La Obsesión de una Serpiente (Historia Completa)

Capitulo 25 ¿Por qué quieres?

El olor del aire del océano y una decidida falta de calor fue como Orochimaru despertó. Estaba agradecida de que Tsunade hubiera terminado desde hace mucho tiempo un tratamiento para las náuseas matutinas o el olor salobre del aire probablemente la habría enviado corriendo al baño. Abrió los ojos para confirmar lo que ya sabía, su esposo no estaba en la cama. Poniéndose su yukata azul cielo, Orochi salió del bungalow frente a la playa. Un escaneo rápido y su esposo fue localizado, instalándose en una hamaca anclada entre dos palmeras.

Se acercó con la arena fresca bajo los pies, ya que no había estado expuesta al sol del mediodía. Al llegar, vio que estaba leyendo el primer libro de Jiraiya y soltó un bufido de incredulidad. Naruto, ni remotamente ofendido, solo se rió entre dientes y le aseguró que era mejor de lo que pensaba y reveló que había leído el libro varias veces.

"¿Es este el plan, Naruto-kun? ¿Leer en la playa como un par de civiles?" Preguntó mientras se unía a él en el amplio cabestrillo.

"Eso no suena como lo peor. Hagámoslo, simplemente quédese aquí y relájese en la playa".

"¿Es eso lo que quieres?" preguntó con seriedad mientras miraba a los ojos de Naruto. Sacudió la cabeza.

"A una parte de mí le gusta la idea, pero creo que me aburriría en poco tiempo. Maldito sea mi espíritu aventurero", dijo con fingida angustia.

"Espíritu aventurero, ¿eh? Sabes, cuando me porto mal debido a mi aburrimiento, nadie dice que tengo un espíritu aventurero".

"Debería haber invertido en un publicista ninja, querido."

"¿Ese fue mi error? Ustedes los neurotípicos son buenos para algo, me alegro de tener tantos cerca".

"Pero soy especial, ¿verdad?"

"Oh nena, eres mi mundo", dijo Orochi, pero no pudo evitar poner los ojos en blanco mientras lo decía. Fue levantada rápidamente de la hamaca, la velocidad de Naruto la tomó por sorpresa. Se dio cuenta de hacia dónde se dirigía y sintió la necesidad de advertir a su cónyuge de su error. "Si me arrojas al mar te voy a dar una paliza".

Naruto se detuvo y la miró a los ojos con una intensidad inusual, permaneciendo en silencio durante varios segundos antes de preguntar: "¿Lo prometes?" mientras sonreía.

"Has adquirido uno de los malos hábitos de Jiraiya." Ella estaba temblando en sus brazos de él riendo tan fuerte.

"No, decididamente no quiero que me ataquen mujeres furiosas. Además, Anata, no te iba a tirar al agua. Iba a preguntarte si te apetecía un pequeño recorrido, al estilo Naruto."

"¿Y qué implica el estilo Naruto?"

"A vista de pájaro", respondió cuando llegaron al borde de la orilla. Naruto encendió su chakra y un gran halcón de arcilla emergió de debajo del agua.

"¿De verdad escondiste eso solo para una gran revelación?"

"Bonita mosca, ¿verdad?" Preguntó con una sonrisa de mil vatios.

"Respeto el espectáculo", dijo Orochi antes de besarlo en la mejilla. "Claro, me gustaría una gira".

"¡Impresionante, 'ttebayo!" Los dos se asentaron en la construcción y despegaron. Las aguas se separaron en respuesta a la velocidad de despegue del pájaro artificial. No fue la variedad de colores en el cielo de la mañana lo que se destacó para Orochi, ni la vida marina que estaba al servicio del agua lo que la capturó. Era la euforia, la sensación de libertad que impartía volar. No iban muy rápido ni estaban increíblemente alto, no muy por encima de la altura de Manda. Era la sensación de falta de ataduras, de burlar las reglas de la gravedad incluso más de lo que normalmente lo hacían los ninjas. Que lo haya experimentado con su vorágine lo hizo aún más agradable y se preguntó si aprender a Bakuton debería ser su próximo esfuerzo, después de dominar ese molesto Rasengan.