Cap. 25

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Un rayo de luz:

Jacob:

Agarro a Amanda del cabello y aumento las embestidas que le doy a su boca, veo como sus ojos se vuelven llorosos, las arcadas le atacan y ella se sujeta de mis piernas tratando de mantener el equilibrio. Por más que continúo enfrascado en llegar no lo logro, los recuerdos de Melou ya no sirven de nada y el que Amanda no tenga aguante para esto es otro motivo.

Saco mi polla de su boca —Levántate— le pido abrochando los botones de mi pantalón.

—Déjame terminar— insiste.

—No quiero que termines nada, puedes irte.

Se pone de pie, acomoda su ropa y sale de la habitación, acepté esto porque creo que lograría menguar las ganas pero ella no me sirve, acepta cómo la trato porque dice que me quiere.

Trastornada igual que Francesca.

Ha pasado una semana y media desde la vez que Zeng me aseguró haber encontrado el factor inmune, lo ha probado en los ratones creando bases para la vacuna, murieron casi todos, solamente quedan cuatro, tres de ellos están débiles y uno solo se mantiene igual después de haberles inyectado el virus y luego el factor inmune buscando efectos.

Melou sigue igual o peor, Amanda me ha recomendado desconectarla pero me niego, ella va a sobrevivir porque como le dijo a Fancesca; ella es como las cobras, odiosas y resistentes.

Ya no soy el único que la baña y le da de comer pasándose todo el día en esa bodega, Aniela me ayuda a veces y con eso puedo darme un baño y tomar un poco de aire.

Voy hacia el laboratorio a ver cómo está y me encuentro a Aniela llorando.

—¿Qué ha pasado?— inquiero esperando lo peor.

—La tenemos, Jacob— solloza —tenemos la vacuna.

Respiro tranquilo —¿Entonces por qué lloras?.

—De felicidad— seca las lágrimas —Melou es todo una guerrera, es que yo le rindo pleitesía por haber llegado hasta aquí.

Zeng viene hacia mí —De los cuatro ratones solamente sobrevivió uno, lo analizamos y los glóbulos que se medio desbarataron con el virus salieron más reforzados creando una especie de placa que sirven como escudo contra el desarollo del virus— suspira con regocijo —tenemos la vacuna, ahora estudiaremos esas placas y trataremos de buscar el elemento principal que la hace funcionar para la cura.

—¿Y qué esperan para hacerlo?.

—Hay un problemita— es que siempre tiene que haber un pero —eso requiere más tiempo.

—¿Cuánto?.

—Depende de los estudios, te digo que la ciencia a veces sorprende— suspira emocionado —lo mismo hoy te muestra que puedes avanzar y mañana no aparece nada...

—¿Qué hay que hacer?— lo interrumpo.

—Necesitamos monos.

—¿Monos?.

—Sí, se pueden conseguir, Nicole me comentó que estaban entre los cayos cerca de Madagascar, allí hay todo tipo de monos, con cinco o seis me es suficiente.

—Está bien— acepto —ahora mismo fijamos rumbo.

Le doy una última mirada a la camilla donde yace mi Odalisca y camino directo hacia la cabina donde veo al capitán, Lion y los otros.

—Necesito que fijemos rumbo a Madasgascar.

—¿Qué vamos a buscar allí?— pregunta Malibú.

—Monos.

APOCALIPSIS ✓ [En Edición]Where stories live. Discover now