Incordio

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Él piensa mucho: los hombres así son peligrosos.
Shakespeare

Mientras caminaba su rabia fue disminuyendo y empezó a darse cuenta de que Alex la acababa de besar. Se paró pensando y repasando lo que había pasado hasta que se dio cuenta de que estaba en medio de la calle y apuro el paso hasta llegar a casa, entro con cuidado para no despertar a sus padres y se metió en su cuarto, se sentó en la cama, recordando.
La había besado, la había pegado a él besándola, él sabía a tabaco y a Brugal con hielo. Si cerraba los ojos aún podía sentir sus labios sobre los de ella. Se rio echándose hacia atrás. ¿Y si la quería ¿Volvió a reírse de imaginarlo, pero enseguida el sentido común la hizo aterrizar? Él no la quería estaba segura de que el tenía un plan… Analizó el beso, había sido automático, al apartarse y mirarlo había una expresión fría en su cara, el corazón de Camí le palpitaba en la garganta, las manos le temblaban y él estaba ahí mirándola con esa expresión de hielo. Tenía un plan ¿Pero cuál? Cansada se quitó la ropa y se acostó. Ya lo descubriría. A la mañana siguiente se despertó al escuchar voces en el salón miro el móvil y eran las diez de la mañana se tapó la cara con las dos manos resoplando. Alex había soñado con él con sus ojos fríos en medio de la calle, no sentía nada por ella lo sabía, lo sentía sin embargo quería hacerle creer al mundo que si… Muy bien ¿eso era lo que Alex quería? Pues iba a jugar a su juego.
Se levantó y fue a darse una ducha, se vistió con mono negro que dejaba ver sus costados, parte de la espalda y con un escote bastante pronunciado. Se puso unas sandalias blancas con tacón. Se recogió el pelo se maquilló un poco, se puso el perfume que a él le gustaba y salió al salón entro sin mirarle sabía que solo estaba él con sus padres.
—Buenos días. Dijo sin mirar a nadie fue directa hacerse un café, lo necesitaba con urgencia.
—Camila hija ya pensaba que no te levantabas. Cami se volvió para mirar a su madre y se apoyó en la encimera con su taza de café.
—Me estaba arreglando.
A Rosa se le pintó una sonrisa en la cara y Cami frunció las cejas ¿Qué se había perdido?- Ale pues veros ya pasarlo bien.
—¿Qué? Alex le hizo un gesto a Rosa la madre de Cami.
—La verdad tío que como no le había pedido permiso a usted no le he dicho nada a ella. El padre de Camila Manuel sonrió.
—Pues te ha leído el pensamiento porque ya está preparada, cuando os queráis ir no hace falta que me digas nada que avise la niña a su madre y ya esta.
—Eee, hola, estoy aquí. Exclamo Cami —¿Qué pasa?
—¿Te ibas algún lao hija? Le pregunto Manuel. —Pues iba a ir a casa de Miri.
Mintió, Su amiga Miriam tenía un hermano Jairo que estaba loco por ella. Cami lo sabía y Alex también. Lo miro de reojo al decirlo a ver si su expresión cambiaba. No lo hizo.
—¡Ya por la mañana! ¿Para qué su papá?
—Nos iba a llevar su hermano a mirar tiendas. Dijo encogiéndose de hombros como si fuese tan normal e inocente.
Alex se giró hacia ella con calma y una sonrisa que transmitía más peligro que otra cosa.
— Si tienes que ir algún sitio te llevo yo si no puede tu padre y si a él le parece bien. En respuesta a Alex Cami levanto una ceja Manuel se puso de pie la tensión podía cortarse con un cuchillo.
— Tu novio ha venido buscarte para qué valláis a comer, ya estás arreglada pues veros ya y con tu prima quedas otro día. Cami dejo la taza en la mesa.
—Como digas papa. Se dirigió a la puerta. —Voy a por el bolso y si quieres nos vamos. Mientras iba a su cuarto oyó como él se despedía de sus padres cogió el bolso que ya tenía preparado y salió se chocó con Alex en la puerta de su cuarto tras chocarse dio un paso atrás y se le quedó mirando muy seria.
— Eres un incordio lo sabías. Sin esperar respuestas fue hacia el comedor.
—Te espero afuera.
Oyó mientras andaba.





🌸 𝗔𝗺𝗼𝗿 & 𝗥𝗮𝗯𝗶𝗮 🌸 ©Where stories live. Discover now