Capítulo 20

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Siento mi cara calentarse ante la afirmación del rubio. Para no escuchar sus risas salgo casi corriendo de la habitación, tan solo con mi ropa para mañana al hombro.

Atravieso los pasillos en silencio, procurando no hacer ruido al caminar. No puedo creerme que sea yo la que recurra a ir a su habitación, Riven va a recordarme esto de por vida. Aún no he procesado que le haya hablado a su amigo de mi, ¡Si lo único que quiere es echar un polvo! Qué necesidad habrá de comentarlo...

Disminuyo la velocidad al adentrarme en la zona de los especialistas, lo único que faltaría para rematar mi día es llevarme un castigo por andar merodeando. Bien, segundo piso, segundo pasillo y segunda puerta. Menuda cantidad de doses al final va a ser un mensaje subliminal o algo. Que estupideces estoy pensando, realmente necesito dormir, mi mente no rinde correctamente.

Golpeo dos veces la puerta, no demasiado fuerte solo lo necesario para que me oiga desde adentro. Abriría sin más pero a saber que está haciendo el capullo.

Un Riven con el pelo mojado y vestido únicamente con una toalla colgada de la cintura es quien abre la puerta. No sabría decir quién de los dos se ha quedado más callado.

- ¿Vas a dejarme pasar o prefieres que Silva me pille?- Me atrevo a preguntar finalmente.

- Pasa pasa, no seré yo quien se atreva a negarte la entrada a mi habitación.- Dice rompiendo su silencio.- Pero no entiendo preciosa, creí que solo querías una ducha y dormir ¿Te has arrepentido de no dejarme entrar? Ya me he duchado pero no me molestaría repetir...-  Comenta coqueto.

- Digamos que Stella ha decidido solita que la habitación es suya y puede follarse a Sky, era unirme o irme. Me he decantado por la segunda opción.- No tengo claro porque su sonrisa se ensancha al escucharme, comienzo a saber leer sus expresiones y se viene uno de sus comentarios salidos de lugar.

- Así que técnicamente Sky no va a dormir en tu cama... Por tanto tú no tienes derecho a dormir en la suya preciosa.- Dice sonriendo como el gato de Alicia en el país de las maravillas.- Por suerte para ti estoy dispuesto a hacerte un hueco en la mía.

- Creo que me arriesgaré a un ataque del karma, gracias.- Contesto guiñándole un ojo.- Por cierto iré a darme una ducha, además ¿No fuiste tú quien dijo "me roba la habitación, yo le robó la cama"?- Replico.

- Si, y esa noche acabamos en la misma cama... ¿Que te hace pensar que no va repetirse?- Este chico es realmente imposible.

- Buenas noches Riven... Realmente espero que ya estés dormido cuando salga del baño.

- No cuentes con ello preciosa ¿Que clase de caballero sería?

- Primera noticia de que los capullos ahora son nombrados caballeros.- Le digo antes de meterme a lo que supongo es el baño.

Cierro la puerta con pestillo y me apresuro a desvestirme mientras dejo que el agua corra. Una vez dentro el agua sobre mi piel relaja mis músculos, la calidez me embarga y me siento más en paz que nunca. Creo sinceramente que las duchas son lo mejor del mundo tanto para evadirte del mundo como para aclarar los pensamientos. Si hubiera música de fondo estaría en el paraíso, lástima que no sea mi baño.

Salgo de la ducha y me envuelvo en las toallas limpias que quedan, hago una nota mental para llevarlas mañana a la lavandería, aunque si el rubio no hace lo mismo con las mías va a verselas con la furia de una Peters.

Deshago los nudos de mi cabello con los dedos, soy un asco preparando mochilas, ni siquiera he metido un peine. Espera, no he metido ni siquiera un cepillo así que... El reflejo que devuelve el espejo es el de una Ayla muy pálida.

No me puedo creer que se me haya olvidado meter un pijama. Un bufido se escapa de entre mis labios mientras me hago a la idea de lo que tengo que hacer.

Abro la puerta, tan solo una rendija, lo suficiente para asomar la cabeza. Él se encuentra tumbado en la cama con la mirada puesta en la nada, ha sustituido la toalla por unos boxers negros lo que no tapa demasiado.

- Riven... Necesito un favor.- Digo sin querer mirarle a la cara.

- ¿Qué pasa?- Bueno suena confundido y no me extraña.

- Verás es que con las prisas no he traído pijama...- Joder que ridícula me siento, ¿A quién demonios se le olvida el pijama en estos casos? Seguro que piensa que lo he hecho a posta...

Su risa estridente no tarda en llegar a los oídos, no puedo culparle.

- ¿Seguro que no prefieres dormir desnuda preciosa? Te puedo asegurar que no tendría queja ninguna...- Le miró harta de apartar la mirada y avergonzarme, me encuentro su cara más cerca de lo que esperaba. Se ha levantado de la cama y está a un par de pasos mordiéndose el labio.

- No me jodas Riven... Solo dame una camiseta o lo que sea por favor.

- ¿Y yo que ganó a cambio? Porque la perspectiva de ti desnuda es demasiado tentadora como para renunciar a ella tan fácilmente.- Se rasca la barbilla como si estuviera pensándolo profundamente, maldito imbécil.- Ya sé.- Dice de repente con una sonrisa gigantesca.- Te daré un pijama a cambio de un beso preciosa.

- Tienes que estar de broma.- Digo estupefacta.- Solo dame algo y ya está...

- No no no, las cosas no funcionan así. Tú me das un besito chiquitito y yo te daré lo que quieres.- Dice como un niño pequeño.

¿Irá en serio?¿Realmente está chantajeandome con un pijama para sacarme un beso? Dudo por un momento pero que voy a hacer, ¿Dormir con la ropa que lleve al bosque?¿Llena de sangre y barro? Por qué sinceramente soy demasiado floja como para levantarme antes mañana y pasar por ropa limpia a la habitación así que el conjunto para mañana no es una opción. Y no tengo suficiente confianza con el rubio como para coger algo prestado de su armario.

- Bien.- Digo finalmente. Abro la puerta del baño por completo mientras reafirmo el nudo de la toalla.

Camino hacia Riven y con velocidad estampo mis labios sobre los suyos, me mantengo por unos segundos y después me alejo lentamente.

Un simple pico. ¿Fue lo que dijo al fin y al cabo no? Un besito chiquitito.

Aunque no parece estar de acuerdo. Sus manos en mi cintura me atraen hacia el, y sin pedir permiso me besa de nuevo.

Esta vez no es un pico, sus labios se mueven con precisión sobre los míos inmóviles. Sus manos recorren mis caderas, mi espalda, mi abdomen, y me encuentro a mi misma deseando sentir su toque sobre mi piel.

Poco a poco correspondo el beso. Acaricio los mechones de pelo de su nuca arrancándole un suspiro, un apretón en mi cintura me hace saber que le ha gustado. El beso que comenzó siendo lento se vuelve apasionado y demandante, la necesidad de oxígeno se hace presente. Nos separamos con la respiración agitada, aunque nuestros cuerpos siguen totalmente pegados.

Me atrevo a levantar la mirada a ver sus ojos, el azul cristalino que suele recibirme se ha vuelto más oscuro, como el cielo tormentoso y por alguna razón eso me enciende como nunca antes.

~~~

*Se va lentamente antes de que la maten por dejar así el capítulo...*

¡Hubo beso!¡Al fin!

¿Se lo imaginaban así? Espero que os gustara.

Hasta mañana bebés ❤️

ANTIPODES | Riven [Fate: The Winx Saga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora