XIII Enojo y perdida

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La explosión me había mandado a varios metros

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La explosión me había mandado a varios metros. El zumbido de mis oídos no paraba, y el calor del fuego no me impidió que aun con dolor saliera corriendo hacia el sitio. Mire en todos lados donde alguna vez estuvo el vehículo.

Den podía ser una maldición, aún así era mitad humana y frágil como una.

No encontré nada, ningún rastro. Mis ojos ya soltaban lagrimas silenciosas mientras buscaba en vano una señal de vida. Mis piernas flanquearon, hacía rato que temblaban y ahora cedieron. Abrazaba mi vientre mientras más dolor sentía.

Estaba a nada de nosotros, y no sospechaba cosa alguna lo que sucedería. El olor a muerte se percibía en el aire. Quería negarlo, no quería aceptar el hecho de que mi pequeña Den ya no...

Los pasos no se hicieron esperar, chamanes me rodearon colocándose en posición de pelea, mi mirada estaba perdida, sentía como si me hubieran arrancado un pedazo de mi alma y la realidad, es que fue así.

-Maldición grado especial y Reina de las Maldiciones, Tn Gojo- comenzó hablando con voz autoritaria uno de los hechiceros- ríndase pacíficamente o entraremos en batalla, no hay necesidad de haber muertes.

¿Muertes?

¿Enserio decían aquello?¿no vieron lo de recién?¿La explosión del vehículo intencionalmente con una niña de siete años en su interior?

Me reí con desgana, no, no la consideraban importante, no la consideraban una muerte. Gire mi cabeza aun en transe y con una pequeña sonrisa triste, aun con mis ojos lagrimosos, mire a Sukuna. Este miraba en mi dirección con la vista perdida hasta hallar mis ojos. Sonreí.

-Mátalos a todos- susurre. No vi a Satoru en ningún sitio, no me importo.

Lo siguiente que se desato fueron los gritos de dolor y desespero, la sed de sangre rodeando todo el sitio, quien se acercaba moría, ninguno de los chamanes a mi alrededor pudieron dar un paso siquiera para acercarse, habían sido cortados a la mitad sin piedad alguna.

Seguía sonriendo de amargura, sentía que mi corazón había dejado de latir y no entraba aire en mis pulmones. No me contuve y me agache gritando de desespero y dolor, no me importaba quien lo escuchaba, ya me daba lo mismo.

Me habían arrebatado a mi pequeña Den.

No fue mucho tiempo hasta que sentí cuatro brazos envolverse a mi alrededor y levantándome del suelo, no lo mire, estaba cansada. Cerré los ojos y me aferre a su torso, hundiendo mi rostro en su pecho, tratando de ocultarme.

No sé a dónde íbamos, pero ya había pasado una hora aproximadamente desde que había dejado de ver la ciudad rodeándonos. Sentía los ojos pesados, por lo que los cerré y sin mucho más caí dormida.

Abrí los ojos con lentitud, mire a mí alrededor. No sabía dónde estaba. El techo era de madera, dirigí mi vista hacia los costados, era una habitación y por el formato de las paredes y decoración, sabía que se trataba de una cabaña.

Tome una manta y la envolví en mi cuerpo, hacia algo de frio pero no era para tanto, salí de la habitación, me encontré con la sala, la chimenea encendida y a varios metros la cocina. Una ventana estaba con las cortinas corridas, y según lo que se escuchaba y veía del otro lado, estaba lloviendo.

Escuche ruidos sordos lejanos, me centre en el ruido y sin esperar abrí la que parecía ser la puerta principal, en definitiva al salir había una galería, frente a mí un lago extenso y lo que rodeaba todo alrededor era bosque.

No muy lejos lo vi, golpeaba con sus manos desnudas los árboles, estos se derrumbaban sin mucho esfuerzo, respiraba agitadamente. No espere y sin importarme la lluvia corrí hacia él. Se lo notaba alterado.

Con cuidado daba algunos pasos al estar a menos de cinco metros de distancia. Por mas de la lluvia escuchaba sus lamentos, no tardo en caer de rodillas al barro, no espere y los envolví con mis brazos por la espalda, lloraba silenciosamente, yo también lo hacía.

-Sukuna...

-Aún recuerdo la primera vez que la tome en mis brazos...

Eso termino de quebrarme por completo, llore más fuertes y él también lo hizo.

-Se veía tan frágil- susurro, miro sus manos abiertas- lo único que quería era protegerla...- las cerro fuertemente haciendo que sus nudillos se volvieran blancos- voy a matarlo Tn- dijo sin mas. Apolle mi frente en su espalda.

-Lo sé- susurre- y no pienso detenerte...

*****

JJajajjaja no me aguante en ponerlo

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JJajajjaja no me aguante en ponerlo.

Gracias AnaKarenMagaaGarca Por el meme 😔👌 y nuestras conversaciones en Instagram.

☠Shi no namae☠ - Sukuna Ryomen [II]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora