Capítulo 12 Judas

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La traición de un ser amado es una de las cosas más dolorosas que hay, porque no solo destruye la confianza en esa persona, también destruye la confianza en sí mismo. Elena sabía esto muy bien y por eso le dio a Admón una evidencia tan irrefutable de la traición de su amada, porque él se merecía ese dolor… esa desesperanza.

María se puso pálida en un instante e intentó quitarle el sobre a Admón antes de que viera cualquier cosa, pero Admón fue más rápido.

-Cariño no sé qué trama esa mujer, pero seguro me quiere incriminar. Solo sácala de aquí.

María usó su mirada más lamentable para hacerse ver a sí misma como una pobre mujer agredida, pero esta vez Admón no cayó en su juego.

-Si se trata de una incriminación con mayor razón debo ver el contenido, además si esto es realmente falso no tienes por qué preocuparte.

Mientras ambos discutían Elena se acercó a la cafetera que había en la habitación y se sirvió un café. Su abogado se quedó atónito al ver como la mujer actuaba con tal frescura mientras al otro lado de la habitación se armaba el caos.

Finalmente Admón abrió el sobre mientras María estaba a punto de tener un ataque de nervios.

La expresión de Admón se volvía cada vez más oscura y su respiración se hacía cada vez más irregular.

Confusión, incredulidad, dolor, ira; fueron algunos de los sentimientos que Elena pudo ver reflejado en su rostro cuando más del contenido apreciaba.

Primeramente había pruebas de que Elena no la empujo, ya que María no contó con el hecho de que la cámara de la entrada tenía vista a las escaleras. Lo siguiente que había eran pruebas de que el embarazo de María no era de Admón.

Cuando la familia de Admón entró en crisis por las malas inversiones del padre de éste, María dejó de recibir el dinero y el estilo de vida al que estaba acostumbrada, por lo que mantuvo relaciones sexuales con el esposo de la tía de Admón para sustentar su forma de vida. Ella había planeado terminar el "romance" con el viejo hombre en cuanto Admón se recuperara financieramente, por eso se alegró del matrimonio de éste con Iris, ya que esto le permitiría dejar de acostarse con un hombre feo y viejo, pero ella no contó con que ese hombre la amenazó con contar todo a Admón sino seguían manteniendo esa relación.

Admón vio una a una las fotografías donde podía ver a su amada revolcándose con el esposo de su tía, además había también un pequeño reproductor MP3 en donde había un audio en la cual María se quejaba y lloraba porque no sabía si el hijo era de Admón o del viejo hombre. Elena logró obtener la conversación porque cuando aún estaba la verdadera Iris quien ya sospechaba algo, pago para que le duplicarán el whatsapp a María y así obtener las conversaciones de ella, por otro lado las fotos las consiguió Elena por medio del abogado que soborno a unos cuantos empleados de hoteles para que se encargaran de las fotos.

Mientras le daba un sorbo a su café Elena vio como Admón se retorcía de dolor y sin ningún reparo sonrió con maldad, había estado deseando ese momento después de recibir los recuerdos y emociones de Iris. En un principio no tenía la intención de mostrar todo aquello, pero ahora ella sentía el mismo rencor que la anfitriona original, además de que aún conservaba el lado vengativo de su yo original, por lo que puso las fotos explicitas que sabía que le causarían más dolor al hombre.

-Cría cuervos y te sacaran los ojos. Te mereces esto.

-¡Cállate! Cariño todo esto es un montaje. Por favor no caigas en esta trampa. No permitas que esa horrible mujer nos separe.

-¡Pfff! Querida María tu teatro se ha caído. De verdad si lo piensas son el uno para el otro. Ambos sacrificaron el amor que se decían tener por dinero. Ambos son repugnantes.

NO SOY TÚOnde histórias criam vida. Descubra agora