━ VIII

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Veía atento como aquellas oscuras y filosas garras se iban enterrando lentamente en las muñecas ajenas, penetrando su piel de una manera tan... ¿Cómo decirlo? ¡Ah, sí! Satisfactoria...

Miraba toda la escena desde arriba, sin ser capaz de escuchar los pequeños murmullos que mis sombras le dedicaban a la fémina, que ahora se encontraba de rodillas frente a mí mientras yo deleitaba mis oídos con sus pequeños jadeos y sollozos, ¡Oh, pero qué magnífico escenario! Los entes que le rodeaban le obligaban a enterrarse a sí misma los vidrios de lo que anteriormente fue mi taza de café. Sus manos luchaban en vano por mantenerse firmes y su cabello desarreglado impedía nuestro contacto visual.

¡Necesito ver tal espectáculo!

╴¿Enserio creíste que te necesitaba, querida? ¡Ja! Eres más ingenua de lo que creí si es así...╴Mis palabras salieron burlescas a la par que comencé a caminar alrededor de ella, tal y como un depredador a su pequeña e indefensa presa. Aspiré el embriagante aroma que ahora predominaba en la habitación, la sangre caía de forma tortuosa por los pálidos brazos de mi acompañante, tentándome a dar otra pequeña probada de aquel néctar.╴¡Despierta, pequeña Holmes! ¡Solo eres un peón más en mi tablero!

Con brusquedad alcé su mentón, recibiendo como respuesta un pequeño arrebato para impedir nuestro contacto.

¡Vaya! ¡Parece que a mi nuevo juguete no le gustan este tipo de juegos!

Que pena, porque son mis favoritos.

╴¡Cállense de una puta vez! ╴Gritó, gritó tanto como su gastada y desesperada voz se lo permitió. Un perturbante escalofrío recorrió mi espina dorsal al ser testigo de tal reacción, había algo en ella que en vez de satisfacerme nada más lograba inquietarme. Acerqué nuevamente mi mano derecha a su cuerpo, dirigiendo esta a sus cabellos para acariciarlos con lentitud, percibiendo como la fémina se tensaba bajo mi delicado tacto.

Simplemente mi sonrisa se agrandó.

Se ve tan linda así... Tan vulnerable...

Esta es la mejor parte de ver a las personas inquebrantables caer, ¡Explotan y pierden sus estribos en pleno escenario!

╴¡No puedo creer que cayeras tan fácil en mi juego, cariño! Aunque debo admitir que me siento celoso de tal actuación, ¡Me robas los ojos del público!╴Reí, sin dejar de acariciar sus delicados cabellos. Podía escuchar risas enfermizas rebotar como si de un eco se tratara por toda la habitación, no sabía a quiénes pertenecían, pero, ¿¡Qué más daba?!

Mi sonrisa se ensanchó al ver como mis oscuros amigos comenzaban a rodear en su totalidad el cuerpo ajeno, presentía sus intenciones, ellos utilizarían una carta muy baja para mi deleite personal, ¡Pero que considerados! ¡Y ni siquiera se los tuve que pedir! ¡Ja!

╴¡N-No me toquen!╴Aquel grito logró que soltara una sonora carcajada, ¡Que grito más placentero! Avancé con paso danzarín unos cuantos pasos, mis mejillas dolían por la gran sonrisa que tenía en mi rostro a causa de esta pequeña escena. Mi boca se hizo agua al sentir como la enloquecedora esencia marcaba aún más presencia, ¡Que festín podría darme!

Me paré justo frente a ella, clavando mi vista en su escondido rostro. ¡Oh, por favor!

Con mi mano derecha alcé suavemente su mentón, obligando a que sus orbes ámbar se encontraran con las mías.

╴¡Linda, es más divertido si me miras! ¡Arruinas mi espectac--.╴Detuve abruptamente mi alegre hablar al ver sus ojos. No había frialdad, esta parecía haberse roto por las lágrimas que bajaban lentamente por sus mejillas. Solo había una mezcla de... agonía y un angustioso vacío en su mirar, uno que logró que mi alma sufriera escalofríos tan inquietantes que me obligaron a cortar todo contacto visual.

Sentí un frío cosquilleo helando mis extremidades.

