10: HongJoong marico triste

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A HongJoong se le había pegado el loco, y pensaba que su mamá lo iba a joder.

Todo el mundo estaba claro de que él era un sometido de primera, casi que antes de comer miraba a la mamá para ver si sí podía meterse la cuchara a la boca. Así de sometido.
Y no era porque su mamá lo sometía–a veces–, sino que era más una vaina psicología que él mismo se había metido en la cabeza de que tenía que ser así. Y no se quejaba, porque la verdad es que él mismo era así de "correcto"–una verdad a medias porque a veces también se le metía el loco, como ahora–

Por ende, cuando descubrió que bateaba pal otro equipo; se cagó bastante. Y era de esperarse, no era que su familia fuese homofobica o algo así, pero si eran medio rudos con el tema.

Al final lo habían terminado aceptando. Y él agradecía eso.

Descubrió que era gay cuando la pubertad le había pegado–entrando pa' primer año–y el cuerpo de su mejor amigo, SeongHwa, había comenzado a cambiar.
Sí, había estado enculado de SeongHwa desde primer año, y de paso había descubierto sus sexualidad con él. Habían pasado cinco años de eso.

De pana era un marico triste.

Regresando al tema principal del sometimiento, si bien su señora pure no era una vieja loca que lo regañaba por cualquier estupidez, si era verdad que capaz no iba a cenar esa noche por lo que había hecho.

Se había pintado el pelo de rojo.

Pero no cualquier rojo, sino un rojo chillón. Parecía el Ávila prendio' con querosén. Pero a él le gustaba.

—HongJoong, ¿pero que hiciste, hijo mío?—Su mamá le tocó las greñas cómo si tuviera una cucaracha ahí. Atrás de ella estaba su papá.—Pareces la cabeza de un fósforo. Un cono de esos anaranjao's que ponen los policías.

Ah coño bien, al menos no lo agarró a palazos.

—Pero estás bello papi.

Conchale, pero esa habilidad que tienen los papás venezolanos de destruirle él autoestima a sus carajitos pa' después "halagarlos" era impresionante.

—Ahora sí, marico completo.—Su papá dijo.—No mentira, echando vaina hijo. Se te ve bien.

Verga, de pana que su familia era una vaina seria.
Respiró profundo pa' no maldecir.

Le puso los ojos en blanco y medio se rió.
Después de esa inspiradora y alentadora conversación, no volvieron a tocar el tema, por lo que se pusieron a echar chismes entre ellos.
Resulta que la hija de catorce años de la vecina había quedado preñada de un malandro y la había dejado bota'.
Que beta tan betoso.

Total que terminó yéndose a encerrarse en su cuarto para hacer unas tareas que le habían mandado para el lunes.
Así es, él pasaba sus fines de semana haciendo tarea como el niño bueno que era. Aunque ese día había agarrado unas horitas antes para pintarse el pelo él mismo.
Antes de sentarse en su escritorio para colocarse a hacer sus vainas, se quedó viéndose en el espejo que tenía al lado de este, peinándose sus greñas rojas.

Le había quedado nené.
Al menos así se veía él.

¿Será que a SeongHwa le gustará?
Capaz nada más le decía algo tipo "Te ves fino, mano". No sabía porqué siempre se hacía esas ilusiones todas balurdas.

Repite HongJoong Alberto, "a Park SeongHwa le gusta la cuca, no el bowe"

(...)

—Al primero que me diga que parezco un cerro prendio', le meto una patada por el culo.

8 maricos hacen 1 desastre »Ateez« [Venezuela AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora