El Último Alimento De Vida

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Me levanto bruscamente de las gradas y veo a Estela convulsionar atada con los cinturones de fuerza a la mesa mientras de su boca salía una gran cantidad de espuma blanca que le corría a través de su cuello y estaba empezando a cubrir parte de su nariz, su cuerpo saltaba violentamente atado a la mesa, haciendo que los cinturones empezaran a reventarse. Corrí desesperadamente hacia Estela y empezé a tratar de estabilizarla,safé los cinturones que la ataban y la puse de lado, tomé un paño blanco que había en la mesa de ojalata a mi derecha que era en la que estaban los instrumentos que se utilizaron en la operación, apreté maxilar y metí el paño para que no se mordiera la lengua -continuaba haciendo movimientos involuntarios provocados por las convulsiones, tomé una jeringa y miré la mesa buscando una dosis de algún tranquilizante pero fue en vano.

Miro el vendaje que tapaba el orificio provocado por la cirugía y me doy cuenta de que está totalmente lleno de sangre, la cual ya le estaba empezando a caer a través de su mentón y parte del cuello, quité el vendaje y una inmensa cantidad de sangre empezó a salir - No no no, ayúdenme por favor está teniendo una hemorragia

El Dr.Angel se acercó rápido hacia donde estaba y con un tranquilizante para parar las convulsiones, cuando vió la hemorragia su cara se tornó de gris pálido y en sus ojos se abrieron como grandes faros de autos -¿Qué mierda ha pasado? Enfermera rápido vendas, necesitamos detener la hemorragia antes de que llegue al cerebro.

Levantó su mirada de pánico hacia mi - Mídele el pulso

Puse mis dedos índice y el del medio unidos y los coloqué sobre la parte inferior trasera de la muñeca -está pero demasiado débil

Tomó mi mano y la puso sobre el orificio de la cirugía tapado por vendas que le había dado la enfermera a su lado - ahora vuelvo, sólo presiona el vendaje para detener el sangrado.

Las convulsiones continuaban lo que seguía provocado que su cuerpo tuviera movimiento no deseados y la parte trasera de su cabeza se golpeara contra la mesa de operaciones, lo que provocó que el sangrado de la hemorragia aumentara a tal nivel donde ya era imposible detenerlo o salvarle la vida a Estela. Las convulsiones se empezaron a desvanecer de su cuerpo rápidamente creí que por fin ya se les estaban pasando hasta que mire sus ojos, ya no eran blanco y negro sino de gris pálido, pude sentir la muerte a su lado, como su alma era arrancada poco a poco de su cuerpo mientras su cuerpo daba sus últimas señales de vida y sus órganos dejaban el ritmo de la banda sonora del milagro de la vida.

Lágrimas de dolor caían sobre mi rostro, mi corazón dolido con la pérdida inminente de alguien que tuve que atender y cuidar pero había fracasado completamente al dejar que esto sucediera. Culpa! , siento que la culpa es mía, aunque mi mente me trate de convencer que no es así, el peso del juramento que hice cuando terminé la academia de enfermería que consistía en "Salvar vidas aunque nos cueste la nuestra" removía mi conciencia mientras podía ver que el asesino estaba justo delante de mí con cara de pánico fingiendo ayudar cuando corrió a buscar algo para detener la hemorragia o cuando se acercó a ayudar a la víctima que el mismo había privado del derecho a la vida.

Miré mis manos y ropa las cuales estaban tornadas de un rojo intenso que no era más que la sangre de Estela. De repente un cálido abrazo entre tan frío sitio lleno de asesinos rodeo mi espalda - Giré y ahí estaba la única persona a parte de mi que le importaban realmente los pacientes, Ana. La abrazé y podía sentir todo el amor y protección que lanzaba su corazón, llorando como niña pequeña en brazos de su madre - Isabel lo siento mucho, pero piensa que hiciste todo cuanto pudiste por ella.

- No, no es así, si yo me hubiera negado ella estuviera viva

- Sabes muy bien que eso no es cierto y tú estuvieras en la calle ya. Eres una guerrera y una gran enfermera, pero tienes que olvidar esto para que puedas seguir adelante porque mañana sabes que le sucederá lo mismo a Edward y a muchos otros de aquí

Miré con terror e íra en a
Ana - No permitiré que muera nadie más.

Demonios MentalesWhere stories live. Discover now