✨34✨

680 133 19
                                    

- ¿Necesitas algo más? -

Emilio dejó la pluma en el escritorio y dobló la lista de compras para meterla en su bolsillo. En esa ocasión a él le tocaba ir al supermercado a traer la despensa. No era exactamente su tarea favorita y menos si lo hacía solo. Pero Joaquín y él habían decidido hacerlo por separado debido a que cuando iban juntos terminaban comprando demasiados dulces o botanas, esto trajo como consecuencia que en los primeros años viviendo juntos terminaran engordado alrededor de seis kilos.

-Creo que es todo- Emilio fue a tomar las bolsas para compras, pero en medio del camino repentinamente se le acordó algo.

-Espera, no revisé cuantos supresores nos quedan- Se dirigió al estante a revisar la caja con medicinas, pero Joaquín lo sostuvo del brazo deteniéndolo. Emilio lo miró interrogante esperando a que hablara, pero él mantenía su mirada baja lo suficientemente avergonzado como para hablar. Inclusive sus mejillas se habían coloreado de un leve color carmesí. Emilio entonces pensó en sus mejillas como dos suaves pasteles de arroz con fresa.

-No es necesario- Joaquin le soltó el brazo y empezó a jugar con sus dedos nervioso- Estuve pensando que tal vez ya no los necesitamos-

- ¿Qué quieres decir? –Preguntó sin comprender.

Joaquin tomó aire y se armó de valor.

-Hace poco cerraste el trato con Camilo, debido al implemento de accionistas tienes más tiempo libre y yo he logrado conseguir un horario estable en la academia, así que pensé que quizá podamos dar el siguiente paso-

El alfa se descolocó sin saber que decir, momentáneamente su mente se había quedado en blanco y no pudo hacer otra cosa más que mirar a la pared completamente perdido. Joaquín se mordió las uñas ansioso al ver su reacción, tal vez fue demasiado brusco al decirle su decisión.

-O también puedo seguir tomando los supresores- Agregó tratando de remediar lo dicho- No hay problema si aún no te sientes preparado-

-No- Emilio respondió saliendo de su aturdimiento- Ya no es necesario-

Joaquin fue jalado bruscamente hacia el pecho del alfa encontrándose atrapado en un caluroso abrazo lleno de amor. Enterró su nariz en su cuello y dejó que el aroma a cacao y a selva húmeda lo tranquilizaran hasta traerle paz a su cuerpo.

- ¿Qué hago ahora con esta noticia? - Emilio sonrió en grade y besó repetidamente la mejilla del omega- Sinceramente no creo poder concentrarme en el super-

-Pensé que no te agradaría la idea-

- ¿Por qué? – Preguntó incrédulo- Creo que ambos estamos en el momento correcto para ser padres-

A sus veintiocho años Emilio ya había contemplado la idea de ser padres, sin embargo, se había reservado ese pensamiento para él mismo durante todo este tiempo.

Joaquin apenas tenía veinticuatro, por lo que decidió esperar a que su pareja disfrutara todo lo que quisiera de su juventud antes de verse envuelto en una responsabilidad tan grande como cuidar a un niño. Él no quería ser la razón por la que la felicidad y diversión de Joaquín se vean mermadas.

- ¿Crees que sea muy apresurado pedirte también que nos casemos? - Emilio se carcajeó ante la repentina pregunta. Joaquín lo miraba con los ojos brillando de emoción resaltando ese hermoso color zafiro que tenían. Besó su sien sintiéndose feliz. Definitivamente, había encontrado a la mejor pareja.

-Cariño si fuera por mí ya te habría arrastrado al registro civil. Pero tu padre me mataría si no le hiciera a su hijo la boda que se merece-

- ¡Dios! creo que es mejor no decirle hasta que tengamos todo organizado, no quiero tener que pelarme con él por mi vestuario de boda- Comentó consternado.

-No me molestaría que tu padre te escogiera un vestido pomposo- Joaquín sonrió levemente y besó la expresión boba del rostro de Emilio. Pero, aunque su alfa ya se lo estaba imaginando con un vestido, no usaría nada que lo hiciera sentir incómodo en su fiesta, un traje era más que suficiente.

- ¿La boda será antes o después del bebé? – Preguntó acariciando el pecho del mayor.

-No lo sé cariño, mi cabeza sólo está pensado en llevarte a la habitación-

- ¿Y qué estas esperando? –

Joaquin soltó un grito agudo cuando fue levantado inesperadamente del suelo. Rio con fuerza mientras era llevado sobre el hombro de su pareja a la habitación. No pudo evitar ronronear, se sentía tan alegre y amado que su corazón latía frenéticamente en su pecho haciéndolo doler, y en esos momentos sabía que la emoción era mutua.

Emilio lo depositó en la cama y se posicionó sobre el cálido cuerpo que lo llamaba. Le sonrió a su pareja desde lo más profundo de su ser y dejó el sentimiento fluir entre ambos.

Joaquin acercó su boca a él y besó sus labios con una intensa calidez que mareó a su sistema y lo dejó deseando por más. Emilio correspondió al gesto, siendo aquel beso como un pequeño pacto que prometía silenciosamente un futuro próspero y lleno de amor.

Fin

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.





Fin









No es cierto, era una broma, la historia sigue 🙃

Dulce Ronroneó Where stories live. Discover now