Mi vista bajó por su cuerpo, recorriendo este mismo, podía notar como las manos oscuras lo marcaban y acariciaban a su antojo. Sentí náuseas a la par que iba bajando mi mirar, dichas manos aparecían y desaparecían en todo su ser. Mis orbes se abrieron con sorpresa al ver como una de estas bajaba bruscamente a su entrepier--

Flaquee por unos instantes.

Ya basta... ╴Las sombras desaparecieron.

Mi vista quedó clavada en la señorita que yacía derrotada delante mío, su respiración estaba agitada y podía notar lo tenso de sus músculos con solo ver sus temblorosas manos. Y por primera vez, en mucho tiempo, no supe que decir, o qué hacer. Simplemente me quedé allí, mirándola.

De repente escuché una risa, una carcajada que había logrado incomodar cada parte de mi ser.

╴Tú... Sí que eres un hijo de perra.╴Su voz salió rasposa, esta no tembló en ningún momento. La fémina titubeo a la hora de estirar sus piernas, tambaleándose levemente en el acto.╴Y yo que creí que no serías capaz de caer tan bajo, ¡Ja! Estas lleno de sorpresas, Douleur.╴Rió con sarcasmo, viéndose interrumpida al comenzar a toser casi descontroladamente, intente acercarme, después de todo, no es de caballeros dejar a una dama en tales condiciones, pero simplemente alzó uno de sus brazos sangrantes para frenarme.╴Das un maldito paso más y se me olvida completamente que matar es ilegal.

La enfermiza sonrisa que adornaba su rostro llegaba a ser completamente bizarra, contrarrestan completamente con aquellos ojos fríos y vacíos.

Detuve mis pasos, atento a sus movimientos.

¿Recuerdan que dije que las mujeres son criaturas fascinantes? ¡Pues esa sonrisa cínica es la razón de mi pensar!

Su mirada gélida se posó sobre la mía, sus ojos... Perdidos.

╴Mira que hay juegos que no tienen ni puta gracia, ¡Tuviste que encontrar el más aburrido y cliché para explotar! ╴Mencionó la azabache, detonando burla, imitó mis exageradas acciones alzando los brazos, una mueca de dolor se dibujó en su rostro, ocasionando que bajara estos lentamente.╴Honestamente, esperaba algo más ingenioso o digno del "Monstruo de Nueva Orleans", supongo que me equivoqué.

Soltó un largo suspiro, observando momentáneamente las heridas y marcas que ahora manchaban su piel como si fuera una descontrolable tinta que cayó accidentalmente sobre un lienzo. Volvió a toser.

Vaya...

╴Señor Douleur, le pediré respetuosamente que se largue de una vez de mi hogar, su no deseada compañía me esta comenzando a estorbar.╴Ella fue directamente a la mesa redonda donde hace poco más de una hora se encontraba durmiendo, sin flaquear ni titubear agarró mi maletín junto con mi abrigo de manera brusca, para luego volver a mi y dejar dichos objetos en mis manos. Rápidamente me dio la vuelta con sus lastimadas manos y tomándome por los hombros comenzó a empujarme hacía la salida. Simplemente me dejé llevar por sus deliberadas acciones.

Abrió la puerta principal y me empujó hacia afuera, importándole absolutamente poco que sus actos pudieran perjudicar las heridas sangrantes de su cuerpo. Me di la vuelta dispuesto a detener sus acciones y retomar la palabra, pero un pequeño jalón en mi corbatín impidió que palabra alguna saliera de mis labios.

╴¡Oh! Se me olvidaba. Si quieres jugar con las mierdas mentales, eso no te va a funcionar.╴Los labios de aquella fémina se curvaron en una sonrisa, una que, por más extraño o imposible que parezca, se asemejaba a la mía.╴No puedes romper lo que ya está roto, querido. Así que prepara una mejor actuación para la próxima. Esta fue una muy pobre de tu parte.╴Sus ojos volvieron a tomar esa gruesa capa de hielo, pero, aquel ámbar se notaba más apagado que antes.

Sin más, me cerró la puerta en la cara.

¡Me echó a la calle cual perro!

Vaya espectáculo...

Rose Noire... | AlastorNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