El castigo & el ruego

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Por lo tanto, doy esto por cierto: que en cada uno de nosotros existe una semilla de locura, que una vez se remueve puede crecer indefinidamente.


Baldassare Castiglione



Cami se quitó el cinturón.


-¿Qué quieres hacer aquí?


-Primero que nada curarte eso. Señaló sus manos, él las miro sin darle importancia las tenía algo magulladas de la pelea. -Después vamos a hablar.


-No tenemos nada de que hablar.


-Pues hablaremos de la vida...¡Dios! Las preguntas que haces para entrar a un local, con una chica guapa... ¿Con todas eres así?


-No todas son como tú.


Se miraron.


-¿Eso es bueno o malo?


Alex pareció dudar y eligió no contestar. Sin decir nada se bajó y entro en la peña. Al entrar Cami iba pegada a Alex agarrada a su espalda, estaba todo oscuro, él fue abriendo las puertas y encendiendo las luces. No era muy grande había al entrar había una habitación donde había una cuna de viaje y varias camas individuales por si alguna vez alguien quería quedarse después de las reuniones. Después había un salón de unos 30 metros, con varios sofás, una mesa y una terraza al fondo una pequeña cocina y el servicio. Se paró en medio de la sala y miro a su espalda Cami seguía agarrada a él con la cabeza pegada escondida, parecía una niña asustada.


-Cami... ya está todo encendido.


-¿Hay arañas? Alex se rio sin querer.


-¿Qué dices? No... que está todo bien, venga abre los ojos. Le dio unos golpecitos en las manos de ella. Cami se fue separando despacio.


-Vale no veo arañas. Alex sonrió y se sentó en el sofá. - Si ves una, avísame.


-Yo te aviso.


Dijo el de mal humor... le molestaba que todo lo que Cami hiciese o dijese le despertara esos buenos sentimientos, quería estar enfadado con ella.


-Vamos a ver que hay por aquí. Fue a la cocina y salió con un botiquín improvisado. Se sentó a lado de Alex y puso sus piernas encima de las de él, cogió sus manos y empezó a investigarlas.


Había una tensión palpable entre ellos Camí sabía que había hecho mal, aunque lo de esa llamada fuese verdad debería haber actuado de otra forma, así solo perdía la razón. Si Alex quería ahora mismo podría dejarla muy mal toda su reputación y buena fama se irían por el desagüe. Se sentía tan idiota, pero es que no había podido contener su rabia necesitaba hacer algo que le hiciese enfurecer, no contó con que ella también saldría mal parada.


Alex seguía atento cada movimiento. Ella con timidez, empezó a ponerle alcohol, él no hizo ninguna reacción.


-¿te duele?


Se miraron a los ojos.


-Más de lo que te crees.


No parecía estar hablando de sus manos. Cami fingió una lamentación.


-¡Que vamos a hacer! Llamamos a mi hermano que nos lleven a urgencias... o llamamos a una ambulancia si, si eso será mejor eso.


Intentaba ponerle de buen humor fue a levantarse para coger el tfno. Cuando él la agarro y la puso encima de él.


-Quédate aquí.


Estaba serio y la miraba fijamente, Cami fingió no ponerse nerviosa.

🌸 𝗔𝗺𝗼𝗿 & 𝗥𝗮𝗯𝗶𝗮 🌸 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora