Capítulo 13: Estoy aquí.

4.3K 527 57
                                    

Comenten que me aburro sin leer sus comentarios:(¿Llegaron? Ya nadie me avisa que llegan, manga de irresponsables!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Comenten que me aburro sin leer sus comentarios:(
¿Llegaron? Ya nadie me avisa que llegan, manga de irresponsables!

ೋ❀❀ೋ═══ • - • ═══ೋ❀❀ೋ

La manada, parte de ella, trataban de calmar por todos los medios a Embry. El pobre no dejaba de llorar, de romper cosas que se atravesaban en su camino o de gritar incoherencias. Había despertado hace dos horas, y lo que más le asustó fue el que Sasha no despertara con él.

Todos estaban tensos, absorbidos en el dolor e incertidumbre. Los lamentos del lobo traían locos a la mayoría y la angustia del Alfa solo era el detonante de aquella bomba de miedo y enojo que todos cargaban. Billy Black, el abuelo de Quil y Sue Clearwater hacían todo lo posible para ayudar a la pequeña Sasha en su silenciosa agonía. Ella tenía sus párpados cerrados, quietos, pero su cuerpo temblaba y de su boca salían sonidos dolorosos. Eso no tranquilizaba a la manada ni a Embry. Marlene estaba inmóvil, como una estatua, mirando a la nada con su mano en su pecho. Sam estaba a su lado con el mismo rostro, mostrando sus más dolorosas expresiones.

—¡Embry, para ya!.—Gritó Leah, en un arranque de angustia. Su garganta dolía de tanto gritar, y sus ojos pesaban de tanto llorar. Ella se sentía culpable por no haberla protegido como le prometió, y el ver a Embry en ese estado, desolado, no le ayudaba en nada.—¡Entiendo tu dolor, pero no ayudas en nada haciendo esto!.

—Leah, basta.—Pidió Seth, con sus ojos cristalinos.

—Hey, amigo, entiendo tu agonía.—Le dijo Quil a su mejor amigo, pasando su mano en el hombro del chico.—Cuando Marine sufría yo sentía su dolor, y puedo imaginarme y entender lo que sientes ahora mismo.—Apretó el hombro del contrario, llamando su atención.—Pero debes ser fuerte. Ella lo es, y despertara en cualquier momento, te necesitará como tú a ella.—Dio media sonrisa.—Debes calmarte.

—Ustedes no entienden.—Sollozo Embry.—Siento un dolor aquí.—Se golpeó el pecho con enojo.—Siento que la estoy perdiendo.—Hipo.—No puedo perderla, no puedo.—Lloró.

Los chicos se miraban entre ellos y miraban a su amigo que estaba en el suelo, junto a la puerta de la habitación donde los del consejo trataban de ayudar a una inconsciente Sasha.

Mientras, en la mente de Sasha, se oían voces, se veían imágenes y recuerdos.

"—Mi dulce niña.—Llamó una mujer avejentada.

—¡Nana!.—Chillo la pequeña Sasha de 6 años y medio, corriendo a los brazos de la mayor.—Te he extrañado.

—Y yo a ti, pequeñita.—Respondió la mujer.—Ven, acompáñame a dar un paseo por la playa.—Dijo levantándose del suelo y estirando su mano a la niña, que gustosa la tomó.—¿Sabes?, tu abuelo y yo pensamos en que te gustaría oír una historia.

My Little Girl |6| E.CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora