ANTIPODES | Riven [Fate: The Winx Saga]

Capítulo 24

La conversación con Jacob me ha dejado demasiado pensativa para mi gusto. ¿Cómo puede estar tan tranquilo? Los probabilidades de que muera superan con creces al porcentaje de supervivencia.

He visto un quemado, aquella cosa en la fábrica de mi barrio. Parecía tan atroz, tan fuerte y feroz. Sin atisbo de humanidad más haya de una difusa forma humanoide. Y con todo, Jacob parecía tranquilo. Al final va a ser verdad que todos somos diferentes, de ser yo, ya estaría pensando en formas de muerte indoloras para irme lo antes posible.

Por otra parte, Terra no ha conseguido sacarle información jugosa a su padre. Es demasiado buena para decirlo pero sé que en el fondo está decepcionada. Más allá de la rabia que no tiene miedo de esconder ella realmente esperaba que su padre se sincerara con ella.

Me siento mal pensando esto pero Terra es tierna hasta enfadada. Se le hinchan los mofletes y se enrojece hasta la punta de las orejas. 

- ¿Te apetece comer algo? Creo que llegamos justa al almuerzo.- Digo con el fin de abstraerla de su divagación interna.

- Sí, claro.- Contesta cabizbaja, pero en cuestión de segundos cambia su expresión drásticamente.- Quizá veamos a Dane en la cafetería.- Añade mientras emprendemos rumbo hacia el comedor.

- ¿Así que Dane, eh? Si parece que tenemos a un hada enamorada...- Suelto con tono sugerente a lo que casi inmediatamente mi amiga se pone roja como las cerezas maduras.

- No es lo que piensas Ayla, él solo es un amigo...- Intenta excusarse Terra.

- Si esperas que me crea eso debo decirte que aún me conoces muy poco.- Alego bastante divertida con la situación, ¿Será el primer chico que le gusta?

- Pues deberías creértelo.- Contesta la castaña ligeramente enfurruñada.- Además nunca se fijaría en alguien como yo...

- ¿Otra vez con eso? Terra cualquier chico se fijaría en ti, o chica yo ahí no opino, ¿Nunca te lo has planteado? Somos considerablemente menos dramáticas que los hombres.- El hada de tierra larga una carcajada a mi comentario y no entiendo porque, no trataba de gastar una broma, solo recalcar una verdad.

- ¿Te me estás insinuando Ayla? No esperaba esto de ti, creo que Riven se pondrá celoso.- Contraataca divertida, al menos su humor ha mejorado, pero ahí está de nuevo el nombre que no quiero escuchar. Parece mentira que cuanto más intento evitarlo más presente se hace su imagen.- Me siento halagada pero lastimosamente para mi, no me gustan las chicas.- Continua sacándome de mi ensimismamiento.

- Vaya. He de decir que no era mi intención, si hubiera querido conquistarte no lo hubieras notado hasta haber caído en la tentación.- Contesto con sonrisa petulante obviando su primer comentario. 

Otra carcajada brota de su garganta y como efecto rebote ambas nos encontramos riendo de todo y de nada a la vez, como dos adolescentes normales en el recreo y no dos hadas descubriendo misterios sobre identidades desconocidas y monstruos con instinto asesino. 

Al entrar en el edificio un olor a patatas fritas invade mi nariz, se siente como si estuviera en el cielo. De verdad que mi obsesión con la comida no es sana. La cafetería está llena de gente, pero al menos la cola para recoger la comida es escasa supongo que llegamos lo suficientemente tarde como para que todo el mundo ya se encuentre comiendo, tendremos que darnos prisa.

Una sonrisa aparece en la cara de Terra casi sin darse cuenta, pero rápidamente intenta disimularla, como si nada hubiera pasado. Busco que es lo que le causa tal alegría y me encuentro con un chico de tez morena, el mismo con el que Riven se estaba metiendo el primer día... Supongo que él es Dane. 

Nos acercamos a él como es obvio, además está esperando por su comida como debemos hacer nosotras si no quiero morir de hambre antes de la próxima clase. Les dejo su intimidada para saludarse y demás, le haré este pequeño favor a Terra, al fin y al cabo, ¿A quien no le gusta tener algo de intimidad con la persona que le interesa?

Y entonces lo oigo.

- ¡Aléjate de mi maldito pedófilo!- Chilla Beatrix. 

Nada más separarse del ayudante de Dowling, Riven se acerca a ella sin vacilaciones, pasa su brazo por los hombros de la pelirroja como si tal acto hubiera sucedido ya miles de veces y ella se acopla a la posición abrazándolo por la cintura. Se ve tan natural que no puedo evitar preguntarme cuanto tiempo llevan en esta situación sin que yo me diera cuenta.

Entonces él muerde la manzana que llevaba en la mano restante y ella sin palabra ninguna muerde por el otro lado. Joder, es asqueroso pero no deja de ser un claro acto de pareja.

- ¿Ahora comparten manzana? Es super raro.- Comenta Terra que al parecer también se ha fijado en ellos. Pero, ¿Ahora? Ella sí que se había fijado en la pareja. ¿Por qué nadie me ha comentado nada en lugar se hacerme comentarios inapropiados sobre Riven? Dios. Por eso se sintió tan incómodo ayer, por Beatrix, porque tiene novia, joder y encima es mi amiga.

- Parece que también es super empollona, entre porro y porro te recita la historia completa del otro mundo.- Comenta Dane como quien no quiere la cosa.

- Riven tiene un gusto cuestionable.- Añade Terra.- Aunque Ayla, ya no tendrás que soportar sus continuos coqueteos.- Continua en tono divertido. Si ella supiera...

- Sí, deberíamos compadecernos de Beatrix.- Dios sueno más falsa que Stella deseándole buen día a mi hermana, aunque parece que ninguno de los dos lo ha notado pues continúan su conversación sin más reparos. Una conversación a la que no presto ni un mínimo de atención.

En qué lio me he metido está vez... Lo prometo, me haré monja de castidad, nada de hombres hasta dentro de veinte años.

~~~

¿Hola? ¿Sigue alguien ahí?

No tengo excusa. Fui dejando lo de escribir y desconecté de la historia, cuanto más tiempo tardaba, más pereza me daba y por tanto más me costaba. He llegado a plantearme borrar la historia un par de veces pero me daba demasiada pena despedir a Ayla asique aqui va un intento de retomar su historia.

¿Sentís que la narrativa ha cambiado o quizás el personaje en sí? Me sería de mucha ayuda vuestra opinión si es que alguien llega a leer esto...