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-Emilio-  Joaquin jadeó cuando sintió la húmeda boca contra su entrada

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-Emilio-  Joaquin jadeó cuando sintió la húmeda boca contra su entrada. Su cabeza daba vueltas sintiéndose fuertemente mareado sobre la almohada.

El placer viajaba a cada uno de sus nervios y sus neuronas parecían hacer un corto circuito cada que Emilio pasaba la lengua por el hinchado anillo de músculos. Sus piernas dieron un leve espasmo cuando un gemido de su alfa vibró a través de él, trayendo consigo una nueva carga de lubricante que sólo le facilitó el trabajo a Emilio con su estimulación. 

Trató de mantener la cordura y no perderse en las sensaciones. Si era sincero consigo mismo, ni si quiera podía recordar claramente como había terminado con las piernas abiertas a cada extremo de la cama en un perfecto Split con Emilio entre ellas dándole placer. 

- ¡Oh dios! - Exclamó cuando un dedo fue introducido en su interior. 

Hundió su cara contra la almohada cuando sintió el dedo explorar sin pudor por toda su cavidad. Joaquín debería estar molesto en esos momentos. Se suponía que ellos estarían discutiendo por que Emilio le había dicho que tenía una salida con sus amigos el mismo día que tenía una presentación en la academia. A él no le disgustaba que saliera a divertirse sin él, pero odiaba cuando su pareja lo hacía en días especiales, provocaba una sensación de irritación en todo su cuerpo. Sin embargo, de alguna forma u otra, habían pasado de una pelea a besarse con furor sobre la cama, conduciendo a ambos a la situación actual. 

-Mierda-  Escuchó a Emilio maldecir. Joaquín se sorprendió a si mismo por calentarse y responder tan activamente a una palabra. Sintió dos dedos enterrarse más profundo mientras buscaban desesperados ese punto que lo hacía ver las estrellas. Sus piernas intentaron cerrarse cuando su próstata se vio maltratada, lloriqueó contra la almohada e intentó calmar a su cuerpo que se perdía en olas de placer tratando de incorporase y así evitar que Emilio llegara tan fácilmente en su próstata, pero este aprisionó sus muslos con ambas manos bloqueando algún movimiento de su parte, para luego continuar con su labor. 

Emilio acarició con deleite la entrada que palpitaba sobre su lengua mientras se ayudaba con sus dedos, podía sentir el sabor del lubricante por todas sus papilas gustativas provocando que su tigre gruñera y quisiera tomar más de él. 

- ¡Ah! -  Joaquin gimió cuando por la euforia, el alfa lo aprisionó más a la cama provocando que su miembro se presionara contra el colchón trayéndole una serie de sensaciones placenteras que se acumularon en su estómago.

-Sólo un poco más-  Emilio pareció escucharle porque aumentó la velocidad con la que se movían sus dedos. El alfa sintió su miembro doler contra su estómago. Liberó el brazo con el que estuvo sosteniendo el muslo de Joaquín  para poder acariciarse. Podía sentir la humedad sobre su mano, untó el líquido preseminal sobre su glande y bombeó por toda su extensión al ritmo en el que sus dedos penetraban a Joaquín. Podía sentir un cosquilleo en la punta sintiendo la necesidad de anudarlo. Maldijo internamente y presionó con fuerza la punta para simular la presión del suave canal de su pareja.  

Gruñó frustrado aplicando un poco más de fuerza cuando la usada no fue suficiente y gimió alto cuando un gran espasmo lo atacó haciéndole manchar las sabanas. 

Respiró pesado sobre la espalda baja del omega. Notó como la piel de esa área se erizaba, sabía que su pareja también estaba muy cerca, podía sentirlo en la presión que ejercía sobre sus dedos y en la agitada respiración que cada vez se entrecortaba más. Dobló con fuerza los dedos y escuchó un agudo grito siendo amortiguado por la almohada. 

