Capítulo 12

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Visitas inesperadas.

5:42pm

Ninguna noticia sobre Alice, ni un mensaje, ni una sola llamada, nada, era como gritar auxilio a un acantilado vacío.

Estaba sentado en la sala, viendo el televisor apagado, solo esperando, no podía hacer más nada, ni siquiera podía salir, me sentía tan impotente, el peor momento era cuando pensaba en donde podría estar Alice, la imaginaba caminando sin rumbo en la calle, y en los peores casos, encerrada en un depósito, secuestrada por algún maldito degenerado que aprovechó el caos de la situación en la escuela y tomó a la más indefensa... No, yo debí estar allí, no debí haber esperado a que Elizabeth llegara para ver las noticias, si hubiera llegado unos minutos antes tal vez esto no estuviera pasando, pero pasó.

Debía encontrar a Alice y no tenía ni idea de por donde empezar.

Seguro Morgan sabría donde está, seguro si ella estuviera aquí ya habríamos resuelto esto, maldita sea, le he fallado otra vez.

— Perdón, perdóname Morgan, no fue mi intención—Susurré casi entre sollozos— No quería que esto pasara, te prometo... Te prometo que la conseguiré, lo juro, no descansaré hasta encontrarla.

3 golpes sonaron en mi puerta, y mi corazón se detuvo, giré mi cabeza hacia ella pero no me moví, no pude ponerme de pie e ir a abrir la puerta, imaginaba a un policía del otro lado de la puerta esperando para darme una noticia devastadora, imaginaba a Alice, asustada, tocando la puerta, esperando impacientemente que le abriera, esto era un banquete para mí ansiedad, seguía observando la puerta, esperando que volvieran a tocar, mi respiración se entrecortaba cada vez con mas frecuencia.

— Nate, soy Violet, ábreme.

Se escuchó del otro lado de la puerta, y finalmente, pude respirar. Caminé hacia la puerta y abrí, Violet lucía preocupada, pero yo solo sentí un gran alivio al verla, sabía que vendría a ayudarme con Alice.

— Vi, por Dios, nunca me había alegrado tanto verte. Dije, mientras la abrazaba.

— Escuché tu mensaje.

— Entonces, ¿Por qué no me respondiste?

— Tuve un problema, estaba con Derek.

— ¿Con Derek?

— Si, Nate, escúchame...

— ¿Estabas revolcándote con Derek mientras yo estaba aquí muerto de miedo por mi hija perdida?

Al instante de haber dicho esas palabras me arrepentí, pero ya había sentido el calor de la bofetada de Violet en mi mejilla.

— Ni se te ocurra volver a referirte de esa manera a mi vida privada, no tienes ningún derecho, vine aquí para ayudarte, porque sé que tienes un problema, pero si vas a tratarme así y justificarte solo por la situación, entonces, vete a la mierda. Dijo Violet mientras se daba la vuelta y salía de la casa, la tomé por un brazo para no que no se fuera.

— Vi, vi, tienes razón, perdón, por favor... No te vayas. Por favor. Le supliqué.

— Está bien, cuéntame, ¿Qué sucedió?

— Fui a la escuela, ella no estaba, Violet, estoy seguro de haberla llevado.

— Lo sé—Dijo mientras pasaba su mano por mi brazo— Continúa.

— Fui a la policía, no me dejaron poner la denuncia de desaparición, y me dijeron que no volviera a ir, que no debía salir de casa.

— Okey, Nate, escúchame...

— No se qué está pasando, no se quién pudo habérsela llevado, esto no puede ser—Dije, llevando mis manos a mi cabeza con furia— Es tan injusto.

— Nate... No puedes seguir así.

— No, no puedo, necesito encontrarla.

— No, Nate—Dijo mientras acunaba mi rostro en su mano— Estas mal, necesitas ayuda, necesitas seguir...

— ¿Seguir adelante? —Dije interrumpiéndola— ¿Eso ibas a decir? ¡ES MI HIJA! Está perdida, está por allí en algún lugar, asustada—Mi voz se quebró— ¿Qué mierda pasa contigo? ¿Tanto te molesto que interrumpiera tu estúpida cita? Si no quieres ayudarme, está bien, pero no actúes como si lo que pasa no fuera importante, no me digas lo que debo hacer cuando ni siquiera sabes lo que está pasando. Añadí, la miraba con desprecio, Violet tenía los ojos cristalizados, pero la rabia inundaba mi cuerpo, mi respiración acelerada, mis manos sudaban, ¿Para esto vino? ¿Para hacer como si nada estuviera pasando?

Otros toques en la puerta, ¿Quién mierda era ahora? Caminé hacia la puerta y abrí, Dalia, por Dios, había olvidado que la había invitado, intenté calmarme, tragué grueso y hablé:

— Oh, Dalia, pensé que vendrías a las 7. Dije mientras veía la hora en mi teléfono, 6:31pm.

— Cerré antes, no imaginé que estarías ocupado. Dijo, mirando a Violet a través de mi hombro.

— No no, no te preocupes—Volteé mi mirada hacia Violet— Ella ya se iba.

Violet salió, chocó mi hombro con el suyo con rabia y noté que miró a Dalia de reojo, caminó hasta su auto que estaba aparcado en frente del de Dalia y entró en el.

Dalia y yo entramos y mientras cerraba la puerta dijo:

— ¿Esa era Violet?

— Si... ¿Puedes creer que vino a hablarme de Alice, y salió con un "necesitas seguir adelante"?—Dije, enojándome de nuevo al recordar lo que dijo Violet— Disculpa, es que estoy un poco alterado, ven, siéntate. Dije señalando el sofá de la sala.

— Okey, ¿Qué sucedió con Alice?

Recuerdos Vacíos ©Where stories live. Discover now