𝖳𝗁𝗂𝗋𝗍𝖾𝖾𝗇

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Había sido un día tranquilo, simplemente la misma rutina de todo los días a la que ya se había acostumbrado, por supuesto

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Había sido un día tranquilo, simplemente la misma rutina de todo los días a la que ya se había acostumbrado, por supuesto.
Claro, sólo debía leer, programar y pensar programas nuevos y cosas que pudieran ayudar a crecer la empresa, fácil ¿no?

A veces se sumía demasiado en el caso que le habían entregado como ensayo, pero otras veces pensaba en sus sentimientos, algo que rara vez hacía.
Minho era una persona muy cerrada y prudente cuando de sentimientos se trata. Le gustaba escribirlos en un diario pero con el pasar de los años este fue quedando en un baúl en lo más profundo de su armario. Es amante de la escritura, era uno de sus hobby's en la universidad pero está lo consumía demasiado que poco a poco fue perdiendo el interés.

Desde que el minino-chico había llegado a su vida todo se sentía más tranquilo, era curioso como un animalito (no tan animalito) le había cambiado las cuerdas a su destino. Hannie era tierno cuando sonreía, cuando estaba molesto o cuando hacía sus pataletas, lo extrañaba y él estaba consiente de lo mucho que lo había descuidado. Una semana había pasado desde que no se sentaba en el sofá con una taza humeante mirando el exterior y un gatito a su lado moviendo la cola de lado a lado.

Si, lo extrañaba, pero RyuJin se mantenía en su mente. Siempre se había convencido de que las chicas no eran lo suyo, siempre tuvo en claro su orientación y no era algo que le molestara, los chicos siempre fueron su gusto y era algo que no iba a cambiar, lo aceptaba y así estaba bien. Pero desde que la chica había llegado había alterado todo su ritmo de vida, la chica era linda, amigable y divertida, sí, pero al mismo tiempo sentía un cariño de esos que sientes por amigas o hermanas mas pequeñas, así se sentía.
Él tenía en claro las intenciones de la chica, era más que evidente pero él no sabía cómo decirle de manera "indirecta" que no estaba interesado, o al menos eso le decía su corazón, porque si hablábamos de mente todo estaría bien ¿no? podría tener una linda novia y por fin no ser la decepción de su familia rota que no veía desde los 15 años.

Alejó toda clase de pensamientos que lo estaban distrayendo pero cuando menos cayó en razón la alarma de salida había sonado.
Tomó sus pertenencias y salió lo más pronto posible, ya lo había decidido, arreglaría las cosas con Hannie.
Hace unos días se había encontrado con su viejo amigo Min Yoongi, un compositor de una gran empresa que a veces solía recurrir la cafetería donde el estaba seguido. Se habían hecho buenos amigos y casualmente le contó sobre su gato, al igual que él Yoongi amaba los gatos así que sin rechazar aceptó cuidar a Hannie.

Se despidió de algunas personas que aún estaban en el establecimiento y salió por la gran puerta de cristal que en ocasiones había hecho que se estampara en ella.
Pensó qué tal vez se encontraría a RyuJin o a Felix, pero no los vio por ningún lado.

Mientras paseaba por las calles observaba con atención cada mínimo detalle, era algo que le gustaba mucho hacer y pues aprovechó el camino.

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✩ Cat Love ✩ || Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora