Compromiso

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Cuando Jean, Connie y la Señora Azumabito estuvieron de vuelta, Armin les esperaba ansioso por saber el avance de las negociaciones. Para él había sido duro tener que delegar en sus amigos y mantenerse al margen. En los últimos días había recuperado bastante la movilidad y estaba listo para volver al trabajo.

Los tres pusieron al día de lo acontecido al resto, eran buenas noticias y debían comunicarlas cuanto antes al resto del Comité. Les llevaría un par de días preparar el viaje de regreso al continente.

Mikasa llamó la atención de Armin para que se apartara del resto del grupo.

¿Va a ser hoy? – le preguntó ella. Su amigo estaba inquieto.

Verás Mikasa, quizás debería esperar a que regresemos al continente, porqué... - su amiga le interrumpió.

Armin. Todo irá bien. – le sonrió fraternalmente la chica. Él tomó aire y respiró profundamente tratando de calmarse. Finalmente asintió.

Será al atardecer. ¿Podrás entretenerla hasta entonces? – le dijo su amigo.

Yo me ocupo de eso, tu tenlo todo listo – y los dos volvieron a sus tareas disimuladamente.


A media tarde Mikasa encontró a Annie leyendo en el jardín. En realidad sabía que la chica estaría allí y la estaba buscando a propósito, pero disimuló fingiendo que pasaba por allí por casualidad.

Estaba pensando que podríamos entrenar juntas – le dijo acercándose a donde estaba sentada – En realidad estoy un poco cansada de competir siempre contra mi misma... - Annie levantó la mirada del libro y miró a Mikasa extrañada. Dudó un segundo, pero pensó que podría ser divertido rememorar viejos tiempos, y sin duda era la única rival a su altura. Annie sonrió levantando una ceja.

¿Estás segura? – dijo ella – La última vez casi no lo cuentas... - Mikasa sonrió negando con la cabeza.

Creo que no recuerdas bien lo que pasó aquel día... - dijo ella con sorna. Annie se levantó y las dos chicas empezaron a andar hacia los prados del exterior de la ciudad, donde Mikasa solía entrenar.

Armin las vio marcharse a través de la ventana. Se giró y miró a Jean y a Connie que le observaban expectantes.

Ya se han ido. Mikasa dijo que la mantendría ocupada hasta el atardecer. – les dijo el chico algo nervioso. Connie se acercó y le dio una palmada en la espalda.

¡Vamos Armin! No es para tanto -  le sonrió divertido.

Venga, vuelve a ensayarlo – le insistió Jean. Armin tomó el papel de su bolsillo donde había apuntado con todo detalle lo que iba a decir, pero Jean se lo arrebató de las manos – No te hace falta.

Armin respiró profundamente y cerró los ojos.

Annie, des de mucho antes de que despertaras... No, - se corrigió – des de que te visitaba en la celda hace... No. - se detuvo otra vez y miró a sus amigos con expresión de pánico – ¡No puedo! Voy a quedarme en blanco y va a ser un desastre.

Connie y Jean se miraron compadeciéndose de él. Jean le devolvió el papel.

Entonces no digas nada. Solo se sincero, dile que la quieres y pídeselo. – le dijo él intentando reconfortarle.

¡Y bésala! – dijo Connie agarrando a Armin como si le fuera a besar mientras él se resistía y los tres se reían.


Las chicas regresaron a la hora que Armin y Mikasa habían acordado. Estaban magulladas, despeinadas y con la ropa manchada por la pelea, pero parecían contentas cuando Jean las vio llegar.

Natsukashii  (Jeankasa Storie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora