𝐻𝑜𝑟𝑟𝑜𝑟 𝐼𝑠𝑙𝑎𝑛𝑑 | 2jin G!p

Capítulo XX

Cada día que pasa, siento que estoy perdiendo aún más la cabeza

Habían pasado semanas desde que habían contactado a un equipo de rescate para que nos buscara, pero hasta día de hoy no había venido absolutamente nadie; el mar lucía tan desolado como siempre, el cielo completamente despejado y la única compañía en la isla eran esos horribles seres mutantes, porque sí; habían regresado o resurgido de alguna forma que no conocemos.

La cantidad de pasajeros que seguíamos con vida, afortunadamente, no se había reducido, seguíamos siendo 27 personas que milagrosamente incluían a mis amigas las cuales seguían sanas y salvas, a mi hermano y a Hyunjin.

Ahora, la pregunta que tanto me formulaba cada noche antes de caer dormida ante el enorme cielo oscuro cubierto de titilantes estrellas era;

¿Cuánto tiempo más sobreviviremos?

Cada día que sobrevivía lo sentía como un regalo, un verdadero milagro de hecho, porque si bien yo no era tan apta para la supervivencia, o siquiera para valerme por mí misma, al fin y al cabo aquí estaba: viva. Pasé de ser una niña mimada y dependiente que quería que le hagan todo por ella, a independizarme a la fuerza para sobrevivir de alguna manera. Y parte de lo que había aprendido, e incluso la razón por la cual seguía aquí aun luchando, se lo debía a Hyunjin.

Giré mi rostro hacia la persona que había causado toda ésta revolución en mí; ella parecía estar calmada, simplemente observando el cielo nocturno con los brazos tras su cabeza. Me incliné hasta quedar recostada de lado y me fue inevitable formar una sonrisa al verla tan tranquila y relajada, porque eso me gustaba de ella; su seguridad y fortaleza, su forma de transmitirme paz aunque todo se esté yendo a la mierda. Sentía que aunque me derrumbara, ella estaría ahí para mí, sosteniéndome y diciéndome que todo estaría bien.

Porque sabía que a su lado todo estaría bien.

— ¿Qué piensas Heejin? - preguntó sin despegar su vista del cielo.

— Mmm... ¿quieres saberlo? - pregunté juguetonamente, Hyunjin finalmente volteó su rostro y me observó esperando mi respuesta. — Pensaba en ti.

— ¿En mí? - preguntó confundida.

— Pensaba en lo afortunada que soy de haberte conocido. - sin decir nada más busqué su mano para tomarla y entrelazar nuestros dedos.

— ¿Tanto así? - soltó una leve risa.

— Por supuesto - afirmé. — Y ahora que lo recuerdo...

Recordé un detalle importante, algo que había olvidado pedirle a Hyunjin hace varios días, o bueno, algo que yo quería que ella me pidiese.

— ¿No te olvidas de algo Hyun? ¿Algo que debas preguntarme? - sugerí.

— ¿Una pregunta?, amm... no estoy segura. ¿Quieres que te haga una pregunta?

— ¡Por supuesto! - exclamé con los ojos brillantes.

— ¿Un cuestionario o algo así?

— ¡Hyunjin! - reclamé. — No me refiero a eso, ésta no es una pregunta cualquiera...

— ¿Ah no? ¿Entonces que es?