Capituló 15 Ángel diabólico

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Leal, amorosa, elegante, hermosa, casta, una mujer dedicada a su esposo y la esposa perfecta, eran una de las cualidades para describir a Ángel, sin embargo muchos tenían lástima de la hermosa y pulcra mujer.

Su esposo único y legítimo heredero de una de las empresas de textil más importantes del país, quien además se encontraba dirigiendo la empresa en el cargo de presidente tenía una amante, nadie sabía realmente quién era, pero muchos sabían de las múltiples veces que fingio trabajar mientras iba a algún lugar.

Debido a ello muchos tenían lástima de la pobre Ángel, quien hacía honor a su nombre con su angelical forma de ser.

Ese día Ángel estaba esperando a su esposo en la oficina y noto como muchos la veían con lástima, porque era evidente que su esposo estaba haciendo otras labores que no tenían nada que ver con el trabajo.

El secretario intentó consolarla con un postre porque no pudo soportar ver su lamentable apariencia y es por ello que no se percató de la sonrisa maliciosa de la bella Ángel.

"Pobres ilusos", pensó Ángel quien bajó la mirada en un intento por controlar su risa, pero como resultado las personas que vieron la escena pensaron que ella estaba llorando.

Lo que no sabían era que a Ángel no solo le daba igual la aventura de su esposo, también era su Celestina, ya que era ella quien ayudaba a su esposo a reunirse con su amante.

En realidad su esposo y ella se querían mucho, pero no de una forma romántica, en su lugar era más como una hermandad, donde ambos se apoyaban el uno al otro ya fuera en sus amores o como cómplices de sus travesuras.

Elliot el esposo de Ángel en realidad era un hombre gay que nació en una familia horriblemente conservadora y religiosa que lo repudiarían de saber su orientación sexual, por otro lado Ángel quien se crío en una familia conservadora y machista, era una mujer que disfrutaba vivir su sexualidad con mucho libertinaje.

Por mucho tiempo Ángel tuvo que ocultar sus excéntricos gustos sexuales que iban desde el voyeurismo hasta el BDSM e incluso orgias con hombres y mujeres, por otro lado Elliot tuvo que ocultar por mucho tiempo su orientación sexual y mantener oculto su amor.

Ambos serían condenados por la sociedad y sus familias de salir la verdad sobre quienes eran realmente siendo tachados y repudiados, Angel bajo el título de puta y Elliot bajo el título de marica.

Cuando se conocieron no pudieron evitar sentir comprensión por el otro, ambos sabían como la sociedad los condenaba sin piedad y la repercusion terrible que traeria sí sus familias se enteraban, entonces decidieron hacer un trato en donde se casaban como una tapadera de lo que hacian en realidad.

En el proceso su amistad se fortaleció y se protegían y ayudaban mutuamente. En realidad la relación de ambos era muy buena y su matrimonio era lo mejor para ambos.

Ese día Angel había ido a la oficina para hablar con Elliot, ya que se había enterado que uno de sus compañeros sexuales habia regresado a la ciudad y querido divertirse por lo que necesitaba que Elliot la cubriera con su familia, pero el bribón se habia ido a divertir con su novio, por lo que Angel no tuvo más remedio que esperar.

Después de casi dos horas finalmente llego Elliot quien tenia el cabello mojado, era obvio que había estado en un motel.

-Estas siendo muy imprudente, en la oficina ya han empezado a sospechar que tienes amante.

-Tranquila Ann, no importa si creen que soy un mujeriego, de hecho esa imagen me vendria bien.

-Sabes que eso no es lo que me preocupa. Si tu familia se entera van a querer investigar quien es "la amante". Por favor ten más cuidado.

-Lo sé guapa, lo sé.

Ángel se sintió un poco molesta, últimamente habia sido muy imprudente, el amor lo tenía completamente fuera de sí.

-Pero dime qué te trajo a visitar a tu lindo esposo.

Ángel intento reprimir una risa, ante todos se portaba como un hombre frío y calculador, pero la realidad era otra. Si las personas vieran su verdadera personalidad se aterrarian, pero lo mismo fue para ella.

-Regreso un amigo y quiero ir a verlo, así que necesito que me cubras con mi familia.

-Yo me encargo tu solo ve y disfruta.

Una risa resonó en la habitación, si una persona ajena escuchara estarian sorprendidos por escuchar a un esposo decir eso a su esposa.

Axel era uno de los compañeros masculinos de Ángel cuando este regresaba del exterior, normalmente se llamaban para verse en alguna fiesta swinger o para presentarse algún compañero sexual,  pero esta vez Ángel fue al hotel donde esté siempre se quedaba para sorprenderlo, además de que pensaba invitarlo a una fiesta swinger.

Cuando toco la puerta se sorprendió al ver que la persona que abrio fue una mujer, en ese momento se dio cuenta que debía llamar antes ya que Axel podia estar divirtiendose, pero a su vez se alegro de no haber hecho eso ya que se habría perdido de tan magnífica vista.

La mujer en cuestion con una hermosa cabellera roja y unos preciosos ojos verde esmeralda tenia las mejillas sonrojadas y los labios rojos e hinchados, además estaba cubierta solo con una toalla por lo que Ángel pudo apreciar sus curvas y su piel blanca.

La imaginación obscena de Angel se disparó y no pudo evitar imaginar a esa mujer esposada y siendo sometida por ella con un dildo mientras dejaba marcas rojas en su hermosa piel blanca, pero mientras por su mente pasaba cada escena erótica una gran figura se paro tras la mujer.

Ángel pudo ver como Axel rodeaba la cintura de la hermosa mujer con su brazo de una forma posesiva mientras le dedicaba una sonrisa aterradora, sabía que Axel se habia dado cuenta de sus pensamientos obscenos.

"Madre mía que divertido va a ser esto".

La traviesa Ángel ya estaba maquinando toda clase de cosas pervertidas en su mente, aunque todo dependia del consentimiento de la hermosa pelirroja que la tenía cautivada.





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