Lee Minho, residente de Seúl, vive en un pequeño apartamento con su acogedora soledad pero un día se encuentra con un lindo gatito que resultó ser un híbrido, este le cambiará la vida totalmente.
- Ow, pero que lindo gatito...
[•]
- ¿Podrás amarme c...
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Silencio.
Ni un solo sonido se escuchaba.
Sus pensamientos lo estaban comiendo vivo y si no encontraba una solución, el señor Yang lo mataría. ¿Cómo se supone que iba a juntar toda esa cantidad de dinero? No, ¿Cómo llegó a ese punto de endeudarse? Ni él sabía la respuesta.
Pero Soobin lo tenía harto de tantas preguntas que le hacía a diario, no lo juzga, es su deber como secretario. Aunque a veces se preguntaba cómo sería su vida si no estuviera metido en el tráfico de drogas y la mafia. Quizá su vida sería más tranquila, no tendría que estar escapando a diario y tampoco tendría que esconderse.
¿Cómo reaccionaría el pecoso que últimamente le roba suspiros si se enterara que era el jefe de una de las mafias más importantes de Corea?
Probablemente no le volvería a hablar, aunque solamente hayan hablado una sola vez, con eso fue suficiente para Changbin. El peligris ocupaba la mayor parte del día en su cabeza.
¿Amor a primera vista? No, solamente sintió algo que no había sentido hace ya bastante tiempo. La sensación era conocida, sentía que ya había visto al peligris en algún lado.
— Señor... — Oyó la puerta ser abierta y de reojo observó el cabello rojizo de Taehyun. Lo acababa de sacar de sus pensamientos — Necesito decirle sobre unas cosas, ¿Puedo pasar?
Changbin suspiró y esa fue la aprobación que necesitaba el pelirrojo para entrar. Cerró la puerta con seguro y caminó unos cuantos pasos hasta llegar a una prudente distancia del sofá donde se encontraba Seo.
— ¿Qué necesitas? Que sea rápido porque estoy teniendo una jaqueca que me va a dejar en cama por semanas — gruñó y Taehyun sonrío un poco, conocía el carácter de su jefe.
— La policía lo está buscando de nuevo, señor — se puso serio — Pero esta vez están más preparados que la vez pasada, lo están buscando por todo Seúl, hasta en Gangnam. Avisé al señor Yang sobre esto pero él me dejó muy en claro que ya no quería tener nada que ver contigo... — suspiró y tomó aire — Lo cuál empeora aún más... el gob-
— Basta, entendí — interrumpió en seco al menor el cual de inmediato se quedó callado — Ese bastardo de Yang... No hace nada, sólo se queda de brazos cruzados esperando a que yo haga todo... juro que cuando lo vea le cortaré las pelotas y con ellas alimentaré a mis gatos... — susurró entre dientes, la molestia comenzaba a inundar su sistema por 5ta vez en el día — Llama a los refuerzos...
Se levantó del sillón dispuesto a irse pero antes de retirarse miró a Taehyun de reojo
— Haremos lo que esté en nuestras manos para que no se lleven a los híbridos.
Taehyun asintió, sabía la responsabilidad que conllevaba, pero ninguno de ellos los iban a abandonar.
