✩ Cat Love ✩ || Minsung

𝖭𝗂𝗇𝖾

Pareja...
¿Qué es el amor? Ni siquiera él lo sabe. Nadie nunca le explicó lo que era esa sensación.
Nunca lo había experimentado a decir verdad... pero, se siente muy cómodo con MinHo, siente la necesidad de ser protegido por él.
Pero eso no es amor y él no tiene ni la menor idea de la vida de MinHo.

¿Por qué estoy aquí?

Nunca ha experimentado las famosas mariposas en el estómago, ni siquiera los nervios o tal vez si, pero él cree que no con ese propósito.
Le gustaría por lo menos alguna vez experimentar lo que es el amor, saber que es, lo que se siente ser amado porque realmente nunca ha sentido ser amado por alguien. Después de todo, ¿quién querría amarlo? Es solo un híbrido, un experimento fallido, un humano con químicos y demás, así se siente y siempre ha sido así.

Por eso, cuando le dijo MinHo sobre la salida y todo sobre su acompañante se sorprendió demasiado porque nunca le habían dicho eso a él, era algo nuevo y obviamente no sabía cómo reaccionar.
Pasó casi la mitad de su corta vida en forma de gato por el miedo de ser lastimado otra vez y era válido aunque traía consecuencias porque si piel se volvía sensible al no convertirse en su otra forma.

— ¿Hannie? — una voz lo sacó de sus pensamientos, el castaño lo veía con el ceño fruncido llevaba minutos llamándole y este parecía no reaccionar. — ¿Qué sucedió? ¿Alguien vino a molestarte?

— N-No, solo pensaba — hasta ahora no se había percatado que ya la comida estaba servida.

— Bueno, te pedí una galleta y un café con leche, espero que te guste. — sonrió y ese gesto hizo latir rápido el corazón de Jisung. — Disfruta.

Dicho eso, él castaño comenzó a degustar su tartaleta de fresa con un americano al costado. A la par, Jisung miraba con curiosidad el alimento en sus manos, quería probarlo, el olor era tan delicioso que hacía salivar sus papilas gustativas.
Acercó el alimento a su boca y le dio un pequeño mordisco, MinHo lo miró de reojo y sonrió enternecido, se veía gracioso el chico mirando la galleta como si fuera lo más perfecto en este mundo.

— ¿Está buena? — preguntó al ver que el rubio ya estaba dándole el primer bocado.

— Es muy rica, gracias M-Min- amo... — se sonrojó rápidamente y desvió la mirada tímidamente de su amo.

— Dime Minho Hyung, Jisunggie— sonrió de nuevo mostrando sus dientes de conejito. Minho tenía una sonrisa preciosa y eso siempre había admirado de él.

Ambos se miraron por unos segundos, se sonrieron y uno de ellos apartó la mirada avergonzado mientras que el otro carraspeaba algo nervioso.