Capítulo XV

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Me desperté inspirada con el estúpido sonido de la alarma de Hyunjin retumbando en mi cabeza; había tenido algunos sueños sobre cómo llevar a cabo mi plan para que Hyunjin se fije en mí; algo raro, pero me sirve. Ya estaba decidida, lo iba a hacer, aunque no sería para nada fácil; Hyunjin era una persona un tanto fría y brusca aparentemente, por lo que no sabía con exactitud cómo tratar con ella de manera más... íntima por así decirlo, ¿estaba bien en hacerle caso a las voces en mi cabeza que me pedían que me abra con ella? En cuanto a mis sentimientos me refiero claro, lo otro quizás luego. Tal vez podría funcionar como también podría fallar horrorosamente, no lo sabría hasta no intentarlo.

Me levanté y luego de asearme como de costumbre, me dirigí hacia Hyunjin que se ejercitaba sin descanso. Obviamente antes, me detuve por un momento a admirarla; era inevitable.
Luego de sentir mis ojos bendecidos, completamente decidida respiré hondo y caminé hasta ella; mentiría si dijera que no estaba nerviosa, pero ya no había vuelta atrás.

— ¡Hey! Buenos días madrugadora, ¿otra vez haciendo ejercicio temprano? - llamé su atención causando que volteara a observarme.

— Oh, buenos días Heejin. Bueno, se me hizo costumbre supongo, llevo años haciéndolo después de todo.

— ¿Años? ¿Cuántos exactamente? - pregunté con curiosidad.

— Ingresé al ejército cuando tenía 18 años, así que... 6 años más o menos.

Abrí los ojos como platos, ¿6 años en el ejército? Y yo me quejaba de los dos miserables años que llevaba en la universidad; aquella en la que no hacía absolutamente nada más que hacer vida social.

— Wow, eso es mucho.

— ¿Me estás diciendo vieja? - enarcó una ceja con una sonrisa.

— ¡N-no! Solo que... No sabía que llevabas tantos años en la milicia.

— No te preocupes, igual hay muchas cosas que no sabes de mí, Heejin. - dijo para proceder a recostarse en el suelo nuevamente para continuar con sus ejercicios.

— ¿Sabes? Tengo mucha curiosidad y no tengo nada que hacer, ¿no quieres contármelo? - formé la sonrisa más tierna que pude observándola de pie.

— ¿Ahora?

— Vamos Hyunjin, tus brazos están perfectos, ¡no necesitas más ejercicio!

Hyunjin pareció medirarlo por un momento hasta que finalmente soltó un fuerte suspiró y se levantó.

— ¿Prometes ser discreta con ello? - me observó fijamente.

— Hyun, no le dije a nadie sobre tu pequeño amiguito, así que puedes tenerlo por seguro. - dije confiada.

— No es pequeño. - murmuró bajo. —Bueno... Está bien.

— ¿Qué dijiste?

Obviamente había escuchado aquello, pero quería que lo repitiese.

— Que está bien, Jeon.

— No, antes de eso. - fruncí el ceño al no obtener respuesta.

— Nada...

— ¿Cuánto te mide? - pregunté de repente causando que me mordiera a mí misma la lengua. Sí, a veces podía ser demasiado directa.

— ¿Q-qué?

— S-solo... Me da curiosidad. - aclaré, aunque la verdad moría de ganas por verlo.

𝐻𝑜𝑟𝑟𝑜𝑟 𝐼𝑠𝑙𝑎𝑛𝑑  | 2jin G!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora