16: Kerstin

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El amor se acaba cuando la traición inicia.

Maléfica.

{Capítulo 16}

Tiempo pasado...

Francia, 2018.

El Rey.

Nacer en el seno de una familia rica siempre fue una ventaja. Una vez que heredas ciertas riquezas, lo único que debes hacer con tu vida es sentarte en un retrete de oro para pensar en qué gastar tu fortuna. Al menos, esos eran mis planes, que se vieron truncados por la escoria de Asier. Hace años, cuando apenas éramos unos niños, mi madre me confesó que estaba saliendo con un señor mayor que ella. Aquella noticia por supuesto me disgustó porque para mí, mis padres eran la pareja perfecta. Trabajaban juntos, viajaban juntos, llegaban a la casa a la misma hora—que era cuando despedían a la niñera—, y mientras mi padre le prestaba atención a él, mi madre jugaba y conversaba conmigo.

No éramos una familia tan disfuncional, aunque por supuesto teníamos lo nuestro, por ejemplo, la mayor parte del tiempo la pasaba solo porque ellos trabajaban, y cuando tenían un rato para nosotros, era en las noches. Tuve una infancia llena de lujos, al menos por esa parte no puedo quejarme, solo que en vez de estar pensando en salidas a escondidas con algunas chicas, yo andaba metido en el oscuro mundo de mi madre. Kerstin, siempre fue una mujer ruda y decidida, para el público no era más que otra fémina que se regía a las órdenes de su esposo, pero solo algunos pocos eran conscientes de que el verdadero poder lo portaba ella.

Desde muy temprana edad, Kerstin—mi madre—, me educó para que continuara su legado. Uno, que solo ella conocía y que gracias a mi inteligencia y mis habilidades, supe cómo ganarme su confianza para que me lo cediera. Mientras que mi padre compartía sus experiencias de los viajes con mi hermano, mi madre me llevaba a ese lugar. Allí vi desde muy temprana edad cosas horrorosas, desde mujeres desnudas bailando a través de un cristal, hasta tipos con arneses e instrumentos de sadomasoquismo golpeando a varias chicas. En aquel entonces todo eso me parecía grotesco, sin embargo, con el paso del tiempo, llegó a gustarme la forma en la que le provocaban dolor a las chicas y el placer que ellas mismas eran capaces de darles a esos hombres.

Entonces, podría decir que mi infancia se resumió en lujos, estudios, mentiras y mucho sexo. A los veinte años me tocó enfrentarme a la muerte de mis padres, lastimosamente tuvieron un fatal accidente de avión que les arrebató la vida. Para ese momento, yo había terminado mis estudios obligatorios y me concentré en dirigir el negocio real de mi madre. También me encargué de proporcionarle varios aditamentos al infeliz de mi hermano que se había metido en graves problemas a causa del amor.

Mentiría si dijera que el fallecimiento de mi pilar no me dolió, pero no podía permitirme quebrarme, a Kerstin no le hubiese gustado que su pequeño flaqueara justo como lo hizo el preferido de papá. Por eso ni lloré, y fingí que nada de lo que había ocurrido me interesaba, cuando la verdad es que me volví un lunático intentando descubrir la verdad de los hechos. Unas semanas después conseguí la información que tanto buscaba y aprovechando que nadie conocía mi rostro, comencé un retorcido plan entre las sombras. Lo primero que haría sería vengarme de los causantes de mi sufrimiento.

Por terceras personas descubrí algunos negocios ocultos que tenía mi padre y que estos fueron los causantes de sus muertes. Por eso siempre admiré más a mi madre, ella sola levantó un enorme imperio que nos hacía más y más ricos con el pasar de los días, mientras que mi padre, al desconocer la industria de Kerstin, prefirió robarle a gente peligrosa que esperó el momento oportuno para arrancarles sus últimos latidos. Cuando descubrí las identidades de esos cabrones, me trasladé a este país, desde Francia tendría una vista más cercana de ellos y podría asegurarme de cumplir mi propósito.

Slave Of You (Trilogía Slave, Libro 2)Where stories live. Discover now