a escucharse más fuerte, casi por instinto Elizabeth lanzó un encantamiento sellador en la puerta intentando ganar tiempo__ ¿ qué vamos a hacer?...no va a resistir por mucho tiempo y se están acercando...

__Necesitamos salir de aquí...__ susurró la rubia. Alguien comenzó a forcejear la cerradura. El miedo y la desesperación estaban apoderándose de ellas.

__¿¡Por dónde!?...no hay otra salida__ exclamó Elizabeth, la mano que sostenía su varita tembló al escuchar un aullido lejano.

__Escuchen...hay que salir de la sala común...__ la pelinegra blandió su varita hacía la puerta __ no se separen y estén alertas...ellos no...

La puerta estalló envolviéndolas en una nube de polvo. Un incesante pitido se instaló en los oídos de Elizabeth. Estaba desorientada, sus movimientos eran lentos y su respiración pesada cuando un hechizo rozó su rostro haciéndole una pequeña herida en su pómulo.

El polvo se disipó y ella observó cómo dos mortifagos lanzaban maldiciones hacía Pansy y Luna, rápidamente retomó la compostura lanzando un encantamiento, dislocándole el hombro a uno de los atacantes. La pelinegra aprovechó su distracción para desmayarlo, mientras que Beth petrificaba al otro hombre quién estaba ocupado en su duelo con Luna.
Gritos provenientes de la sala común chocaban en las paredes de lo que antes fue la habitación de la rubia.