Alex y Marian Sanders son los hijos de Gema y Lion Sanders.
Esta vez seguiremos de cerca los pasos de Alex, el hijo mayor de la pareja que protagonizó la precuela de esta historia. Veremos como huye, pelea, juega y hace de las suyas mientras descubr...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al día siguiente voy a clase como cualquier otro día, como si no pasara nada en mi mundo o a mí alrededor, soy como cualquier otro chico, paso de lo que hay y me quedo con lo que me interesa. No me importa quién agonice o quien sufra, odio todo lo que no es necesario y protejo lo que me hace falta, lo que quiero, a mi familia.
Mi madre no ha dejado que yo lleve a Mari al colegio, dice que es para quitarme algunas cosas de encima estos días, así que cojo un atajo para ir al instituto, no quiero entrar, pero tengo que hacerlo, me concentraré en las clases y no moveré ni un músculo por nadie, a no ser que sea Yaris.
Entro en clase viendo como todos se quedan callados, apenas me doy cuenta de que el profesor ya ha llegado, este pasa de seguir con la clase a mirarme con desprecio y miedo a la vez. Solo me dice una frase, suficiente como para que vuelva a salir de clase. Me ha mandado al despacho del director, supongo que van a expulsarme durante un tiempo.
Toco en la puerta del despacho del dueño y señor del centro para tener su respuesta unos segundos más tarde. Entro en cuento me da permiso.
- Siéntese.- dijo el director, a lo cual obedecí sin rechistar.- En esta semana ha causado muchos accidentes, peleas y agresiones a otros alumnos, tanto mayores como menores que usted.
- Todos se lo merecían, señor.- dije en mi defensa.
- Tengo entendido que tres de ellos pegaros a uno de sus amigos, Yaris Grayson... entiendo que lo haya defendido... dice mucho de usted... pero creo que una conmoción, un shock por una patada en las partes blandas y otro shock aunque esta vez respiratorio es un castigo desmedido ante un ojo morado.
- Entonces tenemos opiniones diferentes, señor director.- le digo seriamente.
- También he sido informado de varios acontecimientos en la calle, también contra alumnos del centro... según el informe médico uno de ellos fue mordido hasta sangrar, le faltaban hasta trozos de carne... y el otro está en coma.- dice el profesor horrorizado.
- Iban a forzar a una chica de mi clase, y esta vez no creo que fuera un "castigo desmedido"
- Pero si no me equivoco no era cosa tuya el tomarte la justicia por tu mano.- me regaña el director.- ¿Y qué me dice de la última pelea?
- Mmm... la del pijo.
- Es señor Claymore está ahora mismo en cirugía, le ha roto la nariz, le ha provocado una aneurisma cerebral de la que estará años recuperándose y estará comiendo con una pajita varias semanas por los daños provocados en su estómago.- dice el director con desdén.- ¿Eso es autocontrol, Sanders?
- Podría haber sido mucho peor, podría haberle matado por lo que hizo.- le digo muy seriamente.- Tendría usted que vigilar como hablan y lo que hacen los demás, si ellos fueran civilizados yo no sería tan salvaje... ¿Va a expulsarme por proteger a mis amigos?
