Besos y lágrimas

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La reunión se retomó la mañana siguiente. Les tomó varias horas elaborar una lista de personas de confianza con quien podrían contactar para empezar a desarrollar el plan. Al mediodía el emisario interrumpió la reunión anunciando que tenía un recado para la subcomandante Rheinberg. Ella se levantó de la mesa y salió de la sala. Cuando volvió a entrar unos minutos después tenía el ceño fruncido.

Saben que estáis aquí. - dijo Anka mirando a Armin. Armin se puso blanco y miró a Historia.

Como puede ser... Solo unos pocos estábamos informados de estas reuniones - dijo la Reina.

Es probable que nos hayan seguido, los altos estamentos militares no se fían ni de su propia sombra - respondió Anka - Seguir reuniéndonos es peligroso para todos. Deberemos retomar las conversaciones más adelante.

Pero, ¿y que pasa con vosotros? - preguntó Connie - ¿Os pueden acusar de insurrectos?

No pueden demostrar que hemos estado negociando... - dijo Anka - Creo que podremos convencerles de que vinimos a intervenir la reunión. Y no se atreverán a contradecir a la Reina.

Me encargaré personalmente de que refuercen vuestra vigilancia - dijo Historia mirando a los chicos y a Kiyomi.

Agradecemos que pese a todo os hayáis arriesgado a reuniros con nosotros - le dijo Armin a Anka - Espero que podamos avanzar cada uno por su cuenta y volver a reunirnos dentro de un tiempo con mejores noticias - El chico le extendió la mano y ella se la estrechó. El grupo de militares salieron de la sala.

Será mejor que esperéis un par de horas antes de marcharos - dijo Historia preocupada. Los chicos asintieron. - Uno de mis automóviles os llevará hasta la residencia de los Azumabito. Esperad noticias mías allí y procurad no moveros en los próximos días.

La comitiva real se retiró y se quedaron los cuatro solos en el salón de reuniones.

Al menos hemos podido avanzar algo respecto al último viaje... - dijo Connie intentando ver el lado bueno de la situación. Se quedaron otra vez en silencio.

Voy a subir a la azotea a tomar aire - dijo Armin con el semblante preocupado.

Te acompaño - le dijo Connie siguiéndole.

Los dos chicos subieron las escaleras hasta el último piso del gran edificio portuario. Una vez fuera Armin inspiró profundo.

Parece que damos un paso hacia adelante y dos hacia atrás... - dijo el rubio claramente decepcionado. Connie le palmeó la espalda. Los dos miraron hacia el puerto y vieron a las gaviotas volando bajo sobre el mar.

A Connie le llamó la atención un hombre de negro en una de las pequeñas barcazas amarradas en el puerto. Des de allí arriba se veía pequeño pero le pareció...

¡Cuidado! - Connie empujó a Armin justo a tiempo para evitar que una bala le diera en plena frente, pero la bala se insertó en el hombro izquierdo del chico. Una segunda bala le pasó silbando junto a la oreja.

Kiyomi y Jean estaban en silencio en la sala de reuniones cuando escucharon los dos disparos. Jean se levantó de un salto y miró a su alrededor. Kiyomi se había puesto blanca. El chico salió corriendo a buscar a sus amigos, subió las escaleras de dos en dos y cuando llegó a la azotea vio a Armin sentado con las piernas extendidas y apoyado contra el muro de la terraza. Connie le sacudía para que se mantuviera despierto.

¿¡Qué ha pasado!? - Jean se quedó estupefacto, pero enseguida corrió hacia ellos. Kiyomi llegó inmediatamente después y al ver la escena salió corriendo a buscar ayuda.

Alguien ha disparado des del puerto - dijo Connie con las pupilas muy dilatadas - Poco más y le atraviesan la cabeza...

Jean se rompió una costado de su chaqueta e hizo lo que pudo para tapar con fuerza la apertura de la bala en el hombro de su amigo. Armin tenia la camisa empapada en sangre.

Natsukashii  (Jeankasa Storie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora