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Eran altas horas de la madrugada. 

La fémina yacía semi desnuda en su habitación, buscando con angustia aquellas vendas de las cuales se despojó en cuanto llegó a su departamento. Maldecía por lo bajo el haberlas lanzado a quien sabe donde por el cansancio de usarlas durante más de veinticuatro horas. 

╴Maldita sea T/N, ¿Donde putas las dejaste? 

Se preguntó a sí misma en voz alta, tomando varias prendas entre sus manos para sacarlas con desespero de su armario, sin encontrar lo que tanto buscaba. Jaló sus hebras con frustración ante todos los fracasados intentos, apretando la mandíbula mientras rebuscaba en su memoria en donde podría haberlas dejado, una imagen se asomó por su mente luego de pocos segundos: el baño.

Corrió hacia aquel lugar, encontrando en una esquina del suelo lo que había tanto había estado buscando, sus vendas. Las tomó entre sus manos para mirarse en el espejo, soltó un largo suspiro antes de comenzar a vendar la parte de su pecho, apretando sus senos lo más posible - y sin que llegara a doler - para que dicha parte quedará completamente plana. 

Lo que tenía que hacer para poder vivir decentemente.

Suspiro, verificando si podía respirar a pesar de tener aquello en su pobre pecho; si, si podía. Nuevamente salió del baño para tomar unos calcetines blancos y ponérselos con rapidez, luego, unos pantalones negros, una camisa de color burdeo la cual metió dentro del pantalón, ajustó una corbata negra alrededor de su cuello, por último, sus zapatos negros recién pulidos y una gabardina negra, cubriendo la mayoría de su femenina figura. 

La fémina volvió al baño y se miró al espejo, observando su aparecía, sonrió inconscientemente ante ello, había aprendido a las malas que si quería permanecer en el trabajo que tanto había soñado desde niña debía ocultar sus femeninos rasgos y convertirse en quien ahora era conocido como "Anthony Boudreax", un aclamado y conocido detective que se popularizó hace apenas dos años.

En aquella época difícilmente las mujeres conseguían un trabajo decente, o como le solían recalcar cuando trataba de conseguir un empleo del estilo, "Es un trabajo para caballeros, no para señoritas". Patético. Simplemente patético. 

La mayoría de mujeres solía trabajar para la industria del entretenimiento y la moda, algo que, definitivamente no era para T/N.

Observó nuevamente su rostro, apretando los labios para luego tomar una brocha de maquillaje junto con un polvo de tonos morenos, comenzó a delinear con delicadeza ciertos rasgos de su cara, haciendo estos más robustos para no levantar sospechas. 

Esa era su rutina desde que había escapado de su casa.

En cuanto terminó, abandonó nuevamente el baño, tomando un sombrero de la época entre sus dedos para colocarlo en su cabeza, su oscuro cabello le llegaba hasta los hombros y aquello lograba disimular sus rasgos, aunque no fuera bien aceptado. 

Tomó su libreta y lápiz guardando estos en su gabardina para luego salir de su departamento, no sin antes tomar sus llaves.

[...]

╴Quiero el reporte de esto.

Dijo la fémina, colocando su voz lo más ronca posible, raspando su garganta al instante, se ahorró el hacer una mueca que delatara su dolor, no tenía tiempo para maldecir su condición. 

Su mirada viajó por los alrededores, se encontraban en el bosque, un poco alejados de la entrada de este mismo con un cadáver casi en perfecto estado si no fuera por unas extremidades faltantes. Un asesinato reciente. 

El olor a pino penetraba en sus fosas nasales, siendo combinado por los pútridos aromas que eran desprendidos del muerto, el frío había congelado levemente las materias fecales de este mismo, logrando que el desagradable olor no se disipará del lugar.

Caminó a los alrededores de la escena, buscando con la mirada una que otra pista suelta, sin encontrar absolutamente nada más que unas cuantas pisadas que se mezclaban con la tierra hasta desaparecer por completo.

╴No hemos encontrado nada, Señor, el cuerpo será llevado con los forenses para que inspeccionen todo. Pero por las condiciones, no hay señal alguna de robo.

Como siempre, sin pistas ni rastros. 

Soltó un largo suspiro, esperando a que la frustración saliera de sus labios junto con el aire que había juntado, sin embargo no fue así. Mordió su labio inferior con fuerza, reteniendo las ganas de mandar todo a la mismísima mierda en dicho instante.

Que hijo de perra más listo.

╴¿Cual es el nombre de la víctima? ╴Preguntó "el" detective, tomando con fuerza el lápiz y la libreta entre sus enguantadas manos. Cada vez que hablaba su garganta quemaba, además de que el frío no le ayudaba en absolutamente nada más que empeorar esa condición. ¿A quién se le ocurría asesinar a las seis de la madrugada? 

Puto asesino sin consideración.

╴Michael Chenevert, hombre de cuarenta y tres años, por lo que portaba encima parece que venía a cazar.╴Respondió con rapidez el caballero frente a ella, mostrando las fotografías que había sacado del cadáver anteriormente junto con lo que podría identificar a la víctima hacia la persona encargada del caso.

La menor frunció el ceño, inconforme ante la escasa información.

"¿Quien iría a las cinco y tantas de la madrugada a cazar?" Era patético pensar aquello. "Seguramente se reunió o se reuniría con alguien para cazar a tempranas horas, en el primer caso no hay señales de forcejeo por lo tanto su acompañante lo debe de haber tomado por sorpresa. Tomando esto en cuenta, no sería probable un segundo caso que dicte que el asesino lo siguió sigilosamente por detrás hasta sorprenderlo, las calles son demasiado solitarias y la víctima habría sido advertida por el sonido de las hojas. Entonces, la víctima conocía al asesino logrando que bajara la guardia."

Su mente comenzó a formular mil y un escenarios de aquella escena, desvió su mirada hacía el suelo, perdiéndose en sus pensamientos.

Hasta que de un momento a otro un pequeño click apareció en su cabeza.

╴La víctima era el jefe de la estación de radio "WWL-AM", ¿No?╴Preguntó la de hebras azabaches con una mínima sonrisa ante la pequeña idea que se había cruzado por su mente, dicha sonrisa la borró al instante.

╴Si, Señor, ¿Quiere que saque una orden para entrevistar a los trabajadores?

╴La pregunta sobra, caballero.╴Comentó con cierta burla la única mujer presente, dirigiendo su fría mirada hacia el hombre frente suyo, respondiendo con esta misma para observar como el caballero daba media vuelta y se alejaba de su posición. 

Hace bastante tiempo había descubierto quien era el asesino, pero, lamentablemente, era una mera suposición sin pruebas concretas en sí, pero... Aquel pequeño incidente había logrado que ciertas conexiones se hicieran en su cabeza.

Estaba lista para mover una pieza en aquel tablero de ajedrez.

Rose Noire... | AlastorWhere stories live. Discover now