13: Problemas

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La mejor venganza es sonreírle al odio; no es hipocresía, es elegancia.

Elena Poe.

{Capítulo 13}

Asier Miller.

Negué divertido al escuchar nuevamente la voz de ese hijo de puta.

Sophie está temblando, me mira con sus dilatados ojos que solo reflejan temor, mientras recuesta su cuerpo desnudo en las baldosas del baño. Sé que está asustada porque él la descubrió junto a mí, aunque en el fondo eso me alegra, de cierta forma le hará ver que por más cagadas que cometí en el pasado, mi niñita todavía tiene sentimientos por mí. Quizás algunos sean de odio, pero lo que me demostró hace rato es completamente diferente. Ella todavía me quiere y me desea aún más que la primera vez que nos conocimos. Y como le prometí, intentaré ser una persona diferente con ella, pero eso no quita que sea el mismo demonio con los demás, mucho menos cuando el Rey, está al asecho.

Aquella tarde había sido la última vez que lo vi, mis nervios se pusieron a flor de piel cuando sus grisáceos ojos encontraron los míos en medio de aquella faena. Mientras muchas de las personas que estaban presentes, continuaban llorando la pérdida de una pequeña bebé, todos mis sentidos estaban conectados a ese imbécil y luego viajaban a Sophie. Él la miraba con sigilo, pero al mismo tiempo podía notar que la deseaba, que quería tenerla consigo. Y eso era algo que nunca conseguiría, la primera razón y más lógica, porque esa niñita entregó su corazón hace mucho tiempo atrás a dos hombres, y la segunda y más loca, porque mientras yo esté vivo me encargaré de que nadie le toque una sola hebra de cabello.

Por esa razón, aquel día sostuve su mano tan precipitadamente, porque deseaba hacerle entender a ese tipo que Sophie ya tenía dueño. La sonrisa tan maquiavélica que me dedicó jamás saldría de mi mente, él no es un hombre de juegos, pero últimamente todo lo que ha hecho es jugar con cada uno de nosotros, empezando por mí, el tipo que le tocó las pelotas y lo mandó directo al hueco. Luego está el idiota de Jimin que decidió ser mi mano derecha en toda esta mierda—y que también tuvo mucho que ver con la tragedia que prosiguió—, y por último el cabronazo de Fabio. Este último me la tenía jurada por haberle robado a su familia grandes cantidades de dinero, pero conociendo su inteligencia, sabrá que es mejor aliarse a mí antes de que el Rey termine cazándolo.

Luego de que Sophie terminara de hablar con su nuevo amigo y confidente, Iker, la dejé marcharse lejos. Deseaba que el escolta de Fabio la acompañara y la protegiera mientras me enfrentaba a la perdición de mi vida, pero en cuestiones de segundos, mis pensamientos cambiaron. No fue hasta ese instante que vi la sombra de él, decir que me sorprendí sería poco, es que si no llega a ser porque conozco a la perfección a ese imbécil, podría jurar que deseaba imitarme. Estaba totalmente cambiado, ya no tenía la misma corpulencia de antes, como tampoco viste tan elegante; ahora más bien es una copia barata de Batman, con esas telas negras por encima y una máscara que cubre su rostro.

Me le acerqué con la intención de conocer los motivos que lo llevaron a ocultar su identidad, y para nada fue asombro que me dijera lo mismo que ya yo sabía. Sus palabras solo me hicieron pensar en la noche de mi despedida de soltero, cuando se apareció frente a mí y me lanzó un golpetazo en toda la cara. Yo solo me había limitado a sonreír mientras limpiaba un hilo de sangre que se escurrió de mis labios, luego quité a la puta de encima de mí y me alejé con él para tener una ardua conversación a base de puños. Peleamos lo suficiente hasta que ambos estábamos adoloridos y con algunos moretones en nuestro cuerpo, me jodió no haber pateado su cara de angelito, pero no me arrepentía del destrozo que ocasioné en otras zonas de su cuerpo.

Slave Of You (Trilogía Slave, Libro 2)Where stories live. Discover now