Capítulo 13 Roto

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Cuando Admón escuchó las palabras crueles de Elena en un principio pensó que solo era la malicia de ella quien hablaba, pero como cualquier otra persona no pudo evitar albergar cierta duda y curiosidad en su corazón, lo cual lo llevó a abrir el sobre.

Jamás esperó ni en sus peores pesadillas semejante realidad que abofeteaba su cara. María... su amada María no era quien él creía. La imagen de la mujer amable, tierna y servicial se empezó a romper dejando a su paso mentiras, traición, pero sobre todo dolor.

Quería negar lo que estaba viendo, pero la evidencia era contundente y sobre todo explícita, tan explícita que sintió que su corazón se hundía al punto que no podía respirar correctamente.

A su lado María sollozaba mientras discutía con Iris, sin embargo Admón no pudo escuchar nada porque en ese momento habían preguntas en su mente que no lo dejaban pensar en nada más.

<<¿Por qué? ¿Desde hace cuanto? ¿Todo fue una mentira? ¿Por qué?>>

No fue hasta que escuchó el ruido de la puerta al cerrarse que finalmente volvió en sí. María lloraba y se postró a sus pies.

-Mi amor te lo imploro, no caigas en los juegos de esa mujer. Yo jamás haría algo así, todo es un montaje.

De repente muchas cosas empezaron a tener sentido; primeramente la preocupación del esposo de su tía por María tras el aborto; las visitas a su tía bajo la excusa de estar preocupada por la anciana mujer y finalmente de cómo ella no permitio que la acompañara fingiendo ser considerada con él.

-¿!Por qué!? ¿¡Crees que soy idiota!? ¡Mira tú misma y dime si son un montaje!... tú... ¿Cómo has podido? - con la última pregunta su voz se quebró-.

-¡Tú te casaste con otra mujer!

-¡Porque tú me lo pediste! ¡Porque me convenciste que era lo mejor! Y... jamás te traicione, nunca hice nada para traicionar tu amor o tu confianza... entonces... ¿por qué?

María lloraba sin saber qué decir, por un momento pensó en decir que había sido forzada, pero los audios y las fotos revelaban otra cosa.

-Yo... no quería. Yo te amo, te juro que te amo, pero necesitaba dinero y no quería que cargaras con mis problemas, además estaba celosa porque vi cómo llegaste a ver a esa mujer...

Antes de que terminara Admón la interrumpió.

-¿Me amas? ¿Cómo tienes la osadía de decir eso? La vi como alguien que está agradecido con alguien que me ayudó. Ahora veo que todo lo que dijiste sobre ella era mentira y pensar que creí en ti como un imbécil, mientras me comporte como un gilipollas con alguien que no lo merecía y todo porque confie en ti... ¿Era el dinero más importante que todo lo que pasamos juntos?

-No, no, por favor te lo suplicó, cometí un error, pero por favor...

-¿Llamas a eso un error? ¿¡Con el esposo de mi tía!? ¡Me da asco María! ¡Me das asco!

-¿Cómo puedes decirme eso? ¿Por qué todo termina siendo culpa mía cuando tú también preferiste el dinero? Se bien que yo te insistí, pero tu también aceptaste, así que... ¿Cómo puedes decirme eso cuando tú has hecho lo mismo?

Pensó en responder que todo era muy diferente porque para empezar él jamás le oculto nada, siempre fue transparente con ella y nunca se acostó con otra mujer en su tiempo como pareja, además de que la persona en cuestión era alguien de su círculo familiar, eso lo hacía aún peor.

-Quiero que te vayas. Solucionaré tu problema legal con Iris porque yo también soy responsable, pero no quiero volver a verte en toda mi vida.

-Pero... -Maria se mordió los labios con fuerza-. ¿Y nuestro apartamento?

NO SOY TÚWhere stories live. Discover now