Joaquin alzó sus caderas y rogó por más. Pronto tres dedos lo embistieron moviéndose en un ritmo constante que le hizo arquearse de placer. Sintió las lágrimas acumularse en sus ojos mientras cada uno sus músculos se tensaban y se preparaban para culminar. Se aferró con fuerza a las sabanas sintiendo como su próstata parecía haber quedado en carne viva, cada toque le hacía llorar y tensionarse hasta llegar a su límite. 

- ¡Dios! -  Gimió y se quejó cuando la tensión se quebró. Los espasmos en su cuerpo se hicieron presentes, su cuerpo temblaba sin control y parecía estar ido mientras se corría. Su entrada se inflamó apresando los dedos que seguían dentro. Su cuerpo se había preparado para ser anudado, pero entendía que Emilio no había querido obligarlo a permanecer unido a él durante un buen rato, porque sabía que aún tenían una discusión pendiente. 

-Aún estoy molesto contigo- Dijo con la respiración agitada. 

-Minnie, es el cumpleaños de Asher-  Emilio retiró con suavidad sus dedos y se acostó a su lado. Joaquín trató de controlar sus piernas temblorosas mientras se acomodaba boca arriba, se sentía como un cervatillo que aún estaba aprendiendo a caminar. 

Miró a su pareja que esperaba una respuesta. Sabía que era una especie de berrinche, pero él realmente se había esforzado en la coreografía de los alumnos de Alejandro, era la primera vez que trabajaba con un grupo becado por lo que puso todo lo que estuvo a su disposición para montarles un baile que estuviera al nivel de los alumnos avanzados.

-Además- Agregó Emilio al ver que no respondía- Recuerda que yo no te obligo a ir a las reuniones de trabajo cuando no quieres- 

-Lo sé- 

Era cierto, cuando Emilio era invitado a una importante reunión donde era crucial su presencia siempre se salvaba de ir, inclusive cuando su pareja realmente quería su compañía en esas reuniones.  Bufó cuando el mal humor llegó a él, no tenía excusas para hacer que Emilio accediera, además, se sentía un poco culpable, porque sabía perfectamente que casi todo el tiempo libre del alfa lo gastaba en sacarlo con su gusto. 

-No te molestes amor, le explicaré a Asher que no podré ir-  El alfa le dio un beso en la frente y se vistió con su pijama. Joaquín sintió sus ojos aguarse y su ánimo caer en picada cuando lo vio salir de la habitación, por lo general, después de tener sexo, Emilio lo abrazaba y arrullaba hasta que se durmiera. 

Un hipido apareció, se sentía un egoísta que no merecía todo lo que tenía. Su alfa debería divertirse con otras personas y él sólo se lo estaba impidiendo. 

Rápidamente se levantó y se apresuró a alcanzar al alfa. Lo vio tomar la perilla de su estudio, si entraba y ponía seguro ya no podría disculparse. Corrió y se abalanzó a él aferrándose con fuerza sorprendiendo a Emilio que no esperaba su abrazo. 

-Lo siento- Se disculpó con un hilo en la voz- Yo si quiero que vayas con Asher-  Emilio se giró y le regresó el abrazo con el mismo fervor. Limpió las lágrimas de sus mejillas con sus pulgares y besó con ternura los húmedos labios que se alzaban buscando consuelo. 

-Está bien Jimin- Dijo mientras acariciaba su rostro- Cuando ambos nos calmemos hablaremos mejor sobre el tema, por hoy estemos tranquilos-  Ambos pasaron su tarde aferrados uno del otro, acariciándose con parsimonia y pidiéndose perdón mutuamente a través de las tercias caricias y besos cálidos, dejando el mal humor o preocupación a un lado, porque si eran sinceros, no soportaban estar disgustados por mucho tiempo

-Está bien Jimin- Dijo mientras acariciaba su rostro- Cuando ambos nos calmemos hablaremos mejor sobre el tema, por hoy estemos tranquilos-  Ambos pasaron su tarde aferrados uno del otro, acariciándose con parsimonia y pidiéndose perdón mutuamente...

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Dulce Ronroneó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora