LOS PASOS DE MIS PADRES (amar o no amar 2)

PARTE 28: HOSPITAL

::NARRA ALEX::

Tras el jaleo de la noche anterior, el robo y todo lo demás, el barrio acabó lleno de patrullas que investigaban, noche y día las entradas y salidas de la calle. Tuve que dar mi nombre y algunos datos para poder sacar a Marian y a la pequeña Blair, pues ambas tenían que ir a estudiar.

Pedí a la profesora de Blair que la vigilará y me apunté con un papel que había firmado Megan esta mañana para que me dejaran recogerla, así nadie me tacharía de extraño cuando fuera a recogerla. Cuando la pequeña entró en la escuela volví a mi casa, donde Megan esperaba mi llegada. Con todo los sucesos que habían ocurrido, no saldría de la casa en unos días más que para lo necesario, después de todo, las llamadas se desviaba a mi casa y solo necesitaba un portátil para poder trabajar.

Fue reconfortante tenerla durante toda la mañana conmigo, sentada en mi regazo y agarrando las llamadas que llegaban como locas en busca de un hueco, cita o compra venta de acciones en bolsa. Tanta parafernalia de locos que persiguen el dinero como si este fuera la base de toda la felicidad del mundo, idiotas, ni siquiera se dan cuenta de que no todos los tesoros son de oro y plata… yo tengo muchos tesoros que valen mil veces más que todas mis pertenencias juntas.

Ya a mediodía, me llamó Marian, eso sí que era raro… ella no suele llamarme en horario de clases. Tomé la llamada con atención, pues siempre que se trata de ella, el corazón me da un vuelco.

- ¿Qué pasa pequeña?.- pregunté antes de escucharla llorar.- Mari, eeeh eeeh, tranquila, respira y cuéntame qué ha pasado.

- Nico… él… vino a por mí… quería que le explicara lo de Ash.- comenzó a decir mi pequeña chiquitina entre sollozos.- Asher me defendió… y… yy… 

- ¿Sigues en el colegio?-pregunté de nuevo y me mantuve en silencio hasta que me contestó con un tembloroso sí.- Voy a buscarte ahora mismo, me contarás lo que pasó y lo solucionaremos. 

- Está… está bien… - Dijo mi hermanita antes de colgar la llamada. 

Rápidamente le conté lo que había sacado de esa conversación a Megan e insistió en que me acompañaría. Me pareció una buena idea, así que accedí y me preparé mientras marcaba otro número en mi teléfono móvil. Si esto iba más allá de una simple disputa en clase, necesitaría un leve apoyo.

- Mamá, sí… no… solo necesito que me digas el número de ese socio tuyo… exacto, el abogado.- Dije mientras me ponía los zapatos y me colocaba el reloj en la muñeca.- Gracias, mándamelo cuanto antes, por favor… ah… y cuando vuelvas del viaje tenemos que tener una reunión familiar. Gracias… 

El teléfono del abogado llegó y lo llamé ya cuando estaba en el coche, aunque tuve que interrumpir la llamada para hablar con el capitán de la policía. Este se ofreció a acompañarnos cuando supo lo ocurrido en el instituto. Llegué mucho más rápido gracias a la escolta policial que nos seguía desde la calle en la que vivo, y cuando entré en la sala de la directora, Megan corrió hacia mí llorando desconsolada. 

La abracé como bien hermano mayo y mi mano acariciaba su cabeza con tranquilidad. Me fijé en el moretón de su brazo y una rabia descontrolada comenzó a crecer en lo más profundo de mí, aún así, pude controlarme lo suficiente como para no ir a buscar al ex novio de mi pequeña hermana.

- Marian, este es el capitán de la policía de la ciudad, él te escuchará y pondremos una denuncia como dios manda. Esto se solucionará sí o sí.- Dije intentando permanecer tranquilo.- ¿Dónde está tu amigo? Iremos a verle, también pondremos una denuncia por él… ¿de acuerdo?

- Sí… Asher está en el hospital, le dieron muy fuerte con un bate de béisbol.- Dijo Marian más preocupada por él que cualquier otra cosa, me estaba matando verla así.- Quiero ir con él.