X La llamada

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A la mañana siguiente, con algo de dificultad salí de la cama, no fue para tanto, por lo que no me moleste mucho para llegar a la cocina y preparar algún desayuno

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A la mañana siguiente, con algo de dificultad salí de la cama, no fue para tanto, por lo que no me moleste mucho para llegar a la cocina y preparar algún desayuno.

Eran las seis y media, y sin esperar mucho, la puerta principal se abrió dejando a la vista a Den, quien se despidió de Uraume con un beso en la mejilla y cerro. Cuando me vio no tardo en esbozar una sonrisa y correr hacia mi abrazando me.
-Hola mama- dijo alegre, Sonreí correspondiendo- ¿y papa?- pregunto sentándose en una de las sillas altas de la barra.

-Levantándose- dije sin problema, mire el reloj y rodee los ojos- o durmiendo- dije divertida- aquí tienes tu desayuno, come y ve a cambiarte que tienes escuela- dije secando me las manos.

-Ya lo se mama- se quejo, Sonreí y dejando el delantal fui al cuarto. En efecto el pelirosa estaba durmiendo, divertida me acerque y me subí a horcajadas arriba suyo.

Se removió un poco, a los segundos entre abrió uno de sus ojos y esbozo una sonrisa al verme. Tomo mi cintura con sus brazos y me inclino a su rostro. Reí cuando me tiro de costado abrazandome, para seguir durmiendo.

-Cinco minutos mas- hablo somnoliento, reí por aquello.

-Nada de cinco minutos, tienes que levantarte, hay que llevar a Den a la escuela y nosotros a trabajar- hable con firmeza. Lo escuche quejarse y sentí cuando aparto sus manos para levantarse.

Literal, estaba desnudo mientras caminaba de un lado a otro de la habitación buscando su ropa en los muebles, me mordi el labio inferior cuando buscaba de metros del armario una camisa, ver su ancha espalda con músculos rasguñada junto a las marcas, y sumándole que si baja as la vista un poco podías ver ese redondo trasero me hacia fantasear.

-Deja de comerme con la mirada, se siente raro- dijo mirándome de reojo.

-Eres el menos indicado para decirlo- me queje, salí de la superficie acolchonada y me dirigí a la puerta- además, yo no ando de un lado al otro desnuda- dije para liego salir, lo escuche soltar una risotada.

Una hora después ya estábamos los tres en la escuela de la menor, se bajo del auto y fue hacia donde Sukuna para darle un beso en la mejilla y luego se dirigió a mi puerta.

-Ma, ¿me acompañas a la puerta?- pregunto, con algo de curiosidad asenti, la acompañe y sin esperarmelo me rodeo con sus brazos, no entendí el acto repentino pero correspondi- no le digas a papa, pero te quiero mucho mas que a él- dijo en susurro.

-No se lo diré- Murmuré , la mire a los ojos y coloque mi dedo meñique, ella lo agarro con el suyo sonriendo- es una promesa- hable. Sonrió y se dio la vuelta no sin antes dejar un beso en mi mejilla.

Volví al vehículo donde Sukuna no pregunto nada, y nos fuimos. No había nada de extraño en el día. Todo iba común, no fue hasta que en un momento que volví del baño, y revisar mi celular, la llamada de un numero desconocido de desconcertó.

No preste atención, seguí apuntando y organizando cosas en la computadora, analizando horarios y en ocasiones guiando a maldiciones de grados altos hacia donde deseaban ir.  Sentí el teléfono a mi lado sonar, por lo que gire la cabeza un poco para saber quien era.

Satoru. Se leía perfectamente en la pantalla, frunci el ceño. Hacia tiempo que no me mandaba mensaje, no contestaba mis llamadas desde que había reducido llamadas perdidas suyas la ultima vez.

-Satoru, que...- no logre terminar, me había interrumpido.

-¿A quien hubieras elegido de entre a mi o Sukuna?- pregunto, notaba su voz seria pero con duda, no entendí su pregunta, también , sentí alteración.

-¿A que te refieres?- pregunte con duda.

-Se que entendiste la pregunta, solo responde- se lo notaba medio suplicante, aun así, sabia que estaba serio, era como si quisiera analizarme con palabras. Suspire.

-Eres mi hermano, parte de mi familia, pero... si tuviera que elegir, siempre lo emitía a él- respondi con sinceridad. Lo escuche suspirar del otro lado-¿A que se debe la pregunta?

-¿Y si la única forma para salvar al mundo era exorcizandote a ti y a Sukuna hace siete años? ¿que hubieras elegido?¿que hubieras hecho?- notaba la tensión, mi corazón comenzó a acelerarse.

No entendía porque de sus preguntas, mire el techo pensando la respuesta, sonrei triste, fue un pregunta que siempre tuve respondida. La había pensado hace siete años atrás, luego de que Den naciera.

-Te diría que le recordaras a Den todos los dias, el que sus padres la amaban mucho respondi- pero...¿Que pasa, Satoru? Te noto serio por mas que sea llamada. Suspiro del otro lado.

Hubo un momento de silencio que se me hizo horas. Hasta que respondió.

-Tn... no confíes en los hechiceros- soltó de golpe, truncó el ceño al no entender.

-¿Que, a que te refieres?No entiendo Satoru-  con nerviosismo, sentía que algo no iba bien, y todo empezó desde que dejamos a Den en la escuela-¿Que esta pasando? Hace como un mes o mas que no hablamos y ahora llamas para esto...

-No confíes en nadie Tn- dijo, lo escuche suspirar- y meno en mi- dijo ultimo, su voz se notaba apagada. Mi corazón latió con fuerza.

-Satoru, ¿Que....

-Tio Satoru, ¿a donde iremos ahora?


☠Shi no namae☠ - Sukuna Ryomen [II]✔Where stories live. Discover now