Dulce Ronroneó

✨ 15 ✨

- ¿Estás bien? -

Joaquín se sentó frente a Ethan preocupado. El alfa estaba luchando por no quedarse dormido mientras comía su almuerzo. Para que aquello pasara, Ethan había tenido que pasar varias noches sin descansar bien, nadie en sus cincos sentidos podría dormir en la cafetería con todo el escándalo que hacían los alumnos quienes aprovechaban aquellos minutos en la academia para descansar y desahogarse del estrés. Bailar podía llegar a ser demandante y agotador.

-Sí, estoy bien- Contestó dándose palmadas en las mejillas para despabilarse- Es sólo que pasé mala noche, Dy no podía dormir-

- ¿Por? -

Joaquín abrió su tupper de Hello Kitty y tomó un pedazo de manzana. Aquel traste era su favorito, lo llevaba a su trabajo cuando presentía que el día iba ser bueno o tranquilo, era de alguna forma su complemento para tener una mejor jornada. En un principio pensó que sería el único con aquellos gustos un poco infantiles, pero se llevó una gran sorpresa al encontrarse con varios maestros llevando su almuerzo en trastes de estampados divertidos.

Joaquín secretamente envidiaba el tupper del come galletas que uno de los maestros de Jazz tenía, hasta el momento no había podido encontrarlo en las tiendas y le frustraba tener que verlo de lejos llevando el almuerzo de otra persona.

-Dy no paró de vomitar en toda la noche, ningún té lo calmaba, ni si quiera los remedios de mi madre y la de él funcionaron-

-Debiste llevarlo a urgencias, que tal si era algo grave-

Ethan sonrió levemente y jugó con su comida mientras se perdía en sus pensamientos. Joaquín lo miró extrañado por aquel comportamiento, Ethan siempre era alguien que devoraba su comida a penas la tuviera frente a él y ver la carne casi intacta le hizo inquietarse. Dejó su jugo en la mesa y utilizó esa mano que le quedó libre para chasquear sus dejos cerca de la cara del alfa provocando que Ethan diera un ligero brinco al salir abruptamente de su trance.

-Lo siento me perdí-

-Lo noté- Joaquín aprovechó el aturdimiento del contrario y le robó una galleta que Dylan le había preparado como postre- Debes llevarlo al doctor cuando termines de trabajar-

-Desde hace una semana que lo llevé al doctor-

- ¿Y? - Preguntó impaciente- ¿Qué tiene? -

Ethan dejó sus cubiertos a un lado y recargó sus codos en la mesa adoptando un aire misterioso, Joaquín no pudo evitar impacientarse.

-Joaquín- Una pequeña sonrisa apareció en su rostro, la cual se fue agrandando mientras hablaba- Dy está esperando un hijo-

Abrió los ojos como platos, definitivamente aquello no se lo esperaba. Cuando la confusión desapareció trayendo consigo felicidad se puso a aplaudir emocionado sin importarle las miradas curiosas que los observaban. Rodeó la mesa con una velocidad increíble y se abalanzó a su amigo para abrazarlo y felicitarlo.

- ¡No puedo creerlo! - Chilló alegre- ¡Serás papá! -

Ethan rio contagiado por la emoción y correspondió el abrazó con la misma fuerza que la de su amigo.

-Estoy tan feliz por ti- Le dijo sinceramente- Te revolví todo el cabello, perdón-

-Gracias, y no te preocupes, yo me puse peor cuando recibí la noticia, el doctor pensó que me había vuelto loco-

- Me siento celoso de ti, eres más joven que yo y ya tienes un hijo- Bromeó mientras le codeaba juguetón su costado.

-No tienes porque, estoy seguro de que a Emilio no le molestaría tener un hijo ahora-

Tenía razón, sabía que Emilio deseaba ser papá, sin embargo, fue decisión de ambos esperar un poco más, aún eran jóvenes y los híbridos vivían mucho más tiempo que un humano promedio, por ello no tenían prisa por convertirse en papás. Joaquín no se sentía realmente triste por no embarazarse en esos momentos, él era feliz con la vida que tenía y sabía que Emilio compartía ese sentimiento.

-Sabes cuál es nuestra situación- Le contestó mientras volvía a su lugar de en frente- Pero no hablemos de mí, dime, ¿cuántas semanas tiene? -

-Ayer cumplió un mes y medio, pero lamentablemente conforme pasan los días, más incrementa los mareos y los vómitos- Hizo una mueca- El doctor dijo que hasta después del tercer mes se irán los síntomas, si es que Dy pasa un embarazo tranquilo-

-Quiero ir a verlo-

Joaquín no había podido conocer adecuadamente al esposo de Ethan , sólo lo veía cuando Dylan iba a buscar a Ethan en la academia, pero no era muy seguido. Sentía curiosidad, aquel omega era muy agradable y parlanchín, su compañía siempre lo hacía sentir cómodo y Joaquín deseaba poder hacer amistad con él.

-Si quieres, este fin de semana puedes visitarnos, aunque no lo creas, Dy siempre me pregunta por qué no te he invitado a comer, él está ansioso de conocerte-

- ¡Sí! Emilio y yo nos encargaremos de la comida, no quiero que Dylan se estrese cocinando por nuestra culpa-

-Pensaba cocinar, pero soy malo haciéndolo, así que acepto tu oferta-

Joaquín empezó a organizar todo dentro de su cabeza, quería que todo saliera bien para el agrado de Dylan.

Pero antes tenía que llamar a su padre, porque no tenía idea de que cocinarle a un omega embarazado que vomitaba con cualquier olor intenso.