El gorrión

238 18 0
                                    

No quiero que la gente sea agradable, así me ahorra el problema de cogerles cariño.


Jane Austen




Camí dio un respingo.


-¡Ais, que susto! Para la tía el que hemos dicho.


-Mm... ¿Y para ti?


-¿Qué? No, ninguno los estaba mirando sin más. Cerro el catálogo y se giró hacia él -¿Nos vamos?


Alex alargo el brazo, cogió el catálogo y llamó a una dependienta.


- ¿Qué estás haciendo?


- Shshsh calla niña, esto son cosas de mayores.


Se apoyó en un mostrador. Vino una guapa dependienta rubia y altísima con traje negro


- ¿puedo ayudarles? Su voz podría haber pertenecido perfectamente una línea X.


Olía a perfume carísimo, de esos que ni siquiera tienen muestra que dado su orbital precio la gente lo da por bueno.


-Verá usted... Cami supo que se avecinaba un desastre, ese "verá usted" era la calma antes de la tormenta. -Mi novia estaba mirando esto y no quiere decirme cuál le gusta.


¿Novia? Novia. La había llamada novia. La dependienta miró a Alex como si no entendiese nada y después sonrió a Cami.


- Comprendo.


Era mentira no comprendía nada, como lo iba a entender ella si ni siquiera lo entendía Cami. -No se preocupe seguro que entre los dos lo encontramos.


Volvió a sonreír encantadora.


-Dios bendito. Cami fue hasta él. - No me gustaba ninguno me aburría y los estaba mirando, sin más... Si quisiera uno me lo hubiese comprado ya.


-No será en mi presencia. Advirtió. La dependienta volvió a reírse intentando quitar la tensión.


-Parece una chica con carácter, quizás le haya gustado el águila. Alex la miro.


- El águila no. Seguro que estaba mirando un pájaro pequeño, que no tenga apariencia agresiva y puede que unos bonitos colores. Cami empezó a escuchar lo que decía, Alex siguió pensando.


-Un colibrí o algo así.


La dependienta le enseño el diseño del colibrí en oro blanco y circonitas de colores. Alex le echó un vistazo y miro a Cami, no le convenció y se lo devolvió a la dependienta.


-Este no ¿No la ve? Le gustan las cosas sencillas, a ver otro.


-El gorrión.


Dijo poniendo los ojos en blanco. Ambos se giraron hacia ella.


- Estaba mirando el gorrión, sois un poquito pesados. La dependienta se lo enseño. Un pequeño gorrión con las alas extendidas en una circunferencia, las líneas eran muy suaves y como decoración en la cadena había unas delicadas piezas de ámbar.


Alex lo cogió y observo cada eslabón, después miro Camí, ella apartó la vista nerviosa.


- Ven aquí. Dijo sonriendo.


- No déjame. Sin escucharla le puso el collar la giro para mirarla, ella centró la mirada en los botones de su camisa incómoda.


-Te queda perfecto. Se acercó y le dio un suave beso. - Estás preciosa.


Sus ojos azules estaban cerca, demasiado cerca, seguía viendo un mar en ellos, cada vez parecía diferentes, cualquier pequeña luz influenciaba en el color. Lo miro con los ojos muy abiertos había vuelto a besarla, está vez de una forma diferente, no había rabia, ni pasión, tampoco frialdad. Tenía que haber sido un pequeño gesto insignificante para él, agito la cabeza intentando dejar de ser estúpida.


- Ya... Quítamelo.


Se lo quito y se lo dio a la dependienta.


-Me llevo los dos.


- ¿Es para mí o para una de tus novias?


- Que gilipollas eres cuando quieres, de momento, es para ti.


- No me tienes que comprar nada.


-Eso ya lo sé.


Hizo el pago y volvió con Cami.


-Vamos.


- ¿Dónde vamos ahora?


-Tengo hambre ¿y tú?


-Quiero un pastel. Dijo sintiéndose culpable. Él volvió a reírse de esa formal tan angelical.


-Pues vamos a por tu pastel.


Entraron en una cafetería era pequeña, había sofás y sillas vintage. Se sentaron eligieron una mesa casi al final del local, Alex se sentó en un sofá azul de dos plazas, espero que Camí se sentase a su lado, pero en lugar de eso se sentó frente a él.


Le tomaron nota Camí específico que quería mucho café y muy poca leche, la camarera estaba más ocupada en atender a Alex que de nada más. En cuanto se fue Camila empezó a jugar con las servilletas, quería preguntarle, pero no sabía si quería o no escuchar la respuesta.


-Suéltalo ya.


-¿Qué suelte que? Él sonrío.


-No sé... dímelo tú. ¿Qué te ronda la cabeza Camila.


Se quedó en silencio muy concentrada en volver a doblar bien la servilleta.


Narra Camila.


No sé qué hago aquí sentada, puedo rebelarme contra el mundo lo sé. Puedo decirle a mi papá que no quiero este compromiso y sé que me escuchara... Pero no lo hago ¿Por qué no lo hago? Es un imbécil, creído que estará conmigo unos días y me dejara ¿Entonces porque no huyó? No voy a deciros que está más guapo que nunca, porque no es verdad. Siempre ha sido así, jodidamente guapo, no es solo su cara todo su ser conspira a su favor, ojalá pudiera prestaros mis ojos y que le vieseis ahora delante de mí. Con su camisa gris metálico ¿A quién carajo le queda bien el gris metálico? Hasta el sol que entra por los ventanales parece querer besarle. Estúpido Alex. He visto a muchas chicas intimidarse ante él, volverse idiotas como mi amiga Andrea. Pero no a mí no me intimida... Está bien solo a veces. Cuando me mira como si fuese un guepardo, no puedo explicaros, agudiza su mirada como si fuese traspasarte el alma. A vosotras también os intimidaría no me juzguéis... Pero la mayor parte del tiempo, no lo hace... Siento tanta rabia hacia él y todo lo que hace voy a desmontar su plan sea cual sea.



-Creo que sé... lo que pretendes. Le digo sin apartar los ojos ni la atención de mi tarea, voy a dejar esta servilleta bien doblada.


- Que pretendo ¿de qué? Su voz suena en mis oídos, tan grave y tranquila.


- Al prometerte conmigo. Levanto la cara y lo miro con frialdad, él se quedó inmóvil algunos segundos analizándome, le dejó mirarme ni una expresión va a cruzar mi cara.


- Dudo mucho que lo sepas. Sonríe y traga saliva veo la nuez de su garganta moverse, y fijo mi mirada en esos dientes tan blancos... No vas a ganarme Alex.


🌸 𝗔𝗺𝗼𝗿 & 𝗥𝗮𝗯𝗶𝗮 🌸 ©Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang