XV Problemas 2/2

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No lo sabía

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No lo sabía. Nadie allí sabía a que se refería en concreto la pregunta que había hecho el azabache, sólo estaba claro para si.

- Megumi....

- Hace siete años..- interrumpió el azabache- hace siete años frente mío había un hombre que buscaba con desespero una cura para quitarle una maldición a su hermana- comenzó a decir.

Todos escuchaban atentos. Conocían parte de la historia cuando Fushiguro se los había explicado al nacer Den en aquel sitio desolado. Mientras que Satoru se encontraba sellado.

- Y no sólo tu... porqué yo y Yaga también te ayudamos a buscar una solución... créeme que no fuiste el único... por qué tus antepasados también buscaban la forma de salvarla...- dejo de mirar el suelo con tristeza y levantó su vista al albino- el día que Itadori se trago el dedo de Sukuna haciendo que reencarnara lo sentimos...¿Te acuerdas?

El albino bajo su mirada al suelo. Las breves imágenes como flashback se cruzaban. Recordó aquel día.

Luego de haber llamado a su hermana con la excusa de que quería estar con ella hasta su cumpleaños y el que ayudaría a Megumi con volver a sellar los dedos de Sukuna pasaban.

Recordó el día en la escuela. Cuando le pidió a Itadori el que dejase salir a la maldición sólo para comprobar una cosa. Una simple cosa.

Aquel ente estaba dispuesto a matarlo pero al ver a la joven albina, su objetivo cambio drásticamente. Y pareció... como si nunca hubiera tenido al rey de las maldiciones, sino... a un simple humano que sufrió siglos para estar devuelta con su amada.

- Ese día tuviste que elegir...- seguía sin apartar la mirada del albino- o elegias al mundo, dejando que ella muriese... o elegias que Sukuna la salvará.. con la posibilidad de que destruyera todo... ese día... elegiste a la familia antes que al mundo... ahora te contradices.

- No entiendes- dijo con desgana el albino.

-¿No entiendo que? ¡¡Explicaté!!- hablo arto.

-¡¡¡ Si no la exorcizaba el mundo se destruiría Megumi!!- contestó.

- ¡¡¡Aún así hubiera preferido el pasar lo último que quedaba de mundo a su lado en lugar de matarla!!!- contestó en casi un grito.

- Bueno te felicito, pero yo no soy tu- hablo con ironía el más alto.

- No se si haces esto por el bien de todos, pero estoy más que seguro de que el ego se te subió a la cabeza como no tienes idea Satoru Gojo...- escupió sus palabras- y sigo sin entender el como en algún puto momento de mi vida te considere como un padre.

Al decir aquellas palabras, la mueca de enfado en el rostro del albino se desvaneció. Todos miraron con sorpresa al azabache. El labio del albino temblaba.

- Si yo fuera ella..- dio media vuelta para irse- también hubiera entrado en guerra- murmuró, miro de reojo al albino- no cuenten conmigo está vez- sin más, comenzó a irse de aquel sitio.

El resto miraba como el azabache se marchaba. Nadie podía detenerlo, pero le tenían envidia. Era el único allí presente que tenía la opción de elegir que quería hacer, el resto devia participar por más que no quisiera.

-Chicos yo...- miro al resto de ex alumnos.

- Sabía que eras el chamán más fuerte- comenzó a hablar Maki- pero tambien creo que también el más imbécil- con un suspiro volvió su marcha hacia una sala donde debían de ir.

Panda e Inumaki la siguieron sin decir nada. Okkotsu miro al más alto. Abrió la boca para decir algo, pero no hablo sólo calló sus palabras y paso de él en silencio.

Cuando ellos desaparecieron por una de las puertas del pasillo miro a Nobara e Itadori. La chica con enfado no tardo en acercarse a paso firme con su rostro enojado mientras soltaban lágrimas.

Levantó su puño con la desición de golpear al albino. Pero paro su acción mientras más lágrimas salían de sus ojos, bajo la mano y tapó sus sollozos con sus manos y a paso apresurado entró a donde fueron los demás.

Sólo quedaba Itadori.

- Yuji...

-¿Cómo sabías o sabes que Den provocaría algo tan grande como la destrucción del mundo?- pregunto- ya que estoy seguro fue hace poco, sino... siquiera hubieras dejado que naciera...

- Encontraron una profecía escrita por una maldición, era al parecer... sería como el abuelo de Sukuna... de la época donde las maldiciones gobernaban el mundo-explico.

Yuji asintio. No dijo más sólo paso del más alto y desapareció por aquella puerta. Dejando al albino sólo con todos sentimientos quebrantados.

¿Creían que no le había costado aquello?¿Creían que no le dolía el hecho de matarla?¿Creían que no se arrepentia? Ya era tarde de todas formas, se enfrentaría a una guerra de la cual no estaba seguro si los hechiceros ganarían.

¿Enserio Den provocaría la destrucción mundial... o había sido él?

Narra Tn

Abrí los ojos con pesadez. Delante mío sólo las leves llamas de la chimenea iluminaba la habitación. Miraba al fuego. Los distintos colores, naranja, rojo y amarillo mezclándose era lo más entretenido e interesante que podía verse.

Sentí perfectamente el como unos brazos me rodeaban por la cintura atrayendome a un cuerpo más grande al mío. Mi espalda choco con su torso desnudo mientras su respiración relajada la sentía sobre mi nuca.

Acaricie sus manos con delicadeza. Me había costado hacerlo dormir anoche. Estaba segado por la ira y tristeza. Por lo menos ahora podía adentrarse a un mundo diferente en el que quizás aquellos sentimientos no estaban.

Estuve media hora acostada viendo las llamas aproximadamente. Luego con suma delicadeza y sin despertarlo, pude salir de su agarré, me cambie con algo cómodo y me dirigi a la cocina.

Preparé un leve desayuno con lo que encontré. La puerta de la entrada fue tocada levemente por lo que me acerqué y abrí dejando a la vista a Uraume.

-Pasa- dije moviendome a un costado. Cuando paso cerre la puerta-¿Cómo estás?- pregunté volviendo a la cocina. Me siguió.

- Yo soy el que debería preguntar eso- hablo con desgana, sonrei un poco. Miro hacia donde Sukuna aún llacia.

Había tirado algunas mantas en el suelo delante del sillón, entre medio de la chimenea y allí habíamos dormido.

-¿Cómo está?- pregunto mientra tomaba un sorbo del café que le había ofrecido.

- Destrozado- respondí, mire también a Sukuna- sólo...dejémoslo dormir un poco más antes de... ya sabes... lo inevitable...- murmure.

-¿No te opondras a la guerra?- pregunto a lo que negué- ¿tampoco participaras?- volvió a preguntar. Me tense con esa pregunta, mire a Sukuna una vez más y baje mi rostro al suelo.

- Sólo si es absolutamente necesario- conteste.

☠Shi no namae☠ - Sukuna Ryomen [II]✔Where stories live. Discover now