Slave Of You (Trilogía Slave, Libro 2)

03: El pasado

Si no abandonas tu pasado, no estás tratando de mejorar tu futuro.

Ron Israel.

{Capítulo 3}

Tiempo pasado…

FÁTIMA WILLIAMS.

Había creado gran dependencia del color negro desde que presencié la horrorosa explosión meses atrás. Al igual que Sophie, no me encontraba bien, pero debía dar lo mejor de mí para cuidar a mi pequeñita hija. Ahmelie había nacido antes de que cumpliera el tiempo indicado para el parto y a causa de eso, estuvo sus dos primeros meses de vida debajo de una incubadora, siendo vigilada las veinticuatro horas del día por médicos y enfermeras, ya que no quería alimentarse. Sophie estuvo conmigo todo el tiempo, después de la muerte de Jimin decidió distanciarse un poco de todos y volvió a su antigua casa, según ella, tenía que retomar sus raíces y continuar con su vida alejada de las malas hierbas.

Asier no se tomó muy bien la decisión de ella, pero no le quedó más remedio que aceptarlo; tanto él como yo, sabemos que esa chica todavía estaba enamorada de Jimin. Por supuesto yo no puse peros en que regresara conmigo, ya que muy en el fondo necesitaba su ayuda para poder sostener la casa que con cada segundo se me hacía inmensa. Sabía que algún día debía acostumbrarme a preparar mamilas cada ciertas horas, a cambiar de pañal a la bebé y hasta ajustarme a los horarios de sueño de Ahmelie para cuando sus ojitos estuvieran abiertos y derramando lágrimas en la noche, yo no me encontrara tan cansada; pero no podía, mi instinto de madre estaba apagado y todo lo que podía hacer era lamentarme en los rincones y gritar despavorida mientras veía a mi amiga calmando a mi hija.

Hasta en eso Sophie Grey era mejor que yo, mientras que yo estaba pasando por una depresión horrible, donde no quería ver, ni hablar con nadie, ella se encargaba de alimentar a mi hija y cuidarla como si fuese su propia madre. Algunas sonrisas se me escapaban cuando admiraba esas escenas, estaba completamente segura que cuando ella tuviese un bebé, sería la mejor de las madres. También estaba un poco confundida con Sophie, después de la muerte de Jimin, no la he visto llorar, ni siquiera hablar de él, simplemente está actuando como si nunca lo hubiese conocido. Por otro lado, estaba Adrienne, quien se está haciendo cargo de la empresa de su hermano junto a Alice, —una chica que fue novia de Jimin— ambas están continuando el legado de su ser más querido.

Algunas noches, mientras escuchaba a Sophie hablando con su nuevo amigo y la persona más cercana de ella actualmente, un tal Iker, pensaba en la conversación que tuve con un chico meses atrás. No sabía por qué ellos dos me recordaban a mi pasado, aunque si tuviera que buscar alguna explicación, diría que es por el misterio que nunca dejan y los secretos que de seguro son solo de ellos. Justo como el que yo le hice prometer a ese chico que nunca diría, por su seguridad, la mía y la de todos, Gael se había convertido en mi nuevo aliado. 

«—Si quieres vivir Fátima, lo mejor es que sigas al pie de la letra todo lo que te digo.—murmuró el chico de cabellos negros y mirada de ángel.—Me ayudarás para que Sophie esté alejada de él y así, tanto ella como tú, podrán continuar sus vidas de forma tranquila.

—¿Y no te volveré a ver más?—musité e intenté llevar mis manos a su rostro pero miró por encima de su hombro, alejándose de mí.—¿Cómo quieres que te ayude?—dije al fin sintiendo como mi corazón se hacía cada vez más fuerte por su desprecio.

—En una semana me dejarás la puerta trasera abierta, me escabulliré hasta su habitación, la dormiré con cloroformo y me la llevaré.—farfulló él mirando todo a su alrededor, estaba muy nervioso, podía sentirlo, era como si estuviera preocupado por algo más.—Cuando Asier se dé cuenta, le inventarás cualquier cosa.